Aunque soy un gran aficionado al cómic, no he sido nunca especial seguidor de las llamadas “comics strips”, traducible al castellano como tiras cómicas o tiras de prensa. Este tipo de comic, acaso el primero que surgió en la historia, tiene gran arraigo en EEUU, donde ninguna publicación periodística que se precie puede prescindir de tener alguna, aunque en España somos más proclives a un humor gráfico en prensa con mayor libertad de composición y centrado en la actualidad. De entre todas las "comic-strips" que he conocido, desde los Peanuts (Snoopy, vamos) a Calvin y Hobbes, pasando por la argentina Mafalda, sólo hay un caso que verdaderamente me apasiona y de cuyas aventuras (por decir algo) y personalidad me declaro ferviente seguidor. Me refiero, por supuesto, al gato Garfield.
Esta creación de Jim Davies, que se viene publicando desde 1978, se basa en la vida de un gato doméstico vago, glotón y egoísta junto a su dueño John, un dibujante despistado, simple como él sólo y desafortunado en amores; y al perro Odie, de entendederas parecidas a las de su dueño (ninguna) y blanco de las bromas de Garfield junto a John. También aparecen de vez en cuando otros personajes, como Pookie, el oso de pelucho de Garfield; Arlene, su novia (o no); Nermal, un pequeño y hermoso gatito y al que Garfield odia; los padres de John, etc.
Desde siempre me atrajo la figura de Garfield, no ya porque me pueda reconocer en él (que en algunos aspectos seguramente) sino porque al fin y al cabo es la culminación del sueño de toda la especie humana: vivir del cuento comiendo y durmiendo todo el día y cuando llega el temido aburrimiento divertirse a costa de los demás haciéndoles la puñeta. Sí, secreto inconfesable que aquí saco a la luz; momento y lugar en que desnudo mi alma ante vosotros; he de decirlo: ¡Yo quiero ser como Garfield!
Cada una de las tiras daría para un extenso análisis y comentario social y filosófico, por lo que tras mostrároslas haré un esfuerzo de reflexión y documentación para ser capaz de sincretizar las enseñanzas vitales que las ideas que impregnan las vivencias de Garfield, gatuno trasunto de la confundida y perpleja existencia humana, y redactarlas a fin de mostraros en cada ocasión una argumentada reseña de cada tira publicada… Nah, es broma, os pongo la tira y nos echamos unas risas. Al fin y al cabo, es la mejor manera de hacer un blog… ¡que el trabajo lo hagan otros!
A partir de hoy, y de vez en cuando, mostraré por aquí alguna de las andanzas de mi querido y envidiado Garfield. Hoy, por ser el primer día, dos tiras:
lunes, 6 de julio de 2009
Garfield, mi héroe
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3 comentarios:
Pues muy bien, cada vez que pongas una tira de Garfiel, con el que efectivamente tienes cosillas en común, yo pondré un parecido o diferencia entre vosotros ¿qué te parece?, hoy como hay dos tiras…
Parecido: Un buen día para ti es aquel en el que nada ha perturbado tus sentidos, ni negativa ni positivamente.
Diferencia: Asumes completamente la responsabilidad de tus actos (o falta de ellos).
Me ha quedado un poco serio…. Otro día será más divertido, lo prometo.
Ejem, colorines, me vas a sacar los "colorines". A partir de ahora me centraré en las tiras en las que Garfield putea a su dueño o al perro, ¡a ver a quién identificas a los buenos de John Arbuckle y Odie!
Cual es. La enseñanza de garfield
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