viernes, 20 de febrero de 2009

Les Luthiers: Madrigal de la moza que fue a lavar la ropa, la mojo, la frotó contra una piedra y la colgó de un abedul.

Aunque aparece un tanto difuso en mi memoria, creo recordar que fue con esta actuación con la que descubrí a Les Luthiers. Un profesor del "cole" nos la puso, y es que a veces los centros educativos ofrecen la posibilidad de descubrir cosas verdaderamente interesantes y no las "tontás" que a menudo enseñamos. Sólo por aquello ha de valorarse el trabajo de aquel maestro, muy criticado por sus alumnos, por cierto, y a menudo con razón. Quien aprecia el "buen humor" de Les Luthiers ya no tiene nada más que demostrar. Las cosas con las que disfrutas, con las que te ríes, las que llenan tu ocio y alegran tu vida, dicen más de tí que todos los diplomas y títulos que puedas obtener. Qué importante es saber apreciar lo bueno de la vida y quitarnos las orejeras (a las de los burros me refiero) que el sistema de consumo de masas nos quiere imponer. Con frecuencia lo mejor sólo lo disfruta, como rezaba aquel lema de La 2, "una inmensa minoría". He aquí un magnífico ejemplo. Qué agraciado me siento de poder ser "heraldo de su genialidad" (¡toma ya!). Parafraseando a los propios Les Luthiers, sólo me queda decir que según los últimos estudios sociológicos llevados a cabo por la Universidad de Wichita, el 50% de los asistentes a sus espectáculos... son la mitad.


2 comentarios:

Anónimo dijo...

jua, jua, jua

Anónimo dijo...

Es cierto, siempre recordaré a aquel profesor por enseñarnos a Les Luthiers... Esto... ¿Cómo se llamaba?