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sábado, 5 de mayo de 2012

Marcial, tú eres el más grande (El gobierno de Cospedal y los viajes en el tiempo)

Marcial Marín, Consejero de Educación de la JCCM: "a ningún niño castellanomanchego le faltará un pupitre y un maestro". El gobierno de Cospedal, como vemos, apuesta por la educación... de los años 40. Y se habrá quedao tan a gusto el buen señor soltando tal dislate. Es una frase de cine... de cine de Barrio. ¡Con el gobierno de Cospedal, viajes en el tiempo! ¿Se puede pedir mayor avance y modernidad? Los científicos han demostrado que los neutrinos, finalmente, no puden viajar más rápido que la luz, ¡pero el sistema educativo de Castilla La Mancha sí que puede viajar en el tiempo! Vamos chicos, coged el plumier, la libreta, la cartera, los donuts y... ¡todos a sus pupitres! Y al maestro a ver si le lleváis un caldito o unos huevos, que os lo agradecerá, que la cosa está muy mala. El consejero está tan adelantado a su tiempo que ha provocado una curvatura en el espacio-tiempo que ha hecho que al superar la velocidad de la luz viajando al futuro, haya hecho regresar a la educación cuarenta años atrás. Cosas de la ciencia. Mientras tanto, esta semana se ha cargado más de 1100 maestros de infantil y primaria para el curso próximo. Y lo que te rondaré morena.

Mejor tomarse esto a cachondeo, porque si piensas en que el que ha dicho esto es el máximo responsable de la educación en CLM, se te caen los palos del sombrajo.

¡Qué buenos son, los padres peperianos, qué buenos son, que nos llevan de excursión! (al pasado) Y mira que le pegué palos a los Barreda´s Boys, pero es que el refranero español es muuuuu sabio: ¡otros vendrán que bueno te harán!

Pd: pido perdón por la "originalidad" del título de la entrada, es que no me he podido resistir...
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jueves, 26 de enero de 2012

El problema no es estructural

No dudo de las buena intenciones, pero el problema de la educación en España no es estructural, es decir, la solución no puede pasar por un cambio de estructura. Es mucho más profundo, y hasta que alguien no quiera analizarlo y reflexionarlo desde todos los puntos de vista, de forma valiente y consciente de lo que supone a todos los nievles, no habrá remedio. Me temo que los cambios estructurales que plantea el nuevo ejecutivo sólo traerán más incomodidades y desorden al sistema, pero no solucionarán nada. No es el camino. Ojalá lo fuera, pero no es el camino Leer más...

miércoles, 11 de enero de 2012

Giro educativo de 360º

Mal. Muy mal. Requetemal. Después de pasar 7 años (más en CLM) donde la educación era contemplada como un vivero de consignas ideológicas que desde el principio se mostraron tremendamente dañinas, causa del gravísimo déficit formativo y cultural de nuestra juventud, hemos pasado a un nuevo tiempo en el que lo que prima es la reacción y lo reaccionario, en el sentido de considerar que todo lo anterior era horrendo (y no todo lo era, aunque casi, casi) y situarse en las antípodas ideológicas y procedimentales, lo cual nos lleva a caer en los mismos errores y a seguir sentenciando a nuestro país a la más profunda y eterna estulticia.

En lugar de preocuparse por acabar con las medidas contraproducentes y escuchar a los que conocen el sistema educativo, en vez de analizar qué falla para que la ingente inversión realizada no dé los resultados esperados, las nuevas autoridades, especialmente regionales, han decidido que los males de la educación pasan porque los docentes son un atajo de progres izquierdosos que no se merecen ni el aire que respiran y con los que hay que acabar de una vez por todas dejando en manos de la educación “de calidad” (para ellos, la privada)el sistema educativo regional, sin ningún tipo de análisis ni razonamiento. En conclusión: seguimos igual (o peor, por la pérdida de esperanza que ello conlleva), con unos dirigentes que administran la educación siguiendo doctrinas ideológicas (antes unas, ahora las contrarias) sin entrar en mayores complicaciones sobre cuáles son los verdaderos problemas de la educación y sin tener un objetivo claro de qué educación queremos tener (ahora más que nunca, pues es la única manera de salir de la crisis). Además, todo ello lo hacen con un vocabulario falaz parecido al de los de antes, invocando torticeramente vocablos como libertad, calidad e igualdad. Vamos, que no es una huida hacia adelante, como las que continuamente proponían los socialistas empeñados en mantenerse firmes en los errores (se mantenían más firmes en sus errores incluso que en sus principios), pero es dar vueltas sin ton ni son sin solucionar nada y dejando que la situación empeore, cuando no contribuyendo directamente (quiero pensar que no conscientemente) a ello.



De entre los mejores sistemas educativos del mundo sobresalen dos: Suecia y Finlandia. En ambos, la inmensísima mayoría de la educación es pública, pero de calidad, apostando por el esfuerzo y el trabajo del alumno y del profesor, y con la colaboración de los padres, claro está, pero igualmente del resto de la sociedad, especialmente del Estado.


Me parece un hecho revelador de la desorientación y banalización actual, al menos en CLM, que se incida tanto, por ejemplo, en el bilingüismo en la escuela, algo que ya comenté en una entrada anterior (conseguirán que en vez de hablar mal un idioma, hablen peor aún dos idiomas), sin entrar en las deficiencias reales de la educación en general, teniendo en cuenta, además, que en los países en los que se habla inglés como segunda lengua de forma casi natural (Holanda, Alemania, los mentados Suecia y Finlandia) se reconoce como elemento principal la inmersión lingüística audiovisual, es decir, las películas y series en inglés, se escuchan en V.O. y no se doblan, por lo que los niños escuchan y hablan el idioma de Shakespeare desde practicamente bebés, y no unas horas en clase que, como casi todo lo que se aprende dentro del aula, luego (por desgracia) no tiene continuidad en la vida social y familiar del alumno fuera del centro, perdiendo así toda la potencialidad de esos aprendizajes. Verbigracia, está claro que si nuestros jóvenes hablan un pobre y deficiente castellano es porque escuchan un pobre y deficiente castellano, y no precisamente en la escuela. Pero claro, eso supone un esfuerzo de cambio social y cultural, a menudo impopular, que ninguno de los políticos abocicaos al cargo que germinan en esta España de mal presente y peor futuro está dispuesto a acometer. Y esto sólo es un ejemplo.

Otro, la estúpida insistencia en potenciar desde los poderes públicos la educación privada y concertada, actitud irracional a todas luces, y sólo entendible desde el ánimo de la administración de renunciar a sus responsabilidades. En la actualidad, las únicas causas reales y efectivas que pueden llevar a unos padres a elegir un centro privado por encima de uno público no tienen nada que ver con la calidad de la educación, ni con la formación del profesorado, ni con las instalaciones, sino con el alumnado. Hablando en plata, como los centros privados-concertados “eligen” a su alumnado (supuestamente no lo pueden hacer, pero lo hacen, igual que supuestamente no pueden cobrar a los padres, puesto que ya paga el estado el concierto, pero lo hacen “bajo cuerda”) no hay ni gitanos ni inmigrantes (o al menos, inmigrantes “indeseables”… para algunos). Que no digo yo que no se una razón para los padres (en mi caso quizá también lo sería), pero es una tristísima realidad y algo que los poderes públicos no deben permitir, sobre todo cuando esos centros cobran del estado (los privados-privados, me parecen muy bien, oigan, con su pan se lo coman).

Así que, elegid el refrán: de Málaga a Malagón, de la sartén a las brasas, o alguno similar. Ya he perdido la esperanza en reformas educativas vengan de donde vengan, porque al fondo del asunto nadie se va a querer meter. Normal, por otra parte, puesto que nuestros problemas educativos son síntomas de una crisis de civilización, de una sociedad enferma cuyos dirigentes son también síntoma de esa podredumbre social y cultural. Sería insólito, por tanto, que los que son parte muy importante del problema puedan ofrecer la solución. En fin, dejémoslo, que me deprimo más aún. Sólo queda una esperanza: ¡Poder de la varaaaaaaaaa!

Pd: como siempre ilustro el artículo con un magnífico ejemplo de humor gráfico de faro (su web, aquí)

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jueves, 6 de octubre de 2011

Respuestas increibleblebles (X)

Pues sí, hace tiempo que no actualizo la sección “respuestas increibleblebles”, y con ocasión de los recortes en educación, y como homenaje tanto a los que creen que recortando se va a mejorar la educación, como a los que defienden la calidad de la educación de la que es hija esta sección, ahí va una nueva edición de estos infinitesimales errores de mis queridos (y en esto no hay ironía, sino gran sinceridad) alumnos y alumnas.

Con gran cariño, como he dicho, relato un anécdota del otro día en mi grupo de PCPI (para los no entendidos, Programa de Cualificación Profesional Inicial, o cómo regalar un título de la ESO sólo por ir a clase, aunque de eso no tienen los chicos la culpa, claro). Les anuncié: “el miércoles os haré un examen”; y uno de ellos me preguntó: “¿un examen sorpresa?”.

Seguimos con respuestas en los exámenes.

Suelo recomendar a mis pupilos que se confeccionen sus propios resúmenes, pero en este caso era excesivo, porque prácticamente en una definición resume desde el inicio de las revoluciones liberales hasta el fascismo. Recordemos. Motín del té, Boston, EEUU, 1773; Toma de la Bastilla, Paris, Francia, 1789; Noche de los Cuchillos Largos, Alemania, 1934. Lo removemos todo un poco y nos da:

“Motín del Té: motín por el cual se toma la Bastilla en la llamada Noche de los Cuchillos Largos en la cual hubo bastantes asesinatos”

También les digo siempre que una de las cosas positivas para el crecimiento personal es estar al tanto del mundo que les rodea, leyendo prensa, viendo y escuchando informativos, etc. Sin embargo, también es cierto que sin el necesario poso reflexivo y de conocimiento histórico se pueden extrapolar de forma errónea a hechos de la historia situaciones que para ellos resultan familiares. Es el caso de esta explicación de la revolución de los precios del siglo XVI, periodo inflacionista provocado en gran medida por la ingente llegada de plata americana (aunque hay otras teorías):

“revolución de los precios: se produjo cuando aparecieron otros comercios en otros lugares del país en los que se compraba más barato, es decir, “un hombre español compraba más barato en China” y eso produjo la revolución de los precios”

Estos chinos… desde el XVI nos comen, si es que nos comen.

A principio de curso les explico siempre que la historia es un arma para evitar que por distintos intereses haya gente que nos engañe, justificando actos o reclamaciones en dudosos derechos que supuestamente les da la historia. Pero claro, ¿y si la historia no es en realidad como nos han explicado? Aquí tenemos algunos ejemplos de versiones “alternativas” de la historia, pero… ¿y si resultan ser esa verdad oculta que se nos niega?


“Noche de los Cuchillos Largos: cuando Churchill mandó matar a todos los franceses”

“Truman dijo que se mandara la bomba atómica que destrozó Nicaragua y Hiroshima”

“Marxismo: fue llevado a cabo por John Marx (…) los marxistas eran una clase social privilegiada”

“Lenin era el comandante de los archiduques”

“Características del fascismo: educar a buenos comunistas”

“Mao Zedong: fue un soviético que subió a la luna pero que ya no bajó”


(ante estos último unos aplaudirán entre carcajadas y a otros se les abrirán las carnes, por sus connotaciones políticas)

Algunos son casi proféticos, casi como si la historia en realidad estuviera dirigida por la mano negra del poder:

“George Washington: fue el primer presidente del mundo”

“George Washington: presidente de América desde el siglo XVIII hasta el 2009”


También nos encontramos con errores que a pesar de lo que son, certifican el poder de la palabra y el espíritu:

“Santa Hermandad: policía que se encargaba de vigilar la poesía”

¿Y por qué no inyectar algo de “glamour” en la aburrida y árida historia de la unificación italiana, convirtiendo el Reino lombardo-véneto en “el reino lombardo de Benetton”?

Y es que, al final, los términos de la historia no son más que anécdotas, que no nos deben impedir ver el fondo:

“Imperio de los 100 días: es el imperio por el cual Napoleón volvió a gobernar después que lo desterraran en la isla Santa Eva, por lo cual en el imperio de los 100días vencieron los otros y lo tuvieron que volver a desterrar a la isla de Santa Ester donde murió en 1821”
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sábado, 3 de septiembre de 2011

Condena para los sospechosos habituales: dos horas más

Pues nada nuevo bajo el sol. Tras la victoria del PP en las elecciones regionales albergué esperanzas de que algo cambiaría en la educación de CLM, pero no era este precisamente el cambio que esperaba. Dejo claro desde el principio que no me parece muy gravoso impartir dos horas lectivas más desde el punto de vista docente, siempre y cuando sea algo extraordinario y se hubiese pedido de una forma adecuada dada la situación que atravesamos en la región. En cambio, es un verdadero drama en lo laboral para más de 3000 personas que se quedan en la calle (algunas ya se quedaron con recortes más velados, pero conocidos por los que nos dedicamos a esto, con la anterior administración). Pero ni siquiera esto, y que me perdonen los afectados por mi poca sensibilidad, me parece lo más importante. Lo que me parece lo básico de la nueva medida de la presidenta Cospedal es que, de nuevo, los docentes somos los sospechosos habituales, como lo éramos para la administración Barreda (si bien esta consideración la ponía en práctica de puertas adentro, obviando las opiniones de los profesores para cualquier reforma y actuando en contra del docente en cualquier conflicto con el resto de la comunidad educativa, mientras se gastaba millones en publicidad diciendo lo buenos que éramos y la magnífica educación que teníamos en CLM).

Como decía, otra vez se nos considera unos vagos caprichosos, acomodados y con demasiadas vacaciones. Y por eso se nos hace pagar los platos rotos de la situación económica en que se encuentra la JCCM. Podrán aprobar leyes que nos conviertan en autoridad pública, si quieren, pero será como los anuncios de Barreda, actos de cara a la galería que nada tiene que ver sobre lo que piensan de nosotros de verdad. El problema no es tanto el tema de las dos horas lectivas, sino la demagogia con el que se defiende (bien es cierto que esto lo ha hecho sobre todo la Espe en Madrid) esta decisión, argumentando que veinte horas semanales siguen siendo muy pocas en comparación con el resto de trabajadores. Eso es demagogia de la peor calaña. Vamos a ver, ¿los taxistas entonces sólo trabajan cuando llevan pasajeros? ¿Los policías cuando arrestan a alguien? ¿Los actores cuando están sobre el escenario? ¿Y los políticos? ¿Sólo cuando están reunidos en algún organismo oficial? Porque entonces sí que son pocas horas.


Aparte de la imbecilidad patria de considerar el mejor trabajador al que más horas echa, algo impensable en países civilizados como Alemania o Dinamarca, donde prima la productividad y la solvencia sobre el tiempo trabajado (se ve con malos ojos, por ejemplo, a los que hacen horas extra porque se considera que si necesitan más horas es porque no hacen bien su trabajo), de nuevo poner en la picota al estamento docente demuestra que la clase política en particular, y la sociedad en general, no consideran realmente la educación como la base del progreso y el bienestar de una sociedad. Y ojo que en esto incluyo a los que hacen demagogia con la “destrucción del Estado del bienestar” ante esta medida, que es negativa pero no apocalíptica, salvo para los pobres interinos que se quedan sin trabajo. Como digo, más que la incidencia de la medida en sí, que tiene el pro de ahorrar dinero a las arcas públicas cuando parece que no hay mucho, y los contras de despedir a miles de trabajadores y cargar con algo más de trabajo a unos docentes que (no es mi caso, yo tengo suerte, pero sí el de miles de compañeros) a menudo están al borde del colapso por las condiciones en las que tienen que desempeñar su trabajo (carencias materiales, masificación en las aulas, falta de interés de alumnos y familias, negativa consideración social, agresiones verbales y físicas…), en el fondo, lo que demuestra es que éstos que han llegado tampoco se toman esto en serio, porque el lugar donde han decidido meter primero la tijera, ha sido precisamente en la educación. Éste es el sambenito que tenemos los funcionarios “docentes”, que el apellido nos pierde, porque los funcionarios de pata negra, los de verdad, los que se van a tomar café dos horas, los que nunca están y vuelva usted mañana, los que entre cinco hacen el trabajo de uno, a esos ni tocarles un pelo, que menudos son. Quizá es que son lo más parecido a los políticos, y entre bomberos no hay que pisarse la manguera (hablando de bomberos, ¿sólo trabajan cuando están extinguiendo incendios?)

Fíjense que otras medidas de ahorro me han parecido muy adecuadas, por los excesos estúpidos de la administración Barreda (no es importante gastar el dinero en educación, sino en qué lo gastas, y los anteriores gastaron mucho en estupideces y en colocar amiguetes lejos de las pizarras y de las aulas, dedicándose luego estos enchufados que llevaban años sin pisar un aula de verdad a decir a los maestros y profesores lo que tenían que hacer), como la reducción de los CPR (yo hubiera dejado uno por provincia, y no sólo uno regional, pero bueno) , la eliminación de la Oficina de evaluación de Alcázar, verdadero sanedrín de pedagogos demagogos idéologos de la LOGSE que llevaron durante veinte años a la educación a estar donde está, o, ya en general, y no sólo en el ámbito educativo, la reducción de liberados sindicales, lo que es hasta de sentido común en esta España donde cada vez hay menos gente trabajando (tendrían que crear la figura del parado liberado, que los parados no tiene quienes les defiendan y representen). Está claro que hay que tomar decisiones drásticas, de eso no hay duda, incluso el alcalde de Toledo García Page (próximo presidente de CLM a no mucho tardar) ha dicho que Barreda hubiera recortado también pero de forma distinta (desde luego con el control que tenía sobre los medios de comunicación y la legión de fundamentalistas nacidos tras 30 años de gobierno del PSOE hubieran sido alabadas y catalogadas de nuevo milagro de Fátima), pero ni el sector más afectado ni la forma en que se ha hecho son las más adecuadas, y denota que, para éstos también, la educación es simplemente un arma electoral, y no confían en la misma como el motor del cambio y del progreso de nuestra región.

En definitiva, este gobierno lo ha dejado claro, la educación es importante, pero sólo de cara a la galería, y los docentes, como siempre, sospechosos habituales.

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viernes, 19 de agosto de 2011

Sociedad y educación actual: ejemplo y análisis (desahogo por escrito de un profe encabronao)

Me he pasado el verano corrigiendo ejercicios de alumnos suspensos y que deben presentarse en septiembre. Me los mandaban por e-mail después de anunciar yo en el blog de la asignatura que realizándolos eliminarían materia del examen final y tendrían una consideración "subjetiva" muy positiva a la hora de valorar la nota final si estaban realizados de manera satisfactoria. Así, desde principios de julio me han llegado estas actividades, y las he ido corrigiendo exhaustivamente con el fin no sólo de percibir quién se las ha tomado en serio o no, sino de detectar los fallos y comunicar a los interesados no sólo que debían rehacerlos, sino el cómo. Ha habido gente que los ha hecho bien, muy trabajados, pero con otros he tenido que intercambiar hasta seis correos con correcciones y recorrecciones a fin de que me los mandasen bien. Los más remisos a hacerlos correctamente, y con los que más he tenido que insistir, han sido con alumnos de 4º ESO que se han pasado el curso sin hacer absolutamente nada en mi asignatura, no pasando del 2 en los exámenes (en realidad, casi nunca del 1) y no realizando los trabajos que se les pedían (los deberes, vamos). Ahora, con la cercanía de poder titular, les entran las prisas, aunque ello no significa que pusieran mayor empeño en realizar lo que les pido, sino que, muy al revés, los primeros envíos de ejercicios estaban hechos con desgana, saltándose preguntas y soltando respuestas a voleo frecuentemente sin nada que ver con lo que les preguntaban. Vamos, que estoy seguro de que la mayoría pensaba que ni me los iba a mirar (ya se sabe, "cree el ladrón...").

Hoy he terminado la última "rerrerrerrecorrección" (espero) y me he sorprendido a mí mismo contestando a mi alumna, claro ejemplo de persona que ha pasado de la materia durante todo el curso, con esta parrafada que os voya transcribir en la que creo que resumo mi opinión no sólo sobre el sistema educativo actual sino sobre la sociedad en general que hemos construido y en la que nos vemos obligados a vivir. A pesar de los numerosos artículos que he escrito sobre educación en este mismo blog, creo que en estas pàlabras espontáneas y fruto de un calentón provocado por el encabronamiento que por diversas circunstancias (ésta entre ellas) tengo en los últimos tiempos, es donde mejor resumo mi pensamiento y análisis del tema, y por eso os hago partícipes del mismo.

Como antecedente decir que lo único que le pedí a la alumna, como envío final aunque tenía varios ejercicios realizados de manera deficiente, fue que explicase cómo los nobles lograban el control sobre el trabajo campesino en la sociedad del Antiguo Régimen. La respuesta de la interfecta fue un "espero que sea esto" para a continuación copiar dos párrafos del libro. Mi sincera respuesta fue la siguiente:

No se trata de que "sea esto", sino de que entendieses el sistema socio-económico propio del Antiguo Régimen, pero parece que no, ya que es difícil analizar estructuras históricas y entender las características de las mismas si durante un curso entero se ha pasado de la asignatura y de lo que estudia e intenta explicar. Simplemente el hecho de que tu respuesta la hayas "buscado" y copiado literalmente, como si mi deseo de que respondieses fuese un capricho, una especia de tesoro que buscar entre palabras y frases sin significado, refleja que el mínimo objetivo de la asignatura, el entender el devenir histórico y analizar las diversas estructuras que lo han formado, ni lo has alcanzado ni hay tiempo para ello. Esto sería suficiente razón para no aprobar la asignatura, pero el deficiente sistema educativo que tenemos, y así nos va, permitirá que si memorizas algunas cosas que para tí no tienen significado y las plasmas medianamente inteligibles en el examen (cuya inteligibilidsd deberé yo intepretar de manera harto indulgente, engañándome a mí mismo asegurando que quieres decir cosas que no dices), consiguiendo de esta forma, y tras una corrección poco rigurosa que enfatizará los "aciertos" y despreciará los errores y barbaridades, una valoración cercana al 5, yo me vea obligado a aprobarte, aunque el conocimiento histórico y la capacidad crítica que se pretende que alcanzéis sea nulo. Esto por otra parte te servirá para aprender que el esfuerzo diario, el conocimiento y análisis crítico de la sociedad y el verdadero interés por crecer como persona son absolutamente inútiles en la sociedad española de hoy en día, donde prima la picaresca, la mentira, la ley del mínimo esfuerzo, la relativización de todos los conocimientos entendiéndolos como medios para conseguir un fin, el acriticismo borreguil, y la impostura dogmática. Pero por muy Quijote que yo sea, esos molinos son demasiado gigantes como para ni tan siquiera pensar en atacarlos.

En definitiva, y perdón por la parrafada, ahora estudia y procura estar cerca del 5 en el examen para aprobar.


Sí, efectivamente, pobre chica para merecer tal tostón, pero yo, personalmente, lo necesitaba para desahogarme...

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lunes, 6 de junio de 2011

Verosímil

Aunque creamos que podemos huir de él, el futuro al final siempre nos alcanza:


visto en callaitomaswapito
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viernes, 25 de marzo de 2011

No es reciclaje, es educación

Para reflexionar... Uno de los grandes problemas/soluciones del mundo (y en España, más), y no me refiero a la producción de desechos y al reciclaje:


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viernes, 4 de febrero de 2011

Pataleo terapéutico

Basta de mentiras, basta de hipocresía. El sistema educativo en España es una basura porque no se exige nada, no se pide nada, y se basa no en el derecho a tener la oportunidad de obtener una educación, sino en el estúpido e irreal derecho a considerar que se ha sido formado por entes externos, como si el proceso fuese ajeno a la voluntad y el trabajo del estudiante, traducido en un título que a cada año que pasa se devalúa más y lo que te rondaré morena.

Mientras(pocos)alumnos y alumnas responsables, más cercanos ya a la extinción que los linces y los pandas, sacan sus cursos en los años adecuados y logran unos resultados académicos notables o sobresalientes que nadie conocerá porque una vez conseguido el título, ya todos iguales, sin importar cómo ha sido su expediente, o si ha obtenido la titulación de manera ortodoxa o "heterodoxa" (diversificación, o, incluso, el invento del PCPI, donde como en los dominicales de prensa junto a una formación supuestamente profesional- muy por debajo del ya rebajado nivel de la FP de grado medio- te regalan un título de la ESO), la mayoría de los jóvenes en edad de formación se dedican a pasearse por los centros educativos emulando los usos y costumbres aprendidos en las pantallas de Telecirco o Antena Pis, verdaderas inspiradoras y conformadoras del espíritu de la juventud española actual.

Igualdad, sí, pero igualdad por abajo, igualdad en la mediocridad, en la pereza, en la picaresca, en la abulia y la molicie, en la más soberbia y arrogante ignorancia. En nombre de la necesaria atención a la diversidad se ha apostado por el relativismo y la nada, por otorgar valor a lo que ha de considerarse inherente y consustancial a la persona humana, como el respeto y la tolerancia, por discriminar al que trabaja y al que ansía conocimientos, por marginar el sacrificio personal y la brillantez intelectual de las aulas. Miles de millones en becas a cambio de nada (no se exigen resultados, sólo un determinado nivel de renta, a menudo maquillado “ad hoc”) y títulos que no significan más que un ticket de parking, pues sólo demuestran que se ha estado aparcado en un centro educativo x años. Derecho a todo, deber de nada.

“¡Catastrofista!” exclamarán algunos, sobre todo si pertenecen a la mayoría bienpensante progresista laico-farisea, culpables por pensamiento, palabra, obra y o misión de la putridez que nos rodea y víctimas con síndrome de Estocolmo de la ignominia que nos consume. Catastrofista unos cojones; aún peor es la realidad, pero no tengo ni el talante ni el talento para transcribirla en unas líneas.

Una mierda, esta España, aunque no es de hoy, sino de hace mucho tiempo. Una mierda, sí, una mierda pinchá en un palo.

Y sí, sí, tengo un cabreo de tres pares de cojones porque más del 50% de la clase de 2º de PCPI que imparto (con un nivel exigido de contenidos que no llega a 2º de la ESO y aún así a final de junio les darán el título de la ESO, un título exactamente igual que el de aquel que aprueba 4º como Dios manda) ha decidido que madrugar un viernes para ver unos videos sobre la Edad Media a primera hora, pues como que no, que total para los que le va a servir si al final le damos el título… y que conste que estos son los “buenos” del PCPI, que para los años siguientes se atisban muuuucho peores… pero todos con título, que es lo importante.

¿Qué pasa entonces?¿Es que se me nota que estoy más cabrea que un mono? Perspicaces que sois, oyes…
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lunes, 24 de enero de 2011

Respuestas increibleblebles (IX)

Este curso aún no habíamos repasado algunas de las respuestas increibleblebles que podemos encontrar en los exámenes de Geografía e Historia de este país (bueno, en concreto en los de mis alumnos), así que, con el ánimo didáctico y lúdico que nos caracteriza (antes de criticar la existencia de esta sección, echen un ojo a su justificación aquí y aquí) empezamos... (por cierto, acompaño esta entrada con algunas imágenes de exámenes reales realmente divertidos, alguno de los cuales ya conocéréis por haber sido bastante compartidos en la red).

Algo sencillo. Los dos tipos de liberalismo que se dan en la primera mitad del XIX, por un lado el doctrinario (más conservador; defensor de la soberanía nacional, del sufragio censitario, de la limitación de algunos derechos ciudadanos, de la monarquía parlamentaria) y el democrático (más progresista; valedor de la soberanía popular, del sufragio universal, del respeto a los derechos individuales, de la República como forma de Estado). Este alumno, al menos, hizo uso de uno de los conceptos que siempre se ha estudiado en filosofía, “la navaja de Ockham” o principio de economía, es decir la respuesta más simple suele ser la acertada, y contestó así: “el liberalismo democrático apoya la democracia y el doctrinario la doctrina”. Sin complicarse, vamos. Y es que, cuando no se tiene ni idea, de perdidos al río… como este otro: “Los factores ideológicos del imperialismo son los factores con ideas ideológicas que ayudaron al imperialismo en la técnica de la ideología”.

Y seguimos con verdades verdaderas: “La Primera Guerra Mundial fue una guerra total porque los países se centraban principalmente en derrotar al enemigo”. Y es que hay que estar a lo que se está, y no en tontás, como los políticos de ahora. No fue el mismo, pero podría haberlo sido: “Stalin creó un gobierno personal donde se mentía sobre verdades”.

Ciertos despistes terminológicos a costa de la época de la Restauración borbónica: “en el sistema de Restauración las elecciones electorales se veían truncadas para que los partidos ganaran”.

Más problemas con los conceptos: “Montesquieu fue un ilustrador junto a Rosseau”.

Más allá de la castellanización del nombre del Archiduque Franz Ferdinand en Francisco Fernando, algún alumno le busca antepasados muy españoles a este heredero de la corona austrohúngara cuyo asesinato en Sarajevo fue el detonante de la Primera Guerra Mundial: “La causa final de la guerra fue el asesinato del archiduque Francisco Fernández”. En su casa le llamaban Paco, seguro.

Es que en Historia, con tanto nombre y tanta fecha, uno a veces mezcla cosas: “La revolución de 1820 se inició en España, donde en 1820 el comandante don Rodrigo se pronunció contra la monarquía absoluta de Luis XVI”.

¿Y qué decir de la geografía? Si se mezcla con la historia, es que es muy difícil atinar: “Truman dijo que se mandara la bomba atómica que destrozó Nicaragua y Nagasaki”
. Otro ejemplo, la Marcha sobre Roma que dio el poder a Mussolini: “Marcha sobre Roma: es cuando los alemanes marcharon a Roma pasando por Francia”. Alguno, que querría visitar la torre Eiffel y dieron un pequeño rodeo… Pero vamos, la geografía sola también tiene su miga: “Tipos de mineral: minerales de origen animal”.

Para terminar, un interesante análisis sobre la influencia negativa de la diplomacia secreta en las relaciones internacionales anteriores a la I Guerra Mundial, y que deja bien a las claras por qué el presidente de EEUU Wilson reclamaba la desaparición de esta práctica como condición básica de una paz duradera: “algunos tratados eran secretos porque no sabías algunas veces con quien habías formado el pacto si con el enemigo o con el aliado”… y claro, era un jaleo que así no había Dios que se aclarase.
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sábado, 4 de diciembre de 2010

PISAndo más bien flojo

Salió el informe Pisa y estamos como siempre, o sea, fatal: el 26 de 34. Por cierto, curioso que Castilla La Mancha fuese una de las tres comunidades que no quiso conocer resultados propios para compararlos con el resto de regiones junto a Valencia y Extremadura.

Mientras, uno de los culpables de cómo está la educación en España, al parecer actual Presidente del gobierno en funciones (y en la sombra desde hace años), y que fue Ministro de Educación cuando se implantó la LOGSE, se saca propuestas de experimentos estúpidos de la manga con el fin de distraer la atención y culpar al profesorado del bajo nivel educativo de la sociedad española. De todas maneras, estamos acostumbrados a las ideas peregrinas en materia educativa por parte de la "progresía oficial": reparto de ordenadores a profesores y alumnos sin ningún tipo de criterio, aumentos de la edad de escolarización obligatoria porque sí, ahora lo del MIR docente, etc.


Claro que en el otro lado tampoco están por el sentido común y también apuestan por la demagogia: en el programa de Cospedal se dice que quiere hacer todos los centros bilingües; muy bien, así tendremos, en vez de jóvenes que no saben expresarse en una lengua, jóvenes que no sabrán expresarse en dos lenguas. Cojonudo. Por cierto, que a éstos no se les deja, ni se les dejará, hacer una ley educativa (saldrán los "intelectuales", los "sindicatos de estudiantes", los de siempre, vamos, diciendo que es fascista y tal) y son tan tontos que cuando pueden influir en algo en el sistema, no aceptan la invitación del ministro Gabilondo.

Eso sí, viendo cómo se las gasta este gobierno nos militarizarán y asunto zanjado: a aprobar y dar títulos a diestro y siniestro bajo amenaza de pasarnos la vida en una prisión militar y solucionado el tema.

En Castilla La Mancha, más de lo mismo; mucha iniciativa, mucha subvención (así estamos) pero el objetivo está claro, porque ellos mismos lo recalcan: Fernández (consejera de empleo) anunció que está trabajando con centros de adultos, institutos y el Sepecam para diseñar cursos específicos para la obtención del título de educación obligatoria «en el menor tiempo posible». Yo es que no lo entiendo, que les den el título y ya está, que nos ahorramos tiempo, dinero y escuchar tonterías, copón.

Mientras, los sindicatos pidiendo más dinero (con eso lo solucionan todo, especialmente su plácida vida de triperos) sin entrar en más profundidades, que lo que interesa es lo que intersa. Incluso desde el STE dicen que los resultados "no están mal". Vale, colega. Ahí, con ambición.

El diario "progresista" por antonomasia, el palmero del gobierno mientras no le toquen los dineros, el más vendido en este país de según el informe referido mediocre formación, hace un ejercicio de rigurosidad y en la entradilla de la noticia sobre los resultados del informe en su versión on-line apunta "los métodos caducos y la deficiente formación del docente se señalan como causa". Observemos la formación impersonal de la oración. ¿Quién señala a los docentes como causa? ¿Será el propio informe? Leemos la noticia y nos encontramos con los autores del diagnóstico: "los especialistas consultados". Ah. Muy bien. Después, estos "especialistas" que aparecen (catedráticos universitarios en su mayoría) nada hablan de esto, salvo un tal Antonio Bolívar de la Universidad de Granada. Vaya, vaya. O sea, que un periodista bien intencionado y competente debería escribir: "el catedrático de Didáctica y Organización Escolar de la Universidad de Granada Antonio Bolívar apunta a los métods caducos y a la deficiente formación del docente". Otras consideraciones a hacer es que seguramente estos "especialistas" como el referido han colaborado de alguna manera u otra en el actual diseño del sistema educativo (el desastroso, sí), o han conseguido su posición académica loando las bondades de la teoría pedagógica que ha inspirado la legislación educativa actual ante tribunales de padrinos y colegas propios del endogámico y sobrevalorado sistema universitario español. Optan , por tanto, por el sostenella y no enmendalla, y la culpa es de los docentes. Una horita en una aula de 2º o 3º de ESO no les vendrían mal, no. Y, como vemos, la cabra tira al monte y El País, como siempre, echando un capote a las tesis del gobierno. Y así vamos ya para veinte años en este tema.


Acompañando en el periódico de hoy a la noticia del informe PISA nos encontramos con otra con la que tiene mucho que ver, e incluso podríamos apuntar una relación causa-efecto entre ambas: "Dos de cada 10 españoles se emborracharon al menos 10 veces este año".

Pero claro, es complicado ilustrar sobre el valor en la educación en un país donde los personajes más notorios y conocidos no comprenden ni la mitad de los contenidos de cualquier capítulo de Barrio Sésamo, la falta de escrúpulos y de valores es moneda común en los medios de comunicación, en el oficio de periodista el último requisito, que a menudo no se cumple, es el conocimiento del idioma y su adecuada expresión tanto hablada como escrita (lo más importante es el sectarismo y el papanatismo), el presidente del gobierno (ni éste ni ninguno que hayamos tenido) no habla ningún idioma más allá del propio (no vale el Aznaringlish ni que el susodicho hablase el catalán en la intimidad), la mayoría de los ministros o no tiene formación o la que tiene no está relacionada con su labor (lo de los Ministerios de Sanidad y de Economía clama al cielo), etc.

Y sin embargo, ahí están, los pobres: chavales que se sacan la ESO en los tiempos marcados, que continúan en Bachillerato trabajando y aprobando como Dios manda (un dios laico, claro), que van a la Universidad y estudian (éstos algunas veces, entre tanto días de clase y de estudio, incluso se van de marcha; bien es cierto que hay otros muchos que entre botellón y botellón alguna vez van a clase) y se sacan un título universitario. Con dos cojones, porque, mientras ellos y ellas hacían todo esto, la realidad social les mostraba la inutilidad del conocimiento y la formación y la administración pasaba de ellos y se dejaba el dinero y los recursos en los vagos y vividores. Olé por sus huevos y ovarios.

Como no tengo mucho tiempo más, os enlazo unas palabras de alguien que ha demostrado que tiene sentido común y talento para tratar sobre la educación, caso del juez de Menores don Emilio Calatayud, culipardo de nacimiento y granadino de adopción.

Entresaco algunas partes de la noticia enlazada; palabras que aplaudo porque denuncia la perversión de la razón a la que se ha llegado en el tema educativo:

«Le estamos quitando autoridad a los padres en el momento en que les estamos exigiendo mayor responsabilidad. Hemos llegado al absurdo de confundir un cachete con un maltrato», afirmó Calatayud, al tiempo que pedía a los legisladores que «me digan cómo evitar que un niño de tres años meta los dedos en un enchufe sin caer en el maltrato». Y hasta bromeó con el hecho de que un hijo pueda denunciar a sus padres por mirarle el móvil.

«Si yo soy amigo de mis hijos dejo a mis hijos huérfanos», sentenció, al tiempo que arrancó la única interrupción de su monólogo cuando señaló que «no somos todos iguales, no podemos serlo. El maestro no puede ser igual que el alumno, aunque sólo fuera por conocimientos, antigüedad y edad».

Al final, enmarcado entre un decálogo de «consejos para crear un pequeño delincuente» y un marasmo de contradicciones legales con los menores -«es una barbaridad que a los 13 años se pueda consentir relaciones sexuales y, sin embargo, tenga que acudir al juzgado acompañados de sus padres»-, Emilio Calatayud abogó «por un pacto por el menor más que por un pacto por la educación meramente académica, porque estamos muy mal educados», de ahí que el 80% de los chavales que juzga «cometen delitos pero no son delincuentes». Pero concluyó que «mientras los jueces de menores sean los menores de los jueces; los maestros los menores de los catedráticos y el político de menores el menor de los políticos, la cosa no va a ir bien».
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martes, 28 de septiembre de 2010

Belén de España


Por razones creo que evidentes el dichoso video de la Esteban me ha tocado de cerca. En uno de esos correos electrónicos que rebotan por aquí y allá, me ha llegado el de una profesora que se queja del “síndrome de la Esteban”, en relación a cómo una persona que se jacta de su ignorancia y la presenta como algo positivo influye en la mentalidad de los jóvenes de hoy en día, que imitan tal actitud. Estoy bastante desconectado de las vicisitudes de esa señora (cada mes que pasa estoy más satisfecho con el dinero que me dejo en la tv de pago, ahorrándome bazofias como La Noria, el Sálvame, etc.), pero es difícil impermeabilizarse de forma absoluta a su influjo, porque siempre hay alguien que intenta comentarte, como si fuese algo de interés general, las vicisitudes de la autoproclamada “princesa del pueblo” (argh). Generalmente es mi madre, pero como “hay confianza”, enseguida la corto y le digo que no siga por ahí, que no quiero saber nada de ese tema. La conversación suele acabar en discusión con mi querida progenitora, pero al menos me ahorro conocer los detalles de la ínclita ex -señora de Ubrique. Cuando el tema lo saca otra persona con quien no haya confianza, uno intenta desviarlo de la manera más discreta posible, no sea tachado de snob o ”intelectual”(esto último es para muchos, curiosamente, un insulto). Pero, como digo, es imposible zafarse de las andanzas de la señora. La pena, es que al final, para que te dejen en paz, hay que dar la opinión que nos merece, y ahí es cuando uno cava su propia tumba, además de sentirse mal porque, las cosas como son, seguramente quien menos culpa tiene de lo que le está pasando y la importancia que ha tomado su figura es la propia Belén Esteban.El caso es que tiran a uno de la lengua y tiene que decir que le parece una pobre payasa, una maleducada ignorante encumbrada por aquellos que igualmente lo son, una broma de carne, hueso y cirugía, y que es uno de los peores reflejos de este cada vez más perdido y desorientado país. Y es entonces cuando la lías, porque estos personajes encumbrados por el imaginario popular suelen provocar una adhesión irracional y fanatismo por encima de los partidos políticos o incluso de los clubes de fútbol. Además, a falta de rasgos positivos que aportar, hacen de sus carencias su principal valor, utilizadas como bumerán dialéctico que se vuelve en contra de quien las hace patentes, que sufren la acusación de crueles, pedantes, y pretenciosos. Por supuesto, su figura no resiste un debate reflexivo y racional, pero si esta situación fuese la habitual ni estaríamos hablando de tal personaje ni estaríamos en España.

Lo más dañino y perjudicial de esta señora es que se convierte, seguramente sin intención propia, en un modelo a seguir por el resto de ciudadanos, especialmente los más jóvenes, que observan cómo una persona sin formación ni educación y tremendamente egoísta y ególatra, se convierte en el referente de todo un país. Es más, es un vademécum de lo peor de la sociedad, desde la ignorancia y la estupidez más “natural” y simple, hasta los deseos de vivir del cuento y la apetencia por conocer los asuntos más banales y escabrosos de la vida de los demás. Un monumento manufacturado en carne a lo más bajo y más zafio de la especie humana. Y lo peor no por su mala educación, su ignorancia, ni todas las censuras que se pueden hacer a su forma de hablar, vestir o incluso vivir. Lo peor es la apología de la inanidad, de la estupidez, de la banalidad y la cortedad de miras, de la pobreza de espíritu y el nihilismo cognitivo, de la regresión cultural y la miseria moral. Y no es culpa suya, sino de esta sociedad donde los conocimientos, el trabajo, el sacrificio y la razón están proscritos. Una sociedad indecente, injusta e incorregible, donde unos pocos se aprovechan de la estupidez de la mayoría cultivando fenómenos como éste de la Esteban. Una sociedad que lejos de asumir e intentar acabar con sus vicios y carencias, los disfraza de pecadillos veniales cuando no los traviste de virtudes y los potencia y los lega como modelos a las nuevas generaciones para perpetuarlos.

Tengo claro que este fenómeno no es nuevo. Belén Esteban no es otra cosa que un Jesús Gil con tetas, un Ruiz Mateos de pechos y labios operados, un Pozí sin chepa o un cuñaaaaaaao con mal de amores. Todos ellos, sin embargo, para desgracia patria, multiplicados exponencialmente en su influjo sobre las mentes de los españolitos y españolitas de andar por casa. Quitándole el glamour y la belleza, podríamos hablar de una Marilyn cañí, con la que por desgracia (Dios no lo quiera) no me extrañaría que compartiera trágico destino en cuanto su popularidad decaiga y la dirigida pero caprichosa masa muestre su hastío. La proclamada “princesa del pueblo” también admite cierta comparación con aquélla británica de misteriosa y desdichada muerte, siempre y cuando admitamos la superioridad de la cultura británica y demos la razón a Victoria Beckham cuando decía que “España huele a ajo”. La Esteban bien podría ser una lady Di con olor a ajo, princesa de la España de pandereta. La fatal expresión que nos caracterizó en el pasado, “que inventen ellos”, retorna a nuestra historia con tintes chabacanos echando un telón zurcido de bragas y calzoncillos (con zurraspas, claro) a la esperanza de la educación en España. Así nos va, y no esperen que la cosa cambie.

Echo mano de un documento proscrito, que estaría en la lista de los libros prohibidos de la sociedad actual si la hubiere: el diccionario. Busco la palabra gilipollas. Me remite a gilí. Ésta me la define como tonto o lelo. Abundo en la búsqueda de ambas. Tonto, en su primera acepción, adjetivo que caracteriza al “falto o escaso de entendimiento o razón”. Lelo, en su única acepción, “fatuo, simple y como pasmado”. Me gusta lo de fatuo, e indago sobre el término. Su primera acepción es casi calcada a la misma de tonto. La segunda, “lleno de presunción o vanidad infundada y ridícula”. Todos los términos me valen. Y expreso mi opinión (en cuanto al "personaje", se entiende, pues a la persona no la conozco) aunque nadie me la haya pedido, como se suele hacer en este país. Belén Esteban es gilipollas y fatua. Como aquellos que la escuchan y la toman como ejemplo y eje central de sus vidas. Como esta España, en suma. Belén de España.
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domingo, 16 de mayo de 2010

De recortes y egoísmos: tenemos lo que nos merecemos.

La situación política y económica actual sin duda ha ensombrecido el debate educativo. La decisión adoptada por el gobierno (bueno, por el presidente del gobierno, y no sabemos si "impulsada" por "agentes externos") el pasado miércoles nos pone ante un panorama realmente complicado. Este recorte del gasto social, sin parangón en la historia de nuestro país, no sólo demuestra la mala administración de nuestros actuales gobernantes, sino que nos hace temer por cuál será la realidad financiera del Estado, pues difícilmente te puedes fiar de quien dice hoy blanco y mañana negro con total descaro y desvergüenza. Más aún cuando continúan faltando al respeto a los ciudadanos (otra cosa es que los ciudadanos se lo tengan merecido) asegurando que "no se tocan los pilares básicos del Estado del bienestar". Sin embargo, hagamos un repaso de los ministerios a los que afecta esta medida.

Nos encontramos con el ministerio de Sanidad y Bienestar Social(recorte farmacéutico, fin del cheque-bebé y sueldos de enfermeros, médicos y personal sanitario en general), el de Educación (recorte de sueldos de docentes), el de Interior (recorte de sueldos de las fuerzas de seguridad del Estado), el de Justicia (recorte de sueldos en la adjudicatura y a los funcionarios que trabajan en tribunales, ya en condiciones muy precarias), el de Trabajo y Asuntos Sociales (congelación de pensiones y retirada de la retroactividad en las ayudas de la Ley de Dependencia), y el de Fomento (recorte en su partida presupuestaria). Así las cosas, no se ven afectados por el "plan de ahorro" el Ministerio de Vivienda (cuando las competencias en estamateria son de las CCAA), el Ministerio de Cultura (la subvenciones a los amigos de la SGAE, el "Nunca Mais" y la ceja ni tocarlas), el Ministerio de Igualdad (sin palabras), el de Defensa (perdón, la ONG que no participa en guerras y que está en Afganistán dando cursillos de buenos modales), el de Industria (Sebastián y sus ideas brillantes pero de bajo consumo, claro), el de Medio Ambiente y el de Ciencia e Innovación (¿pero existe un ministerio para esto?¿y qué hace?, porque los resultados no se ven por ningún lado). Dejo aparte el de Trabajo e Inmigración que bastante tiene con negar el número de parados reales que tenemos (porque ojo, hay muchos que no los cuentan y lo están, como los de los "cursos de formación", y muchos que no lo están y no los cuentan, como los cientos de miles que trabajan "de strangis").

Echen un vistazo y si eso no es recortar el gasto social y afectar a los ministerios más importantes para el Estado del Bienestar, que baje Dios y lo vea (uy, lo siento, un dios laico, en todo caso).


Como decía al principio, el debate educativo queda en segundo plano ante esta situación, ante la que sólo podemos decir, "por favor, por favor, que me quede como estoy" porque parece que hablan más sus silencios (o mentiras directamente) que sus palabras. Mal asunto si olvidamos tan pronto la necesidad de una reforma de la educación, más en concreto teniendo en cuenta que gran parte de los males que asolan España seguramente son provocados por la deficiente formación, a todos los niveles, de gran parte de la juvetud. Bien es sabido que una juventud atontada y aborregada (no hay dinero para las pensiones ni para los sueldos de los funcionarios, pero sí para seguir subvencionando todos los festivales de verano en España, no sea que los pobres "críos de entre 15-35 años" se aburran y les dé por leer o directamente pensar) favorece al poder, y en ello se afanan unos y otros desde hace 20 años, pero los daños colaterales de esto son la falta de formación, la molicie, la ineptitud, la vagancia, y en casos extremos el vandalismo. Y así estamos. Precisamente ahora que un ministro parecía que quería encaminarnos hacia una solución, o al menos tomar conciencia del problema, van "los otros" y hacen saltar por los aires el primer intento sincero de acuerdo en dos décadas. Cojonudo. Al enemigo ni agua, ¿no?. Aunque las víctimas sean las nuevas generaciones de españoles ("Nuevas generaciones", qué paradójico) y la sociedad en general. Un ejercicio más de irresponsabilidad por parte de nuestros políticos, en este caso, del PP. Y más sangrante aún es que seguramente fuese la última oportunidad de llevarla a cabo. Porque si algún día el PP gobierna y quiere hacer de nuevo una reforma educativa, no se lo van a a permitir como ya hiciron hace unos años, pero esta vez teniendo excusa y coartada.

Pues estos son nuestros políticos. Bueno, políticos y no políticos, que ahí tenemos a los sindicatos. Era casi cómico ver la reacción de los líderes de UGT y CCOO ante el decretazo de ZP. Porque claro, los hombres tenían que parecer enfadados, por lo que había hecho el presidente(no sólo la cuestión de los recortes, sino pasarse por el forro de los mismísimos todos los acuerdos con los sindicatos de un tiempo a esta parte), pero en realidad les da igual, pues mientras los tenga paniaguados y mantenga sus subvenciones y sus liberados, ellos tan contentos. ¿Se imagina alguien que este decretazo lo hubiesen hecho "los otros"? ¡Arde España!¡El apocalipsis! Pero claro, no es bueno morder la mano que te da de comer. Ahora van y proponen una huelga el 2 de junio... ¿pero cómo vamos a secundar una huelga promovida por los que han sido cómplices de esta situación? ¡Si lo que tendríamos que hacer es una huelga contra los sindicatos! Qué cara más dura, madre mía.

Pero eso sí, continuamente escuchamos estos días que qué malos son los políticos, y los sindicatos, y los periodistas... Pues oye, estoy de acuerdo, pero tampoco pongo el grito en el cielo porque tenemos los que nos merecemos. Así de claro. El problema no son sólo ellos, sino la propia sociedad española. Porque ahí están, y los hemos educado, formado, votado, tolerado y alentado. Y ahí siguen. Y hay quien aún se cree que la culpa es de "los especuladores", cual conspiración judeo-masónica en tiempos de Franco se tratase, y quien piensa que con unas elecciones anticipadas todo arreglado. Ilusos. El problema es España, esta sociedad de mierda donde la falta de respeto, el egoísmo, la impunidad, la picaresca, la mentira, la irracionalidad, la ideología vacua y el hedonismo campan a sus anchas y se han convertido en nuestra enseña nacional. Y todo empieza en la escuela, qué digo, antes aún, en las casas de cada cual, enseñando a cada españolito que viene al mundo los vicios y las virtudes del ser humano, travistiendo los unos en los otros habitualmente como podemos apreciar en esa ventana al mundo que es la televisión, o en ese elemento potencial de libertad que se ha tornado en realidad de estupidez y borreguismo masivo como es internet.

Increiblebleble.

Un poco pesimista para alguien que está a punto de ser padre, podréis pensar. Pues sí, razón tenéis. Pero me lo planteo como una terapia. Estoy exorcizando los malos espíritus, echándolos de mi persona, para que cuando llegue ese momento sólo lo mejor de mí esté presente. A ver si soy capaz. Eso espero. Creo que algo he conseguido ya. Vamos, que me he quedado más a gusto. Pues eso. Hala, un saludo. Leer más...

domingo, 25 de abril de 2010

Pacto educativo

El jueves se hizo público un documento del Ministerio de Educación que daba cuenta de los objetivos y propuestas del Pacto social y político por la Educación. Es el resultado de los esfuerzos del ministro Ángel Gabilondo y su equipo por llevar a cabo una nueva reforma educativa pero, a diferencia de las anteriores, basada esta vez en el consenso. Para lograrlo, tras variadas declaraciones públicas y reuniones con partidos políticos y otras instituciones, presenta este compendio de propuestas resumidas en un preámbulo, doce objetivos para la década 2010-2020, una exhortación a la implicación de todos los sectores en este proceso, así como la forma en que pueden contribuir al mismo, y una memoria económica con que dotar de la financiación necesaria a la reforma.


Es hora de sumar. Hasta ahora las distintas leyes educativas han sido un fracaso porque todo el mundo se ha mirado el ombligo y ha intentado, o bien imponer su criterio, o bien dinamitar las propuestas del “enemigo”. Y esto ocurría porque en realidad no se pensaba que este asunto fuese importante. La irresponsabilidad de la que han hecho gala nuestros políticos en numerosos temas se muestra de forma clara y nítida en el ámbito educativo. Y no sólo los políticos: sindicatos, medios de comunicación, incluso la gente de a pie… han utilizado el debate sobre la educación para tirarse los trastos a la cabeza y dar salida a sus frustraciones arreándole al que es de opinión contrario. Incluso si nada tiene que ver con la educación, se le arrea. Se ha ido poniendo el acento en los aspectos menos importantes y más demagógicos de la educación: que si la igualdad, que si el idioma vehicular, que si la religión, etc. Asuntos de poco calado real en la educación, pero que tienen tirón político. Un cúmulo de egos enfrentados con el único objetivo de satisfacer sus propios intereses electorales; empeñados en auto-complacerse ideológicamente enfrascados en discusiones bizantinas que nada tenían que ver con la realidad educativa. Y ahora, y ya es un avance, nos damos de bruces con la realidad: un sistema educativo caótico, inútil, impotente; repleto de eslóganes y palabrería barata en la legislación pero lleno de alumnos mal formados, consentidos unos y desesperanzados otros, y de profesores hastiados en los centros escolares, de donde la política y la burocracia han desterrado el trabajo y el saber. Era (es) soportable mientras esta situación sólo se daba en los centros; “allá se las apañen, para eso les pagan”, pensaban muchos. Pero ese material humano que se ha (de)formado en la desastrosa educación española va llegando a lo que podríamos llamar “la vida real”. Y tras constantes aldabonazos, al fin parece que alguien quiere abrir la puerta a la verdad, y ponerle solución. Sólo por eso ya tiene todo mi respeto y admiración el señor ministro, que en el principio no tuvo por algunas decisiones que a mí me parecían más de lo mismo. Ahora sí, ahora me ha demostrado, y todos lo debemos valorar, que al menos no tiene miedo de mirar a la cara a los verdaderos problemas de la educación en España y arremangarse para trabajar por solucionarlos. Es un principio.

Como decía, a diferencia de lo que ha ocurrido en las dos últimas décadas, es hora de sumar. La situación lo exige, porque es dramática. Y si esperamos un tiempo más viéndolas venir, puede que no tenga marcha atrás, lo que supondría el fin de toda esperanza para este país. Es hora de sumar. Por eso, los habituados a criticar por criticar, a exponer eslóganes dogmáticos que no llevan a ningún lado salvo al triunfo de la demagogia, los acostumbrados a únicamente preguntar “qué hay de lo mío”, que se abstengan de participar. Es hora de sumar. Analicemos las propuestas, veamos en qué estamos de acuerdo y en qué no, argumentemos los fallos que creamos que tienen, y planteemos las mejoras o modificaciones que pensemos necesarias con el afán de ponernos todos de acuerdo. Es hora de sumar. Espíritus vanidosos, cabezas cuadradas y poseedores de la verdad absoluta, échense a un lado. Partidos políticos, sindicatos, asociaciones de padres y madres, medios de comunicación, maestros, profesores, alumnos y alumnas, padres, madres, señores que pasan por aquí, españoles en general… es hora de sumar. Nos jugamos el futuro. Mientras no nos demos cuenta de esto, no llegaremos a un acuerdo y los problemas y carencias seguirán creciendo, el cáncer que ha devorado buen parte del sistema educativo se metastarizará en la sociedad, y los tratamientos serán cada vez más dolorosos y radicales, más destructivos, hasta que ya no se pueda hacer nada. Pero estamos a tiempo. Si tomamos conciencia estamos a tiempo. Si asumimos ya lo que nos jugamos estamos a tiempo. Y para ello debemos convenir primero que es hora de sumar.

He leído las propuestas del pacto, y yo también quiero sumar. Por eso voy a analizar algunos de los puntos desde mi subjetivo punto de vista, haciendo referencia en las cosas que se podrían mejorar, pero también en las que estoy de acuerdo y me renuevan la esperanza de que esta vez sí vayamos en la dirección correcta. No en que se solucionen todos los problemas, pues veinte años remando en la dirección equivocada no se enderezan de la noche a la mañana, pero sí en que empecemos a invertir el camino y poco a poco salir de las profundidades y respirar aire puro, fresco, que llene nuestros pulmones y nos permita mirar al futuro (a nuestra juventud, que es nuestro futuro) con optimismo y confianza.


Comienza el texto dando cuenta de los logros conseguidos en los últimos treinta años, y eso es bueno. El afán por transformar no debe partir de un impulso destructivo, pues se ha de identificar los aspectos positivos para que constituyan los cimientos de la nueva educación que queremos levantar. Efectivamente, la plena escolarización de los españoles comprendidos entre los 3 y los 16 años no sólo es un logro, sino que es una premisa sobre la que hemos de trabajar, puesto que es una realidad irrenunciable. Tras ello, plantea el deseo de que esta edad de escolarización se amplíe hasta los 18. En las propuestas posteriores no sugiere la escolarización obligatoria hasta los 18, sino que se fomente que los individuos, en el uso de su libertad, decidan mantenerse dentro del sistema hasta esa edad. Espero que al final se decida por esto, y no se apueste por la vía fácil, la de subir la edad obligatoria hasta los 18, pues ello redundaría en un aumento de los conflictos dentro de los centros educativos e induciría a las administraciones educativas a la molicie, al no ser necesario su esfuerzo e inventiva para convencer al alumnado de ese tramo de edad de la conveniencia de continuar su formación, sino simplemente “aguantarles” en los centros dos años más. Ya hay gente que ha manifestado su apuesta por la solución sencilla, simplista, cortoplacista e irresponsable, y me alegro de que el documento no se decante por ella, de momento. Si así lo hubiera hecho, difícilmente se le podría haber tomado en serio la voluntad de reflexión y consenso con la que asegura haber nacido. Es la senda adecuada.


Para mostrar la importancia del debate y la posterior reforma, se basa en previsiones que certifican la necesidad de una mejora en el rendimiento de los alumnos con el fin de que logren una titulación. Nos plantea que, en el horizonte del 2020-2025, el 85% de los empleos en los países desarrollados serán para personas cualificadas con una formación equivalente a formación profesional del grado medio o bachillerato. Teniendo en cuenta las actuales cifras de abandono escolar, es decir, de jóvenes que no consiguen siquiera el graduado en ESO, deben cambiar muchas cosas. Es importante, sin embargo, dejar claro que el éxito escolar no se traduce en la obtención de un título, sino en la verdadera adquisición de las habilidades y conocimientos que suponen la tenencia de ese título. En román paladino, se pueden “regalar” títulos, como se está haciendo (ahí tenemos los nuevos PCPI, en los cuales junto a la certificación de cualificación profesional se está “regalando”, como si el DVD de un dominical cualquiera se tratase, el título de la ESO). Centremos por tanto los esfuerzos por aumentar el éxito escolar, por conseguir que la mayoría obtenga un título, en el contenido que suponen esos títulos, y no en la tenencia o no del papel timbrado, a fin de no convertir al sistema educativo en una gran estafa.

El siguiente párrafo me ha resultado extraordinariamente interesante, por cuanto recoge una de las principales carencias que en el día a día tiene el sistema educativo post-Logse: “La cultura del trabajo, el esfuerzo y el respeto son valores en los que es preciso insistir. Los diferentes niveles educativos han de tener presente esta cultura y, a través de ella, persuadir a nuestros niños y jóvenes de su importancia, de su necesidad, de su indiscutible reflejo en los resultados finales. Pero hemos de ser conscientes que el esfuerzo del alumnado es un requisito necesario pero no suficiente, es imprescindible el esfuerzo de todos los agentes que, de hecho, intervienen en la educación de los más jóvenes para la consecución de objetivos educativos ambiciosos”. Lo único que cambiaría sería el verbo “persuadir” por el de “demostrar”, es decir, que se pueda valorar el trabajo en las distintas etapas educativas, y ello conduzca a la consecución de mejores y válidos reconocimientos para aquellos alumnos que han demostrado mayor disposición y ánimo para el estudio frente a aquellos que hacen gala de una total pasividad y actitudes irrespetuosas para con sus profesores y compañeros, negando la posibilidad del aprovechamiento de los recursos puestos a su disposición no sólo a él, sino a los que le rodean.


También es un punto para mí básico la llamada a todos los sectores para lograr solventar los problemas educativos a los que nos enfrentamos. Si al principio lo hace con todos los que forman parte de la comunidad educativa (profesores, padres, madres, alumnos, instituciones), en el objetivo 10 incluye a los medios de comunicación, protagonistas de la educación de nuestros jóvenes en igual medida (o mayor) que los propios centros y sus familias. Como dice un proverbio africano, “para educar a un niño hace falta la tribu entera”. Hace tiempo que sostengo que los verdaderos, más intrínsecos e irresolubles, problemas de la educación tienen su solución fuera del sistema educativo. Si hasta ahora los medios de comunicación para las masas tenían una responsabilidad enorme por la capacidad de (de)formar a los jóvenes, responsabilidad que siempre han eludido en aras del beneficio pecuniario, en la era de internet, que es un medio de masas para las masas, todos y cada uno de los individuos tienen esa responsabilidad para con la sociedad. Bien es cierto que no todos los ciudadanos pueden formar de manera adecuada, pues por desgracia muchos no siquiera son buenos ciudadanos, pero aquellos que comparten los ideales de justicia y libertad deben pasar más allá de la exposición “de boquilla” de esos valores y vivir conforme a los mismos. Su ejemplo es la mejor educación. Y si lo comunican de manera activa y adecuada mejor aún.

Bueno, quizá algún día de éstos continúe analizando algún otro punto del documento, pero por hoy es suficiente. Recordar para finalizar que tanto los que sólo hablan de “excelencia” como los que se empeñan en la inútil y sobrevalorada pedagogía logsiana, y que en realidad están llevando a cabo un debate ideológico y político y no educativo, están discutiendo sobre el sexo de los ángeles y no le hacen ningún bien a la situación. Esperemos que reflexionen y esto sea un punto de partida.

¿Véis? Es lo que pasa por comenzar una entrada un día y publicarla dos días después. Ya hay respuestas a la propuesta. Y, por desgracia, parece que los peores presagios, de nuevo, se cumplen. El primero, el ínclito Rascón, presidente de la dudosamente representativa CEAPA, y al que ya dedicamos un artículo (aquí), dice que no lo ve, no lo ve. Que no se les da un papel preponderante a los padres. ¡Pero si una de las principales causas del fracaso del fracaso educativo es que los padres “se han borrado” de la educación de sus hijos! Poco se puede esperar, de todas formas, del que me temo es un “profesional” de la burocracia y el combate ideológico (ideo-ilógico más bien) que ha demostrado varias veces que lo único que le interesa es que se cumplan sus planteamientos a rajatabla y poco más. El segundo Rajoy, que ha acusado al ministro de dejarse presionar por su partido y finalmente no ofrecer algunas propuestas que consideran básicas desde el PP, y que con las que supuestamente está de acuerdo el ministro. ¡Pues cuéntalas, Mariano, no tires la piedra y escondas la mano! (me ha salido un pareado sin haberlo preparado). El único que, a mi entender, ha entendido la importancia de la situación, ha sido el presidente nacional del sindicato docente ANPE, que, aunque señala que habría que discutir algunos puntos, tanto el documento como la predisposición es la adecuada. Así, sí. A ver si van tomando nota.

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viernes, 9 de abril de 2010

Respuestas increibleblebles (VIII)

Tras la Semana Santa, otra nueva entrega de las Respuestas Increibleblebles. En este caso vamos a centrarnos en confusiones sin importancia, ligeras equivocaciones, infinitesimales alteraciones de la realidad histórica. Es normal sobre todo en exámenes de septiembre, que claro, tanto, tanto han estudiado que por pequeñas inexactitudes no se les va a condenar. Algunos ejemplos de estas pruebas extraordinarias donde el estudiante se juega el paso al curso siguiente, en este caso de Bachillerato (ojo, que la pregunta era para pillar, ¿eh?) son los siguientes:

“Napoléon: persona perteneciente al siglo XV que creía poder llegar hasta Asia navegando hacia el Oeste”

Claro, que estas erratas las puede cometer cualquiera, Napoleón, Colón… ambos terminan en –on al fin y al cabo. Hay confusiones más “elaboradas”:

“Napoleón: fue el que descubrió América pero le dijeron que estaba descubierta. Y cuando murió se enteraron que todo lo que habían dicho de que estaba descubierto era mentira”

Desde luego, pobre Napoléon, que descubre lo que no descubre porque ya estaba descubierto, pero después se niega que estuviese descubierto, pero claro, como ahora ya no está descubierto él tampoco lo ha descubierto. Normal que de la frustración le diese por conquistar Europa entera, al chaval.

Esta necesita una explicación. En el examen se preguntaba el Tratado de Tordesillas (ya sabéis, aquel por el cual Castilla y Portugal se reparten las tierras del Nuevo Mundo), pero el alumno/a decide responder, por su cuenta y riesgo, el de Alcaçovas-Toledo (lo cual quiere decir que habría estudiado, ¿no?, al fin y al cabo, este acuerdo entre castellanos y portugueses da carpetazo a la guerra civil castellana en 1479; sin embargo, no es oro todo lo que reluce):

“Tratado de Alcaçovas-Toledo (recuerdo que en el folio del examen ponía Tratado de Tordesillas): es un tratado por el cual España deja entrar a las tropas napoleónicas de Colón que se dirigen a Portugal”


Y esa que por quítame allá unos años, o unas décadas, o tres o cuatro siglos, qué más dará:

“Tratado de Tordesillas: 1494. Tratado mediante el cual los representantes del absolutismo hacen firmar a Isabel II la constitución de 1812”

El caso es que la fecha del Tratado la clava, aunque la coherencia interna de la respuesta deja algo que desear…

Ya que se ha hablado de Napoleón, continuemos con él. Recordad que llegó al poder gracias al golpe de Estado del 18 Brumario del calendario revolucionario (9 de noviembre según nuestro calendario gregoriano), acabando con la época del Directorio e inaugurando el gobierno del Consulado. Al inquirir en una prueba sobre tal acontecimiento, nos encontramos con esta surrealista respuesta:

“Golpe de Estado de 18 Brumario: se hizo en el consultorio, había dos golpes, el de 3 brumarios y el de 18 brumarios”.

Para terminar, apuntamos hacia otro de esos conceptos básicos de la historia de los dos últimos siglos: el Marxismo. Fruto de la mente de Marx en colaboración con Engels, ¿podríamos afirmar que…?

“los iniciadores del marxismo fueron dos un alemán judío y su amigo Ángel”

La confianza que cogen los alumnos de tanto estudiar historia. Como aquel jugador del Betis llamado Faruk Hadzibegic al que la afición llamó Pepe, no se conforman con castellanizar el nombre de pila del colaborador de Marx, usando el viejo y elegante “Federico Engels”, sino que han llegado a tal nivel de complicidad con los personajes que estudian que directamente le bautizan como Ángel… el amiguete Ángel… Angelito. Supongo que el amigo sería “Charly” o “Carlitos” Marx.

¿Y qué nos legó Marx y su pensamiento? Entre otras cosas, el materialismo histórico, un marco teórico aplicable a la historia humana con la intención de analizarla científicamente. O al menos, eso pensaba, hasta leer lo siguiente:

“ Materialismo histórico: se da durante el marxismo y consiste en que la gente de la epoca solo se preocupaba de tener dinero embezde querer libertad como reibindicaba Marx”

Por la ortografía y sus inquietudes revolucionarias éste será un gran autor de pintadas callejeras, seguro.

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martes, 2 de marzo de 2010

Tonterias una detrás de otra (así nos va, y nos seguirá yendo)

Parece que se está en el buen camino para alcanzar el “pacto educativo”. Buena noticia. Lo que de él salga miedo me da, pero tampoco seamos así y confiemos en nuestros políticos, por más que no nos hayan dado motivos para hacerlo. El ministro de Educación, al que he criticado en varias ocasiones, en este caso merece un aplauso por poner en marcha esta iniciativa, a ver si de una vez por todas conseguimos una ley educativa realista y útil, y dejamos de utilizar la educación como arma política. Esperanzas de éxito tengo pocas, pero bueno, démosles el beneficio de la duda.

No voy a valorar las propuestas que ya han salido (itinerarios distintos en 4ª de ESO, reducción de materias y de profesores por curso, etc.), que ya habrá tiempo. Me voy a detener hoy en los sujetos y sociedades que pululan alrededor de la educación y que son uno de los grandes escollos para lograr una ley provechosa y eficiente (como han sido, claro, grandes culpables de la situación actual). En el diario El País se refieren así a ellos: Hace unos días, Ceapa, mayoritaria en la escuela pública, se quejó junto a otros grupos de izquierda (IU, el sindicato Stes, Sindicato de Estudiantes o Europa Laica, entre otros) del poco caso que se les estaba haciendo en la negociación del pacto educativo. Vamos a analizar la noticia. Lo primero que sorprende es la calificación de la CEAPA como “grupo de izquierda” (al menos así entiendo yo la redacción que hace el periodista; es más, en su web se definen como “progresistas”… jejeje… yo es que ya cuando leo este adjetivo no me puedo aguantar la risa). No creo que sea lo más adecuado para una asociación de padres y madres de alumnos significarse políticamente de manera tan clara, pues a mi parecer les quita (mucha) representatividad. Que se hagan llamar CEPAPAI, es decir, lo anterior, pero de Izquierdas, pues así se identifican otras asociaciones de Padres y Madres como la CONCAPA (católicos, y políticamente incorrectos, porque no incluyen lo de Padres y Madres, ya que la expresión “padres” es machista, por mucho que siempre se haya utilizado para ambos progenitores, perdón, para el progenitor y la progenitora). Vemos como éstos grupos se quejan de que no se les consulta, lo que puedo entender en el caso de la CEAPA, IU, y el sindicato STES, pero por aquí aparecen de nuevo unos viejos conocidos míos, los del Sindicato de Estudiantes. Esta asociación es un claro ejemplo de las miles de sociedades paniaguadas por las administraciones públicas, de nula representatividad y utilizadas por algunos partidos como arma política cuando les interesa. De momento lo de sindicato de estudiantes es una contradictio in adjecto, y segundo, por lo que reclaman, cuándo lo hacen, y sus medios de actuación, deberían cambiar su nombre por el de Sindicato de Malos Estudiantes, ya que jamás han hecho ninguna propuesta para mejorar la calidad de la educación más allá de la demagógica y vacía “apuesta por la educación pública y de calidad”. Y los de Europa Laica, a saber quiénes son. Supongo que el gobierno les tendría que consultar igual que tendría que hacerlo con la Asociación para la Defensa y Conservación de la Salamandra Mexicana o la Chirigota “Los Pelendengues”.

Pero vamos con la “tournée” de entrevistas que hizo el presidente de la CEAPA, Pedro Rascón, en varios periódicos (he leído las de El País, La Vanguardia y La Región de Orense). De momento se queja “de que no se les ha consultado”, cuando de momento, que yo sepa, sólo se trata de una propuesta del ministro cuyos únicos contactos han sido con el principal partido de la oposición. Claro que seguramente el señor Rascón piensa que es más importante que el ministro le llame antes que al PP, porque al fin y al cabo él representa a todos los padres y madres buenos, (ergo progresistas) de España y el PP a los malos.

En cuanto a sus declaraciones, lo primero que hace es asegurar que la mala educación en España es un mito. Que no estamos tan mal. Que comparados con otros… que los chavales de ahora saben tanto o más que los de hace veinte años. Que “tienen estudios” que lo demuestran, pero claro, no los muestra. Vale. A esto le respondo que yo no tengo estudios, no, sólo mi experiencia. Y que ésta me dice que los chavales de 16 años, en su mayoría, no saben leer correctamente (y mucho menos entender las ideas que transmiten) y mucho menos escribir con corrección. Pero son más adecuados y reales sus estudios, seguro.

Posteriormente, este señor vuelve sobre una de las imbecilidades establecidas como verdad absoluta desde hace tiempo en el sistema educativo. De momento, él tiene la solución a los problemas de la educación: “En muchos institutos, la secundaria se sigue dando como en el siglo XIX, con un profesor que suelta el rollo y dice: Pasado mañana, examen”. Venga, vale. Es lo que tiene el siglo XIX, que nos vale para criticarlo todo. Dudo mucho de que este señor sepa cómo era la educación en el siglo XIX, y de si sabe algo sobre la historia de ese siglo (si conoce la historia decimonónica le puedo asegurar que es porque estudió en otros tiempos, y no ahora). Pero vamos, que la crítica “es como en el siglo XIX” es bastante boba. La de cosas que se hacen como en el siglo XIX, y son muy adecuadas… y la de cosas que se hacían mejor hace dos siglos (cocinar, escribir, convivir, y más…). Es que los del XIX eran gilipollas o qué. Seguramente dentro de unos años digan, “lo hacen como a principios del XXI”, y ahí sí que tendrán razón, porque más estupideces por hora no se pueden decir. La verdadera ventaja de la educación actual con respecto al pasado es que el derecho a ella (otra cosa es que se ejerza) es universal. Además, ¿a qué se refiere con que es como en el XIX? ¿Sólo a lo del “rollo”, no? Porque que yo sepa no utilizamos “castigos físicos”, ni ponemos orejas de burro a los alumnos, ni los ponemos con los brazos en cruz (con perdón), ni nada de eso, pero vamos, que si se puede avisen, que ganas no faltan.

Como siempre, me estoy yendo por las ramas. La verdad absoluta implantada de forma dogmática en la educación a la que me refería, es esa del “rollo y el examen”. Porque claro, aquí todos semos mu modernos y progres pero para dar titulares y dictar sentencias, pero no para trabajar a diario y aplicar esos bálsamos de Fierabrás educativos. No voy a hablar de otras materias, sólo de una de las mías, la historia (la otra sería la geografía). Para enseñar historia hay que “soltar el rollo”. Punto. No hay más. Otra cosa es cómo se suelte, qué otras actividades se acompañan, etc. pero el rollo hay que soltarlo. Sólo se podría sustituir por la lectura de ciertos materiales, lo que es difícil teniendo en cuenta que los chavales y chavalas, como se ha dicho, en su mayoría no saben leer (entendido esto como aprehender las ideas y conceptos que un texto les quiere transmitir). Se puede y debe complementar la explicación teórica con apoyo audiovisual, actividades de toda índole, y todo lo que quiera, pero el rollo hay que contarlo, oiga usted. Los habrá que lo expliquen muy bien y dé gusto oírlos y otros más malos que pegarle a un padre con un calcetín sucio, como es mi caso (en lo relativo a malo, no a lo del calcetín), pero el rollo se suelta y no hay otra manera de enseñar historia, al menos a nuestros alumnos. Ya me gustaría a mí tener unos discípulos a los que recomendar una bibliografía y que ellos mismos se construyeran sus conocimientos, ya, y que la clase sólo sirviera para debatir sobre las distintas visiones historiográficas de los acontecimientos y la validez de los modelos de interpretación propuestos, pero va a ser que no, me temo. Además, que “el rollo”, como él lo llama, no es tal rollo, al menos para mí. O no debiera serlo. La importancia de la historia, como elemento conformador de la capacidad crítica del individuo e instrumento para entender el mundo que nos rodea en sus cuatro dimensiones es básico. Claro que seguramente al señor Rascón le convenga más que los jóvenes se conviertan en ganado acrítico y manipulable con el fin de seguir impartiendo dogmas artificiales y vacuos por más grandilocuentes que suenen para poder seguir chupando del frasco carrasco. Por eso también hace uso del discurso del estudiante inmaduro y vago, cuando dice que los conocimientos que se les imparte a los alumnos “no son cercanos a ellos, no les son familiares”. Vamos, como todos los que hemos sido niños, y, como tales, preferíamos ver la tele y jugar con los amigos a estudiar y hacer los deberes, y como queja y excusa decíamos aquellos de “y esto para qué lo quiero saber yo”, que además valía para todo: matemáticas, historia, lengua, plástica… Claro que si tenemos adultos que ya de por sí ponen en duda el valor intrínseco del conocimiento como conformador de ciudadanos y ciudadanas verdaderamente libres más allá de sus fines utilitaristas, creo que se están “retratando”.

Ahora que el señor Rascón se meta en mi clase y explique el siglo XIX español, del que parece que sabe mucho. A ver qué pasa. Claro, que, de nuevo otras estupidez supina, abunda en estas ideas peregrinas que se han grabado a fuego en la pedagogía de moda y critica la existencia de exámenes. Claro. Y lo justifica porque, como dice la LOE, no hay que enseñar conocimientos, sino que los alumnos tienen que adquirir competencias. Eso de las competencias es la última panacea del sistema. Para los no avezados en el asunto, ejemplos de competencias son la competencia en comunicación lingüística (leer y escribir, comprender la realidad, comprender y saber comunicar…), competencia en aprender a aprender (tener conciencia de aquellas capacidades que entran en el aprendizaje como la atención, la concentración, la memoria, la comprensión o la expresión lingüística; saber autoevaluarse y autorregularse y blablablá), y la joya de la corona en CLM, la competencia emocional (formación del autoconcepto del individuo y desarrollo de la autoestima, “el conocimiento de las posibilidades, el uso de un lenguaje autodirigido positivo, y de un estilo atribucional realista contribuyen a facilitar las actuaciones naturales y sin inhibiciones en las distintas situaciones que le toca vivir”; por cierto, en esto que he copiado literalmente de la ley, el Word me las marca como si no existieran). ¿Cómo valorar el grado de consecución de estas competencias? Según los gurús del sistema, por inspiración divina, un examen o prueba, nunca. Así, claro, los resultados serían mejores. Inmejorables, vamos. Al menos las cifras, porque lo que serían los resultados, los de verdad, las competencias, conocimientos o como quieras llamarlos que verdaderamente hubiesen adquirido los alumnos o alumnas, serían casi nulos. Pero las cifras… las cifras cojonudas.


Por supuesto, igualmente echa mano de la falta de motivación de los alumnos para explicar que no estudien y no sepan hacer la o con un canuto. Pues sí, están poco motivados, sobre todo porque gracias a gente como él el trabajador y responsable consigue exactamente lo mismo que el vago irrespetuoso; eso sí que es desmotivar, despreciar el trabajo y el sacrificio personal y considerar que todo el mundo es igual y merece lo mismo (que la final es nada) haga lo que haga. Entre estudiar y tocarse los cojones todo el mundo va (vamos) a escoger lo segundo, por lo que la única motivación para el trabajo y el sacrificio personal debería ser lograr ciertas recompensas académicas, sociales, materiales y económicas que gracias a organizaciones como la CEAPA o el Sindicato de Estudiantes (jejeje) no existen porque son “excluyentes” y “discriminatorias”. Vosotros sí que sois discriminatorios y excluyentes… con el sentido común, vividores del cuento cierrabares y chupasubvenciones por la patilla. Pero no, en este país los recursos se (mal)gastan en los que nada quieren hacer, mientras que los buenos estudiantes se debaten entre la indiferencia de las administraciones, el rechazo de sus compañeros y la impotencia del profesorado. Reconozco por tanto que un buen estudiante en la actualidad tiene muchisísisisimo más mérito que antaño, porque prácticamente lo hace “por amor al arte”, o porque es tonto, con perdón, si cree que su esfuerzo le va a suponer algún tipo de compensación aparte de la satisfacción personal, al menos en la etapa educativa obligatoria. Pero vamos, no seré yo quien los desanime, pues esa satisfacción personal es bastante más valiosa que la aceptación de mediocres e incompetentes como los perpetradores de nuestro sistema educativo y sus mamporreros.

Se le pregunta la Señor Rascón sobre la posibilidad de dotar de autoridad pública a la figura del profesor. Respuesta: “Creo que es plantear una escuelas bajo una óptica parapolicial. No se puede gobernar a golpe de porra o a golpe de decreto. La escuela tiene que ser un lugar democrático donde haya libertad y donde exista respeto, un lugar en el que se inculquen valores a los jóvenes y a los niños. Todo eso no se puede hacer por decreto, sino que tiene que ser el profesor el que se gane día a día el respeto a sus alumnos”. Una gilipollez detrás de otra. La escuela un lugar democrático, claro, si quieres hacer los deberes, los haces, si no, no. Si quieres levantarte en medio de la clase e imitar el sonido del ornitorrinco en celo, pues oye, es la voluntad de cada uno. Mientras el profesor le explica a este alumno que no se deben imitar los sonidos de llamada al apareamiento de los animales, no sea que alguno se presente y te viole, otros dos alumnos discuten democráticamente, pues de ambos es la decisión de hacerlo a golpes, sobre la propiedad de una goma de borrar, y otros dos más allá se dedican a desestructurar democráticamente el mobiliario público, que para eso es público. Pero todo muy democrático, eso sí. Y los profesores, además, debemos ganarnos el respeto de los alumnos. Yo pensaba que en una sociedad democrática, ya que tanto gusta la democracia a este señor, el respeto era algo inherente al individuo, no algo que debía ganarse. Pero se conoce que la democracia es algo que se puede aplicar a discreción, y es válida para unos pero no para otros. ¿Deben ganarse el respeto también los alumnos’ ¿Y los padres? Porque el señor Rascón, padre (supongo) no ha hecho ni dicho nada por lo que se haya ganado mi respeto, sino más bien al revés, y aún así se lo tengo, algo que ha de agradecer a la educación malsana y antediluviana que me dieron en los años de la EGB y el BUP, y, lo que es peor, en un colegio de curas, que mi padre era de los malos y me mandó allí a ver si alguno me metía mano (que ya es raro, porque yo estaba hecho un primor, regordete, hermosote, un caramelito para cualquier cura o fraile viciosillo, que sabemos que lo son todos).

Para terminar, se le cuestiona sobre la polémica de los crucifijos en las aulas. Polémica totalmente artificial e interesada, porque yo no he visto un solo crucifijo en los muchos institutos de CLM que conozco, pero bueno. Dice que está de acuerdo con que se retiren los crucifijos, pero después se le inquiere sobre el caso del velo, y responde: “Es distinto. En algunos casos sí es cierto que son símbolos religiosos, pero en otros sólo expresan elementos culturales… Bwahahahaha… qué bueno es este hombre, no sé cómo no lo fichan en el programa ese de los chistes de Antena 3. Sin comentarios, de verdad.

Terminar con esa tautología que hizo popular Forrest Gump. Todos sabéis cuál es. Pues es perfectamente aplicable al señor Rascón. Con todos los respetos y democráticamente, eso sí. O eso, o es un sinvergüenza… y no sé qué es peor.



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