martes, 5 de mayo de 2009

Cerca de las Estrellas: Larry Bird (I)

Toca. Si hablamos de Magic Johnson hace un tiempo, es de justicia que ahora le toque a Larry Bird. Magic y Bird, el inicio de la gran época de la NBA. Ya dijimos que la mayoría de los aficionados a mediados de los ochenta eran de los Lakers o de los Celtics, es decir, eran de Magic o de Bird. Larry Bird fue un jugador muy particular: blanco cuando los jugadores de color ya eran mayoría (y más aún entre las estrellas de la liga), tímido y sencillo cuando la NBA comenzaba a participar de los excesos del star-system; de complexión normal cuando el músculo se imponía sobre las canchas. También eso hace a los genios: la diferencia. Seguramente no ha existido ningún jugador que le supere jugando bajo presión, en esos momentos donde se deciden los partidos y los campeonatos, que “separan a los hombres de los niños” (si acaso, a su nivel se encontrarían Jordan y Reggie Miller). Un mito. Un héroe. Larry Bird.

Larry Joe Bird nació en la “América profunda” y más deprimida, en la pequeña localidad de West Baden Springs, estado de Indiana. De familia pobre, las dificultades económicas hicieron que pasase su infancia a caballo ente su pueblo natal y el vecino de French Lick. Precisamente en este lugar cursó estudios de secundaria en la Spring Valley High School. Esto le valió el primer sobrenombre con el que fue conocido The Hick from French Lick (El paleto de French Lick). Únicamente los esfuerzos de su madre y la ayuda de sus abuelos sacaron a la familia adelante. Las dificultades económicas y personales se incrementaron debido al alcoholismo de su padre, que provocó el divorcio y el posterior suicidio de su progenitor cuando Larry contaba con 18 años. Sin embargo, teniendo en cuenta la vida que le había dado a su madre y a sus hermanos, Larry no soltó una sola lágrima por él.

En el instituto ya comenzó a despuntar, y se convirtió en el mejor anotador de la historia del centro. Bird siempre ha agradecido a su entrenador de instituto, Jim Jones, el apoyo y las facilidades que le dio para convertirse en un gran jugador de baloncesto. Antes de comenzar las clases por la mañana Larry se levantaba temprano para acudir al gimnasio y practicar, en los recreos ensayaba tiros a canasta, y tras las clases se quedaba hasta tarde de nuevo en el gimnasio entrenando primero con los compañeros y luego sólo. Volvía a casa, realizaba los deberes y se acostaba para al día siguiente volver a levantarse temprano y acudir al gimnasio antes de clase. Actualmente su instituto está situado en la calle que lleva su nombre, el Larry Bird Boulevard de French Lick.

Aunque varias universidades se fijaron en él, parecía claro que Larry Bird tendría su sitio en la prestigiosa Universidad de Indiana, que tenía el mejor programa de baloncesto del país y cuyo equipo, los Hoosiers, dirigía el mítico Bobby Knight, el mejor entrenador universitario de la historia. De todas las ofertas de beca que tuvo, Bird optó por ésta, la más lógica. Así, pasó de vivir en un pequeño pueblo de 2000 habitantes a un campus con más de 30000. Aunque el entrenador tenía mucha confianza en sus progresos, el cambio de vida fue excesivo para el chico de pueblo. A esto se le unieron las dificultades económicas, ya que a veces tuvo que llevar ropa de su compañero de habitación Jim Wisman, que incluso tuvo que prestarle algo de dinero, y el degradante trato que recibió de la estrella del equipo, Kent Benson. Agobiado y deprimido, decidió sin haber pasado un mes hacer las maletas y volver a su pueblo. Y así lo hizo sin decirle nada ni a su entrenador ni a su familia. Tampoco Bobby Knight hizo nada para retenerle: “tenía muy buenos jugadores que querían estar donde estaban y estaba construyendo un gran equipo. No supe lo que Bird podía llegar a ser hasta su año junior en Indiana State”.

De regreso a French Lick, fue desempeñando algunos trabajos para la administración local, como pintar bancos o cortar el césped. Transcurrido un año, decidió acudir a una universidad mucho más pequeña, la Indiana State University. El primer año no pudo jugar con el equipo de baloncesto de la universidad, los Sycamores, al haber cambiado de Universidad, pero en los dos años siguientes transformó un equipo mediocre en un equipo campeón. En 1979, el último año que jugó en la universidad, llevó a su equipo a la final de la NCAA, en lo que fue su primer encuentro con la otra gran promesa del baloncesto norteamericano, Earvin “Magic” Johnson, enrolado en los Spartans de la Universidad de Michigan State. En esa final, la más vista de la historia de la NCAA, fue Magic el que se llevó el gato al agua. Pero sólo constituiría el primer choque de un mítico enfrentamiento que pasó a la historia.




Larry Bird fue seleccionado con el número 6 del Draft de 1978 por los Boston Celtics, aprovechando una treta legal que permitía ser elegido un año antes de terminar sus estudios. El mítico Red Auerbach (entrenador con más anillos de campeón de la NBA, nueve, record sólo igualado por Phil Jackson), jefe de operaciones de los Celtics, tuvo sin embargo que esperar un año para contar con el jugador, ya que sus intentos por convencerle para que no terminase sus estudios y comenzara su carrera profesional no tuvieron fruto.

Cuando inició su etapa como Celtic, en la temporada 79-80, su impacto fue inmediato. El equipo pasó de una marca negativa de 29-53 el año anterior, a cosechar la mejor marca de la NBA en esa temporada con 61 victorias y 21 derrotas. Lideró a su equipo en anotación, con 21´3 puntos por partido, y logró 10´4 rebotes de media. Estas cifras le supusieron ser elegido para el primero de sus doce All-Stars (todas las temporadas en las que jugó en la liga) y recibir el galardón de Rookie del año, en dura pugna con su némesis Magic Johnson, que ese año debutaba con Los Angeles Lakers, a los que llevó al título campeones. El equipo de Boston llegó a las finales de conferencia, siendo derrotado por los Philadelphia Seventy-Sixers del gran Dr. J (Julius Erving).

Al año siguiente los Boston Celtics se hicieron con los servicios del pívot Robert Parish y el ala-pívot Kevin McHale, conformando uno de los juegos interiores más poderosos de la liga. Éstos, junto a Bird, conformarían la base de los míticos Celtics de los ochenta.

En esta segunda temporada, los de Massachussets se encontrarían de nuevo con los Sixers del Dr. J en las Finales de la Conferencia Este. Parecía que la historia se iba a repetir cuando los de Philadelphia se pusieron con un 3-1 a su favor en las series. Sin embargo, los Celtics lograron remontar, lo que les catapultó a la disputa de las Finales de la NBA. En esta primera final se impusieron a los Houston Rockets de Moses Malone, consiguiendo así el primer anillo de los tres que ganaría Bird a lo largo de su carrera. El MVP de esas finales fue Cedric Maxwell, que junto a Nate Archibald y la tripleta Bird, McHale, Parish, conformaron la base de ese primer equipo campeón entrenado por Bill Fitch.

Las dos siguientes temporadas, a pesar de hacer un buen papel, los Celtics defraudaron un tanto al caer en las Finales de Conferencia de la temporada 1981-82, y en semifinales en la 1982-83 con un vergonzante 4-0 frente a Milwaukee Bucks. Esta derrota supuso la sustitución de Bill Fitch por K.C. Jones, clave para los éxitos futuros, al igual que el fichaje del base Dennis Johnson. En 1982Bird fue elegido MVP del All-Star.

Desde su llegada a la liga se había potenciado la rivalidad Bird-Magic, que ya venía desde la universidad (la final del 79) y que enlazaba además con el tradicional antagonismo entre los sobrios Celtics de la puritana Boston y los dinámicos Lakers de la frívola Los Ángeles. Bird había conseguido el anillo en 1981, mientras que Magic ya lo había hecho en 1980 y 1982. Su enfrentamiento en la final de 1984, tras haber sido elegido Bird como MVP de la temporada por primera vez en su carrera, suponía el sello definitivo de una pugna que llevaría a la NBA a las más altas cotas de popularidad de su historia. En esas Finales de la temporada 1983-1984 los de Boston se impusieron a los angelinos en el séptimo y definitivo partido, consiguiendo Bird su segundo anillo y su primer galardón como MVP de las Finales. En las series contra los Lakers promedió la friolera de 27 puntos y 14 rebotes.

En el curso baloncestístico 1984-1985 ambos contendientes se volvieron a ver en las Finales. Fueron los Lakers, sin embargo, los que se llevaron el campeonato esta vez por 4-2. A pesar de este final, Larry Bird fue nombrado de nuevo MVP de la temporada.

Os dejo dos videos sobre la carrera en general de Larry Bird, que destacan en especial su sangre fría en esos "últimos segundos", para que no se os haga muy larga la espera del segundo y último capítulo.





(Continuará...)

4 comentarios:

El confesionario dijo...

Voy a confesar algo que tenía pensado llevarme a la tumba. Larry Bird fue el jugador que me metió en esto de la NBA. Todo el mundo me identifica con Michael Jordan, pero primero fui fan de Larry. Después, me convertí en un chaquetero y adoré al Dios Jordan.

Anónimo dijo...

Larry Bird era puro talento, pura elegancia.
La demostración de que no hace falta atiborrarse a anabolizantes para nada.
Él fijo que no se dopaba, y ni falta que le hizo para marcar una época en el baloncesto mundial.
Los duelos Lakers-Celtics de los 80, sencillamente: insuperables.
Fdo.:Man.

MVP dijo...

Yo creo que un cerca de las estrellas sin una entrada de jordan, no es un cerca de las estrellas

Wayne dijo...

Cierto, pero es que esa entrada, que llegará con el tiempo, me va a llevar muuuuucho tiempo, y aún no me he puesto.