miércoles, 26 de diciembre de 2012

Yo no estuve allí: ¡Ya vienen los Reyes...!

Como estamos en navidad, actualizaré un poquito el blog, pero sin pasarme, que sigo en las mismas condiciones de excesdo de cargos y desesperanza espiritual a las que aludía en la entrada anterior.

Entrando en la (falsa) polémica despertada en los medios de des-información por el libro "La infancia de Jesús" del Papa Benedicto XVI, donde no hace otra cosa que recordar lo que los evangelios narran sobre este acontecimiento (todo lo demás sería cosa de la tradición de 2000 años), y en relación a la cual hemos tenido que soportar gilipolleces como que "el Papa retira al buey y la mula del pesebre" o, peor aún, "los Reyes Magos eran andaluces" (esto último es para estar dándole de palos al periodista hasta el día de Reyes, por lo menos), voy a recuperar una parte de una antigua entrada donde hablo precisamente de esta tradición "tan española" (la de los reyes, no la de que los medios de comunicación tergiversen la realidad, que también)

Los tres Reyes Magos, sí, eso sí viene al caso. Que no eran ni tres, ni reyes. La única mención de la Biblia a estos “visitantes” se hace en el evangelio de Mateo. Su historia de cuenta en el capítulo 2, versículos 1 al 13. En él se cuenta que unos magos (o sabios, depende de la traducción, aunque sin decir el número) llegaron a Israel y preguntaron a Herodes si sabía dónde había nacido el rey de lo judíos. Herodes, celoso de que alguien le pudiera quitar el trono, mandó a estos sabios que siguiesen el rastro de la estrella que les había guiado hasta allí, y que, cuando encontrasen al niño, le avisasen para poder ir a adorarle él también. Los magos siguieron la estrella hasta Belén, entraron en casa del niño, le hicieron sus tres regalos (oro, incienso y mirra) y, avisados por un ángel de las aviesas intenciones de Herodes, volvieron a su tierra sin avisar al taimado rey. ¿De dónde sale lo de tres? Pues parece que debido al número de regalos. Tres regalos, tres sabios. Al menos esto fue así desde el siglo IV. Hay tradiciones, por ejemplo la armenia, donde los sabios/magos, son doce. Y lo de reyes, pues tampoco es seguro. Lo normal sería relacionarlos con la astronomía, pues al fin y al cabo seguían a una estrella, y así hacen los exegetas más rigurosos. Dotarlos de condición real es cosa de la tradición, y se hizo para ajustar la historia con la profecía del salmo 72 de Salomón, donde se dice que al rey de los judíos los reyes de tres naciones traerán tributos (Tarsis, Seba y Sabá) y ante él se postrarán. Pudo ser San Cesáreo de Arlés, en el siglo VI, el primero en “coronarles”. Y no digamos ya lo de los nombres (aparecen “bautizados” ya en inscripciones del siglo VI y son nombrados y descritos por Beda el Venerable, en el siglo VIII, que además contribuye a que se los represente conforme a las tres edades de la vida: Melchor el anciano, Gaspar el adulto y Baltasar el joven), y lo del rey negro, que es la parte más “moderna” de la tradición (a partir del XIV, cuando se identifica a cada uno de los reyes con las tres razas humanas que se conocían: europeos, asiáticos y africanos). Vamos, que esto de los reyes magos se merece un artículo aparte Leer más...

jueves, 13 de diciembre de 2012

Las razones del vacío

Son cinco meses sin actualizar el blog, lo sé. Supongo que ya no queda nadie ahí fuera. Pero "como alcalde vuestro que soy os debo una explicación, y esa explicación os la voy a dar". No escribo nada por culpa de mis hijas, que me tienen muy ocupado, de mis alumnos, que me tienen también muy ocupado, y de Cospedal y Rajoy, que me tienen deprimido. He dicho. Leer más...

martes, 24 de julio de 2012

Cristóbal "nohaydinero" Montoro: hay que tener cara

Una adenda a la última entrada sobre Cristóbal "nohaydinero" Montoro.

Según nos imforma Elconfidencial.com este señor, adalid de la austeridad y azote de los funcionarios, se levanta 1800 euros al mes (el sueldo de un funcionario grupo A de CLM) en concepto de dietas del Congreso a pesar de poseer en propiedad tres pisos en Madrid, en los que, digo yo, podría vivir y ahorrar esos emolumentos al erario público, tan ahíto de liquidez según él mismo cuenta. Hay que tener cara y desvergüenza. Pero vamos, que lo pongo como ejemplo por su protagonismo en defender los "ajustes" (recortes), pero todos hacen lo mismo.

Así que ya saben, cuando escuchen aquello de "es que no hay dinero y por eso hay que recortar en educación y sanidad", que sepan que no, que las "líneas rojas" de los políticos van por otro lado, por el suyo, y ése es el verdadero problema de este país.

No pongo foto porque si uno de los pocos lectores que le quedan a este blog me "regañó" por no actualizarlo y tener que ver a Marcial Marín cada vez que entraba, imagínense si le planto una "arretrataura" del Ministro de "Deshaciendo" Leer más...

jueves, 19 de julio de 2012

Verano 2012: de mentirosos, desalmados y tontos (y miedo, muuucho miedo)

Más abandonado no se puede tener el blog, cierto es. Causas: la multiplicación por dos (o más) de mis deberes paternales con la llegada de la pequeña (y guapísima) Sofía, mi nuevo y casi obligado esfuerzo por aprender inglés, y el desencanto con la situación española, que me tiene sumido en una especie de depresión del guadiana, es decir, que viene y va según el día y la hora, pero que no me anima nada ni a denunciar las animaladas de este gobierno de mentirosos ( y a las pruebas me remito) e inútiles (igual hago) ni a ocuparme de otras cosas que siempre habían sido una vía de escape y disfrute como escribir sobre historia (nuevo objetivo: escribir sobre la monja hispana del siglo IV Egeria, una mujer adelantadísima a su tiempo), deporte (me recordaban hace poco mi compromiso de publicar un "cerca de las estrellas" sobre Jordan) o música. Empero, hace unos días, un buen y viejo amigo, y seguidor del blog me hizo una petición: escribe alguna entrada nueva para no tener que verle el careto a Marcial Marín cada vez que entro a ver si has actualizado algo. Y hoy me he dicho, pues voy a hacerlo, aunque sea brevemente, y de foto, aunque no tenga nada que ver, pongo una bonita playa, cosa que yo no veré este año (y los que queden) por los recortes (y que tó sea esto, que tampoco es que a mí la playa me vuelva loco), puesto que me estoy pasando la vacaciones en casita, pasando calor. Pues hala, ahí va mi entrada de actualidad político-económica de hoy.

¿Cómo puede un país progresar con unos gobernantes que desprecian al 90% de sus gobernados? ¿Cómo va a mejorar la administración pública si tiene al frente a un ministro que insulta, vilipendia y humilla a todos los trabajadores públicos cada vez que abre la boca? De inútiles y desalmados está este gobierno lleno (no seré yo quien se acuerde del anterior, al que ya aludí en su día, pero YA NO ESTÁN, y, por tanto, los de ahora son los responsables de sacarnos del hoyo, y si no, que se vayan), por ejemplo en el caso de CLM la propia presidenta ("Cospedal te odia" se podía leeer el otro día en unas pegatinas reivindicativas de grupos "alternativos", y que en este caso, y aunque no sea lo habitual, bastante acertadas) o el impresentable del consejero de Sanidad Echániz. Pero para tonto, tonto, el ministro de Hacienda, del que yo, tonto como él, tenía en buena estima antes de ser ministro.

Repasemos los hechos:
18 de julio de 2012. Declaraciones de Cristóbal Montoro: "No hay dinero para pagar las nóminas de los empleados públicos"

19 de julio de 2012. Subasta de deuda pública española: "España paga los intereses más altos de la era euro, que no se conocían desde 1997"

¿Es tonto o no es tonto el "ministro lumbreras" diciéndole a lo mercados (algo falso, por otra parte) "préstenme ustedes dinero que no tengo ni pa pagar a mis empleados"? Porque a renglón seguido, éstos mercados, que serán malvados o no, pero lo que no son es tontos, pensarán: "coñe, si no tiene pa pagar a sus empleados, ¿me voy a fíar de que lo que le preste me lo va a devolver"? Pues eso. España, tontocracia, sinvergüenzocracia y aborregamiento general. Y según pasan los años, más.
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sábado, 5 de mayo de 2012

Marcial, tú eres el más grande (El gobierno de Cospedal y los viajes en el tiempo)

Marcial Marín, Consejero de Educación de la JCCM: "a ningún niño castellanomanchego le faltará un pupitre y un maestro". El gobierno de Cospedal, como vemos, apuesta por la educación... de los años 40. Y se habrá quedao tan a gusto el buen señor soltando tal dislate. Es una frase de cine... de cine de Barrio. ¡Con el gobierno de Cospedal, viajes en el tiempo! ¿Se puede pedir mayor avance y modernidad? Los científicos han demostrado que los neutrinos, finalmente, no puden viajar más rápido que la luz, ¡pero el sistema educativo de Castilla La Mancha sí que puede viajar en el tiempo! Vamos chicos, coged el plumier, la libreta, la cartera, los donuts y... ¡todos a sus pupitres! Y al maestro a ver si le lleváis un caldito o unos huevos, que os lo agradecerá, que la cosa está muy mala. El consejero está tan adelantado a su tiempo que ha provocado una curvatura en el espacio-tiempo que ha hecho que al superar la velocidad de la luz viajando al futuro, haya hecho regresar a la educación cuarenta años atrás. Cosas de la ciencia. Mientras tanto, esta semana se ha cargado más de 1100 maestros de infantil y primaria para el curso próximo. Y lo que te rondaré morena.

Mejor tomarse esto a cachondeo, porque si piensas en que el que ha dicho esto es el máximo responsable de la educación en CLM, se te caen los palos del sombrajo.

¡Qué buenos son, los padres peperianos, qué buenos son, que nos llevan de excursión! (al pasado) Y mira que le pegué palos a los Barreda´s Boys, pero es que el refranero español es muuuuu sabio: ¡otros vendrán que bueno te harán!

Pd: pido perdón por la "originalidad" del título de la entrada, es que no me he podido resistir...
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domingo, 1 de abril de 2012

Yo no estuve allí: Ciencia y Religión entre sábanas

El sabio no es el que más respuestas conoce, sino el que más preguntas se hace. La historia del conocimiento humano es la historia de cómo los hombres y mujeres se han planteado cuestiones sobre el universo que le rodea y sobre sí mismos, y sólo la reformulación de las preguntas y el cuestionamiento de supuestas verdades inmutables han permitido el progreso de la ciencia. Una de las críticas que se hacen desde el ámbito científico a la religión es que trabaja con dogmas, a los que si bien desde Santo Tomás de Aquino se les intenta conciliar, en la medida de lo posible, con la razón, no se plantea como un fundamento religioso el poner en constante prueba las propias certidumbres. El desarrollo del conocimiento científico no sólo significó un avance para la propia ciencia, sino también para la religión, al volverla más humana, más sincera y menos supersticiosa, y sobre todo al obligarla a diferenciar claramente cuál es su campo de acción, renunciando a sustituir a la ciencia en aquellos terrenos en los que ésta se presenta más válida a la hora de dar respuesta a lo ignoto. Empero, con el tiempo y el avance del progreso científico, muchos han optado por limitarse a sustituir la una por la otra, eliminando la posibilidad siquiera del hecho religioso al identificarlo con superstición, y pretendiendo considerar , en un osado y pretencioso ejercicio de estupidez, que la ciencia es capaz de resolver cualquier duda y desvelar cualquier misterio de la existencia. Han decidido, en realidad, tomar la ciencia y convertirla en una nueva religión, pervirtiendo sus más profundos principios (la duda metódica y la búsqueda de nuevas preguntas detrás de cada respuesta), y cayendo en la más significativa crítica que ellos mismos esgrimen hacia la religión: el dogma. Así, nos encontramos con una sociedad actual dominada por la incredulidad y el desapego al misterio, presuntuosa y jactanciosa en su propia ignorancia y debilidad, como la actual crisis económica y la secular deriva ética y moral nos demuestra, en la que los sumos sacerdotes de la nueva verdad científica han creado un nuevo Tribunal de la Inquisición destinado a perseguir y destruir el pensamientos religioso, pero que, como la Inquisición católica, en su ejercicio de eliminación de la disidencia acaba igualmente con la propia razón de ser de lo que pretende defender traicionando sus más básicos principios. Presentar la ciencia como una suministradora de verdades absolutas e inmutables es traicionar su más hondo sentido y naturaleza, para convertirla en realidad en la peor versión de la religión, la que no ve más allá de sus propios engaños y paraliza el desarrollo de las sociedades humanas. Fundamentalismo religioso y fundamentalismo científico tienen en común, primero, que ambos conceptos constituyen un oxímoron por sí solos, y segundo, que los que les define, les iguala y les hace perniciosos es el sustantivo y no el adjetivo. Si la libertad del ser humano es el bien más preciado y el único camino para alcanzar la felicidad, no hay nada más opresivo que la verdad absoluta, sea ésta religiosa o científica. Si la religión ha tenido y tiene que aprender que no puede ocupar el espacio de la ciencia, ésta debe considerar que tiene también sus limitaciones, y, aunque no debe renunciar a superarlas, no puede negarlas, pues con esta negativa estará impidiendo su propio avance como instrumento para la expansión del conocimiento humano.

¿A qué bien todo esto? En este blog he abordado a lo largo de estos algo más de tres años algunos misterios y enigmas relacionados con la figura histórica de Jesucristo, especialmente en fechas señaladas como la Semana Santa que por esta época estamos viviendo. Uno de los principales y más controvertidos temas relacionados con la pasión, muerte y resurrección de Jesús es el que atañe a una de las reliquias más famosas de la cristiandad: la conocida como Sábana Santa de Turín. Precisamente por lo complejo, discutido y acalorado del tema he ido dejándolo hasta que tuviese ganas y tiempo, pues son muchos los estudios y las opiniones que apuestan por la veracidad o no de la famosa Síndone de Turín.

Aunque nunca he acabado de decidirme a iniciar una entrada sobre el asunto, sí que he ido con el tiempo leyendo y viendo distintos textos y documentales que versan sobre la cuestión, y más especialmente cuando llegaba la conmemoración anual de la Pasión de Cristo. Y hete aquí que tras incluso ampliar mi objeto de estudio al Santo Sudario de Oviedo, reliquia si bien menos conocida igualmente interesante, me encuentro con una página web que intenta resumir, desde su particular punto de vista, claro, a qué principales conclusiones se puede llegar tras décadas de estudios, análisis e informes contrapuestos. La última conclusión que esgrime el autor, Luis Alfonso Gámez, periodista vasco que trabaja en el diario El Correo y en ETB dedicado a asuntos relacionados con la ciencia y que se autodenomina “escéptico” en general, es la que me ha animado a abordar por fin el tema. La transcribo: “Los creyentes en la sábana santa esgrimen desde hace años que nadie ha conseguido replicarla al 100%. Es una manera como otra cualquiera de desviar la atención de los resultados del análisis del carbono 14. Ignorar cómo hicieron algo nuestros antepasados no es una carta blanca para atribuirlo a extraterrestres o milagros. En este caso, no saber cómo se hizo la sábana santa no cambia el hecho de que el lino con el que está tejida data de la Edad Media y, por tanto, no pudo estar en un sepulcro hace 2.000 años “. Y se queda tan a gusto. Lo escrito por este señor, del que no tengo el gusto, escéptico de pro, tomado como referencia y ejemplo de todos aquellos que agitan las pruebas del C14 realizadas a pequeñas partes de la síndone hace más de 20 años como la demostración palmaria y absoluta de su falsedad, me permite a mí concluir, por otra parte, que su aseveración es profundamente anticientífica y que, si todos pensaran como él/ellos, el conocimiento no habría evolucionado lo más mínimo desde el paleolítico. Yo les llamaría más que escépticos “esclerocépticos”, pues con su forma de ver la realidad, la humanidad estaría esclerotizada, anquilosada, atrofiada. Formaría así parte de una nueva “fe en la ciencia”, secundada por muchos más escépticos (esclerocépticos), que es más impostura irracional que creencia en sí, siendo uno de sus dogmas, para el caso que nos atañe, la seguridad en la infalibilidad de la datación por Radiocarbono. Y no sólo en la infalibilidad de este método de datación, sino que también es/son creyente/s, por ende, en los únicos estudios que se hicieron de unos pequeños trozos que se cortaron de ella en 1988, llevados a cabo por tres laboratorios “independientes” del Reino Unido, Estados Unidos y Suiza, que curiosamente publicaron al unísono sus conclusiones en la revista “Nature”, y que, al contrario de lo que asegura, sí han sido refutados en múltiples publicaciones científicas, a no ser que consideremos científicas únicamente a las que sirven a nuestros intereses. Porque lo cierto es que sí, el famoso estudio dató esas pequeñas partes del sudario entre los años 1260 y 1390, y sí, a partir de ahí los escépticos (esclerocépticos) aseguraron que esto demostraba con una certeza absoluta que era falsa. Fin de la historia. Lo dice el radiocarbono y punto. Muchos de ellos presentan sus conclusiones con locuciones como “todo el mundo sabe…”, “está más que demostrado…”, “no cabe la menor duda…”, lo que suele denotar una intransigencia y obstinación poco saludable.

Por suerte hay gente que no se conforma. Que mira más allá. Que se adentra sin miedo en el misterio. Y empezaron a surgir las dudas, que los apóstoles del cientificismo y el escepticismo (que en cambio, qué curioso, no se muestran escépticos con el estudio mentado) niegan, pero que son múltiples y desde distintos ámbitos. Unas señalan la falta de fiabilidad del propio método de datación, que se ha mostrado equívoco en otras ocasiones, cuando piezas de las que sí se conocía su datación por análisis arqueológicos, paleográficos, históricos o zoológicos demostraban que las fechas datadas con radiocarbono no se correspondían con la realidad. Otras ponen en duda la muestra tomada, que señalan pudiera ser un remiendo medieval, la existencia de los cuales está registrada documentalmente. Una muestra, además, que ha pasado por siglos de manipulación al no estar oculta y por tanto es fácil y entendible que esté contaminada, cosa que no ocurre cuando encontramos algo en una excavación arqueológica en los niveles que corresponden a su época de uso, caso en que el radiocarbono sí es mucho más fiable. Incluso se cuestiona el propio estudio, que tergiversa la solidez del método y del propio análisis realizado, magnificando las cifras de fiabilidad de los análisis llevados a cabo, mostrando por tanto una falta de objetividad inquietante. Pero además surgen más cuestiones que hacen que el asunto esté de todo menos cerrado. Los numerosos estudios llevados a cabo antes y después del referido, en cambio, aportan datos sobre su veracidad. Los análisis paleozoológicos aseguran que se trata de una pieza que ha estado en contacto con flora y fauna de la zona Palestina. Los estudios histórico-antropológicos, que se corresponde a una forma de enterrar a los muertos propia del siglo I de nuestra era dentro de la cultura judía. Los informes forenses, que se trata de un individuo que, por las muestras de sangre que se pueden advertir, y por la forma en que están repartidas por el lienzo ha sufrido un castigo muy similar al que relatan los evangelios, incluidos flagelación y crucifixión. Y después están los problemas que se plantean si aceptamos la datación del C14 llevada a cabo por los laboratorios susodichos. ¿Cómo es posible que en plena Edad Media se llevara a cabo una falsificación que, incluso con los medios científicos y tecnológicos actuales, sería casi imposible hacer? ¿Cómo estos “falsificadores” reprodujeron la anatomía y el funcionamiento interno de un ser humano tan perfectamente cuando aún faltaban más de cuatro siglos para que la ciencia médica avanzara tanto? ¿Cómo pudieron estos malvados artesanos de la mentira lograr las impresiones que se ven en la Síndone, que no se corresponden con ningún tipo de pintura ni de material imprimible conocido hasta ahora? ¿impresoras láser en el siglo XIV? ¿Cómo reproducen aspectos histórico-culturales, como el casco de espinas, desconocidos hasta que la historiografía moderna se interesó sobre esos aspectos? Bueno, claro, siempre podemos echar mano de templarios y de Leonardo Da Vinci, pero eso sería igual de estúpido que sostener en una sola evidencia, la del radiocarbono, frente a muchas otras, la prueba de la falsedad de la Síndone de Turín (y, por ende, del Sudario de Oviedo). Una evidencia, además, que multiplica las dudas y los problemas si la damos como válida, llevándonos a conclusiones que son más acientíficas aún que la que se pretende refutar, como ya se ha explicado.

¿Mi opinión? Que los estudios del C14 no son para nada concluyentes, y que tanto la Síndone de Turín como el Sudario de Oviedo constituyen, más allá de unos objetos de Fe de gran valor religioso, unos enigmas científicos e históricos que aún han de dar mucho juego y representar un reto para las distintas ciencias, erigiéndose así en un privilegiado campo de desarrollo de las mismas. Sin duda, de todas las pruebas presentadas en favor de la falsedad de la reliquia, la que me parece más convincente no tiene que ver ni con un tipo de datación, ni con ningún examen antropológico o histórico. Es, simplemente, la negativa de la Iglesia Católica a prestar la síndone para que sea objeto de los estudios más exhaustivos con el fin de cerciorarnos sobre el origen de la reliquia. Para esta negativa también dan sus razones, aunque me convencen poco. Eso sí, teniendo en cuenta cómo ha defendido la Iglesia Católica el legado de Cristo a lo largo de los siglos, ésta sería una manera más de comportamiento errático (Inquisición, desigualdad de la mujer, cruzada o guerra santa) que tampoco nos puede llevar a pensar en la falsedad de la reliquia que, de ser efectivamente ficticia, estoy seguro que ni siquiera las más altas instancias eclesiásticas lo conocerían.

No voy a ocultar que soy creyente, ni que me encantaría que ambas reliquias fuesen reales (algunos opinan que esto no es compatible, por cierto). Pero esto no es óbice para afrontar con mente abierta y gran interés todo lo que la ciencia pueda decir sobre ellas, sin forzar las evidencias para lograr el resultado que a mí me interese, tal y como parece el empeño de estos “esclerocépticos”.

Tras la milagrosa y definitiva aparición de “los profetas del radiocarbono” se han celebrado decenas de congresos científicos internacionales dedicados al debate, que parece que son inútiles para los “esclerocépticos” que ya han certificado y finiquitado la cuestión, pero yo, en cambio, os invito a sumergiros en tan apasionante misterio, el de la Sábana Santa para lo que podéis acudir a algunas de las siguientes direcciones web.

Para la Sábana Santa:

- http://www.linteum.com/
- http://www.sabanasanta.org/
- http://es.wikipedia.org/wiki/Sudario_de_Tur%C3%ADn
- http://webs.ono.com/sindone/pamenu.htm
- http://blogs.elcorreo.com/magonia/2010/04/10/diez-preguntas-y-respuestas-sobre-sabana-santa/
- http://www.shroud.com/menu.htm
- http://sabanasantaexpo.com/
- http://www.sabanasanta.info/component/content/article/72
- http://www.cuanticas.com/misterio-sabana-santa-turin

Documentales (en los casos en que son diversas partes el enlace es de la primera):

- http://www.youtube.com/watch?v=RM-NGAbSdCc
- http://www.youtube.com/watch?v=lfOsQpbBl3Q
- http://www.youtube.com/watch?v=k_A7nXvOyME
- http://www.youtube.com/watch?v=2yhSfNJruSY&feature=related
- http://www.youtube.com/watch?v=BtymdaoQ4MY&feature=relmfu
- http://www.youtube.com/watch?v=iUFBPbGqskU

Para el sudario de Oviedo (aquí hay menos material, sobre todo crítico):

- http://es.wikipedia.org/wiki/Santo_Sudario_de_Oviedo
- http://chicureo.com/Destacados/sudario.htm
- http://www.linteum.com/el-santo-sudario-de-oviedo.php
- http://logxia.com/revistamilenarios/portal/index.php?option=com_content&view=article&id=137
- http://webs.ono.com/sindone/oviedo1.htm
- http://www.akasico.com/noticia/1390/Religiones-y-espiritualidad/santo-sudario-oviedo.html
- http://www.shroud.com/guscin.htm

Documentales:

- http://www.youtube.com/watch?v=QNvUly9OLiA
- http://www.youtube.com/watch?v=JYoUsqOQjw0&feature=related

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domingo, 18 de marzo de 2012

Sospechosos eternos

Los docentes hemos pasado de ser sospechosos de conductas fascistas que impedíamos con nuestra actitud retrógrada y autoritaria que las medidas puestas en marcha por la progresía educativa desde la LOGSE germinasen en unas generaciones que, como dijo ZP, eran "las mejor formadas de la historia" a ser unos "rojillos" vagos y pervertidores de conciencias juveniles a los que metemos las ideas pseudoprogres que impiden la generación de riqueza en nuestro país al convertir por nuestro desviado ideario y poco trabajo a futuros emprendedores de éxito mundial en sindicalistas paniaguados cuando no en perroflautas antisistema. Y aparte de todo esto, como funcionarios que somos, sumarle lo de vagos redomados. Pos fale, pos güeno, pues dacuerdo.

A mí lo que se me acaba es la esperanza, porque están demostrando que son todos iguales, que en cuanto les interesa agitan los espantajos que más gustan a los "irreductibles" de cada una de las dos Españas: la Iglesia para los pseudo-progres y los funcionarios para los pseudo-liberales. Y así nos va, la educación dejada de la mano de Dios (por mucho que la Cospe se ponga la mantilla para el Corpus) y el país con la única esperanza de que lo compren los chinos.

Mira, al menos una cosa en la que unos y otros se ponen de acuerdo... machacar a los docentes y a la educación, de paso.

Algunos días dan unas ganas de mandarlo todo a tomar por... y no, no pinchéis en "Leer Más..." que no hay más, vamos a dejarlo aquí que aún no he dicho nada de lo que de veras me tenga que arrepentir después.


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martes, 13 de marzo de 2012

Blablabla los chinos, chauchau Laponia

Si son todos una panda de sinvergüenzas. Los que estaba antes, por lo que han dejado, que ojo lo que han dejado, y de lo que nos estamos enterando con el tiempo. Los de ahora, porque se han dedicado, al menos en CLM, a incumplir con sus compromisos electorales y con una indecente soberbia machacar a todo lo que les huele a "rojillo" (funcionarios). Y los sindicatos, la madre que les parió a los sindicatos, ésos son para darles de comer aparte. Después de décadas agarraos a la mamandurria chupando del frasco carrasco, despilfarrando dinero de todos, ahora se hacen los ofendidos y quieren salir a la calle (bueno, que nosotros salgamos a la calle, ellos siempre lo han estado, sino de manifa, pues de cañas o de compras) no para defender a los trabajadores sino para mantener sus privilegios y sus influencias. Que no digo yo que la reforma laboral esté bien, que no entiendo, pero si es parecida a lo que ocurre en otros sitios de Europa, pues tampoco creo que sea el apocalipsis, porque con la anterior la realidad es que tenemos más de 5 millones de parados con un índice de paro que supera en más del 10% el de cualquier otro país desarrollado.

Pero claro, abren el melón de la reforma laboral, y salen periodistas "liberal-conservadores" y empresarios, con el blablabla y el chauchau más demagógico. Estos últimos, los empresarios que hablan, digo, suelen ser de dos tipos: o empresarios burócratas (mindundis que han medrado en las organizaciones empresariales) o "grandes empresarios" que han sabido aprovecharse de las leyes pensadas para las pequeñas empresas para crear imperios y aniquilar a la competencia (véase los concursos de acreedores, que han pasado de ser en origen "no vamos a machacar a este pobre hombre embargándole lo poco que le ha quedado cuando su pequeña empresa se ha venido abajo, que al fin y al cabo se queda, como sus trabajadores, con una mano delante y otra detrás" a "coge el dinero, corre, y los que vengan detrás que arreen, que yo creo otra empresa que poder arruinar mientras sigo ganando dinerito fresco sin ningún tipo de responsabilidad").

El caso es que las palabras de estos opinadores que hablan de a ver por qué no aumentar la jornada laboral, que al fin y al cabo si hay gente que trabaja 14 horas al día porqué los demás no, y que ellos han hecho su fortuna con duro trabajo sin reclamar nunca nada y sin tener vacaciones, o que si los chinos "patatín patatán", o los suecos "patatín patatón en Laponia", me recuerdan a un sketch de los Monty Python que ya introduje aquí en la sección "monty pythoneando" pero que ahora recupero para ilustrar este rincón "yo soy el que más trabajo y los demás sois unos vagos malacostumbrados" de la actualidad.


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miércoles, 7 de marzo de 2012

Reestreno, que no refrito

Sí, sí, ya lo sé, abandonadico tengo el blog, ¡pero es que no tengo tiempo! Pero recordad que quien quiera me puede seguir en twitter @increiblebleble.

A lo que iba: voy a "reestrenar" dos entradas antiguas de la sección "Yo no estuve alli" (cuánto tiempo sin escribir ninguna, madre mía), porque ante mi ausencia del instituto mañana por la mañana a primera hora (tocan "tocos" con mi mujer, que Sofía está a punto de llegar) les he dejado de tarea a mis alumnos que las lean, y como no me fío de que las encuentren, o que se pongan a ver el video de los ninjas en vez de lo que deben (alguno lo hará), las pongo en la portada. ¿Que por qué aviso? ¡Para que nadie me acuse de rellenar el blog con "refritos" de antaño! que quede claro. Esto es un reestreno, como las pelis buenas, buenas de verdad. He dicho. Leer más...

Yo no estuve allí: Jesse Owens

1936. El águila imperial alemana está dispuesta a extender su sombra sobre Europa. Un hombre, más alto de lo que la historia le ha reconocido (1´73 m.), quiere mostrar al mundo la gran verdad de la que se ha convertido en profeta y mesías: la superioridad de la raza aria. Una vez el planeta haya asumido su supremacía, será más fácil conseguir sus objetivos y modelarlo según la única ley natural, negada por la infame civilización judo-cristiana: la ley del más fuerte. No es la excusa de un dirigente ambicioso para conseguir sus egoístas objetivos, no es una patraña urdida por un político que quiere medrar a toda costa, es una verdad luminosa y clara en su mente y que ha de guiar a la humanidad a un nuevo estadio de progreso y civilización. Sus compatriotas, la nación elegida para dirigir el mundo, ya lo han comprendido. Es hora de explicárselo al resto de la especie humana.

Berlín. Primero capital del Estado de Brandemburgo, dentro del Sacro Imperio Romano Germánico, el Primer Reich. Luego, capital de Alemania tras la unificación bajo el kaiser Guillermo II, el Segundo Reich. Ahora, capital de la nueva Alemania, la Alemania nacionalsocialista, el Tercer Reich. Pronto, según los planes del Führer del pueblo alemán, será la capital del mundo.

Los Juegos Olímpicos. En la Grecia clásica, fiestas religiosas, culturales y deportivas en ofrenda a los dioses. Los ganadores de los concursos deportivos eran los elegidos para la gloria, pues su nombre y fama se extendían por toda la civilización (griega, por supuesto, pues no podían entender la existencia de otra). Una competencia por la perfección. Una divinización de los hombres en honor de unos dioses demasiado humanos. En la era moderna, son reinstaurados por el barón Pierre de Coubertin en 1896 como símbolo de la nueva civilización mundial nacida del imperialismo y la industrialización; una civilización sin fronteras ni límites, que ya cubría toda la tierra. Unas pruebas donde los mejores del mundo, los hombres más preparados, esforzados y brillantes, pudieran competir para mostrar las hazañas e hitos que el nuevo hombre moderno puede alcanzar, encarnación del progreso sin límites de la nueva sociedad industrial. El mejor acontecimiento para demostrar la superioridad de una nación, de una raza, por encima de las demás.


Alabama, EEUU. 12 de septiembre de 1913. Nace James “Jesse” Cleveland Owens, séptimo hijo de los once que tuvieron los granjeros Henry y Emma Owens. Nieto de esclavos, el trabajo y sacrificio de sus padres le permitió ir al Instituto en Cleveland, Ohio, donde se había mudado la familia. En el “High School” Jesse descubrió el atletismo; o quizá deberíamos decir que el atletismo le descubrió a él. Gracias a sus capacidades atléticas, y tras batir varios récords mundiales para estudiantes de instituto, logró una beca parcial para estudiar en la Universidad de Ohio, estudios que alternaba con los entrenamientos y el trabajo de botones. En los campeonatos universitarios de la NCAA consigue cuatro oros individuales en 1935 y otros cuatro en 1936, algo que nadie ha logrado repetir hasta el día de hoy. En un mitin realizado en la ciudad de Ann Arbor, en Michigan, pulverizó cuatro récords del mundo en tan sólo cuarenta y cinco minutos. Ese año, además, se convirtió en el primer hombre en sobrepasar los ocho metros en salto de longitud, estableciendo un récord que durará 25 años.

Berlín, Estadio Olímpico, 1 de agosto de 1936. 110.000 personas abarrotan las gradas del coliseo erigido por Werner March. La propaganda nazi llegaba a su punto culminante. Tenían que mostrar a todas las naciones el poder y la superioridad de la raza aria. Todo había sido proyectado por el gran propagandista alemán y mano derecha del Führer, Joseph Goebbels, que encargó la puesta en escena al arquitecto Albert Speer y la filmación del acontecimiento, que daría la vuelta al mundo, a la directora Leni Riefensthal. El célebre dirigible Hindenburg sobrevuela el Olympiastadion justo antes de la aparición del Jefe del Estado y del gobierno Alemán, Adolf Hitler. El tirano da por inaugurados poco después los XI Juegos Olímpicos de la Edad Moderna, los que deben certificar lo que la mente y sobre todo el corazón de millones de alemanes ya saben: el hombre ario debe liderar a la humanidad y los impuros deben postrarse ante él y reconocer su supremacía. El gran momento había llegado.
Berlín, Estadio Olímpico, 3 de agosto de 1936. Los días anteriores los alemanes se habían mofado de la presencia de atletas negros, a los que apodaban “bastardos de Renania”. Como raza impura, los de origen africano eran muy inferiores a los arios. Sin embargo, en la final de los 100 metros lisos se impone un atleta de color estadounidense, Jesse Owens, batiendo el récord del mundo con un crono de 10´30 segundos. Ese día se gana el apodo de “el antílope negro”. Segundo, a una décima, queda su compatriota Ralph Metcalfe, también negro. Tercero, el holandés Osendarp, ya a dos décimas de segundo del ganador. El Führer, que presidía las pruebas, no felicitó a los ganadores. A pesar de la falsa leyenda, no fue porque fuesen negros, sino porque el COI le había advertido que debía felicitar a todos los ganadores o a ninguno, pero nunca sólo a los alemanes, como había hecho el día anterior. Hitler
optó por no saludar a ninguno.

Berlín, Estadio Olímpico, 4 de agosto de 1936. Calificación para la final de salto de longitud. Jesse Owens es el plusmarquista mundial (8´13 m.), pero se encuentra en problemas: sólo le hacen falta 7´15 para llegar a la final, pero sus dos saltos anteriores han sido dados nulos por unos jueces demasiado rigurosos. Un alemán, Lutz Long, alto, rubio y de ojos azules, que acababa de batir el récord olímpico para regocijo de Hitler, se acerca a Owens. Le recomienda que no arriesgue, que salte bastante antes de la tabla de batida para que no le puedan dar un tercer nulo que le eliminase, ya que sus saltos eran mucho más largos de la distancia de calificación. Jesse Owens sigue su consejo y pasa a la final sin problemas. Al día siguiente, en la final, Jesse Owens vence a Long, que le felicita efusivamente y ambos salen del estadio fundidos en un abrazo cordial.

Berlín, Estadio Oímpico, 5 de agosto de 1936. Jesse Owens logra su tercera medalla de oro batiendo el récord mundial de los 200 metros lisos (20´7). El segundo fue Matthew Robinson, también atleta estadounidense y de color. Curiosamente, su hermano será el primer afroamericano en jugar al Béisbol en un equipo profesional, en 1947, rompiendo con la segregación racial en el “deporte nacional” norteamericano. El holandés Martin Osendarp fue, al igual que en los 100 metros, medalla de bronce en los 200.

Berlín, Estadio Olímpico, 9 de agosto de 1936. El equipo de relevos de los EEUU gana la carrera de los 4x100 masculinos con un tiempo de 39´8, récord del mundo. Entre los cuatro atletas ganadores se encuentra Jesse Owens, quien con ésta consigue su cuarta medalla de oro, hazaña no igualada en el atletismo hasta 48 años después con los cuatro oros de Carl Lewis en Los Ángeles 84.


Cleveland, Ohio, 20 de agosto de 1936. Tras desfilar por las calles de Broadway aclamado por el pueblo neoyorkino junto al resto de medallistas olímpicos norteamericanos, Jesse Owens vuelve a su trabajo de botones. El presidente de los EEUU, Franklin Delano Roosevelt, no recibe ni felicita a ninguno de los medallistas negros. Era tiempo de elecciones y eso podría reducir sus opciones en los estados racistas del Sur. Jesse Owens con sus cuatro medallas de oro, no podía viajar en la parte delantera de un autobús, ni se le permitía entrar en muchos locales “sólo para blancos”. Hitler no le había estrechado la mano, pero tampoco lo quiso hacer el presidente de los Estados Unidos.

Frontera germano-polaca, 1 de septiembre de 1939. El ejército del Reich invade Polonia. Comienza la II Guerra Mundial.

Sicilia, 13 de julio de 1943. Lutz Long es herido en el transcurso de una batalla y muere. Cuando estalló la II Guerra Mundial, Lutz Long fue obligado por el gobierno a acudir al frente, pese a que los atletas de élite no tenían la obligación de alistarse. El gesto que tuvo con Jesse Owens, un bastardo negro, fue entendido como una humillación para los arios, una degradación de su condición superior. Su desafío al régimen nazi le iba a costar caro. Hasta el momento de su muerte, Long mantuvo su amistad con Owens, con quien se carteaba. Una vez finalizada la contienda, el estadounidense viajó a Alemania a conocer a la familia de su amigo, e incluso le pagó los estudios a su hijo. Declaró: "Se podrían fundir todas las medallas y copas que gané, y no valdrían nada frente a la amistad de 24 quilates que hice con Luz Long en aquel momento."

Berlín, 30 de abril de 1945. Hitler se pega un tiro en la sien tras haber ingerido cianuro junto a su amante y desde hacía poco esposa Eva Braun. El sueño nazi se rompe definitivamente. La supremacía aria se revela como lo que era: una gran mentira. Un hijo de granjeros y nieto de esclavos había comenzado a desmontar la gran falacia casi una década antes.
Washington, 28 de agosto de 1963. El reverendo Martin Luther King declara en su discurso: “Yo tengo un sueño: que un día esta nación se pondrá en pie y realizará el verdadero significado de su credo: Sostenemos que estas verdades son evidentes por sí mismas: que todos los hombres han sido creados iguales”. El 4 de agosto de 1968 será asesinado en Memphis, pero ésa es otra historia.

Tucson, Arizona, 31 de marzo de 1980. Muere a la edad de 66 años Jesse Owens, víctima de un cáncer de pulmón. Había sido un empedernido fumador toda su vida. En 1976 el presidente Gerald Ford le otorgó la Medalla Presidencial de la Libertad de los EEUU, y en 1990, a título póstumo, George H.W. Bush le concederá la Medalla de Oro del Congreso, máxima distinción a la que puede aspirar un estadounidense.



Washington, 20 de enero de 2009. Barack Obama es investido como el cuadragésimo cuarto Presidente de los EEUU. Es el primer presidente negro de la historia.

En el mundo entero, hoy. Que no te engañen. Millones de personas mueren de hambre, y otros tantos mueren abatidos por el odio en estúpidas guerras. También son muchos los que soportan la injusticia de gobiernos corruptos, y los que sufren el olvido de sociedades demasiado complacientes consigo mismas. Pero nada está predestinado. No hay razas superiores ni inferiores. No hay mujeres ni hombres que por nacimiento estén por encima de los demás, ni por debajo. A cada cual nos toca determinar nuestro destino con nuestros actos y nuestros hechos. Y si mientras tanto ayudamos al de al lado, mejor. Nuestro futuro está en nuestras manos; el del mundo, también. Aceptemos nuestra responsabilidad y hagámoslo todo lo bien que podamos. Lo demás son estúpidas patrañas.

Venga va, el sueño continúa.







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Yo no estuve allí: Joe Louis y Max Schmeling (I)

En el “Yo no estuve allí” dedicado a Jesse Owens hicimos referencia a la simbología antirracista que se atribuyó a su hazaña en los JJOO de Berlín de 1936. No fue ésta la única vez que el mundo del deporte demostró el despropósito que supone la creencia en una supuesta superioridad de unas razas sobre otras. El boxeador Joe Louis protagonizó otra de estas gestas que ridiculizaron el pensamiento racista y abrieron camino a la igualdad de todos los hombres y mujeres, por encima del color de su piel, su sexo o su religión. La vida del llamado “bombardero de Detroit” también nos dejó un relato de cómo la amistad y el respeto mutuo pueden ser más fuertes que el odio, similar al mostrado por Owens y Luz Long pocos años antes.

El enfrentamiento entre los aliados y las fuerzas del eje ha pasado a la historia como una pugna por la libertad de todos los seres humanos frente a la esclavitud y la injusticia. Sin embargo, como se comentó en el caso de Owens, la realidad histórica, mucho menos idílica, nos revela que el gran país de las libertades que se escandalizaba por las doctrinas racistas de Hitler negaba los derechos civiles a una gran parte de sus ciudadanos, a los que ni siquiera reconocía como tales. La población negra de los EEUU no tenía ningún tipo de derechos al iniciarse el siglo XX, a pesar de haberse abolido la esclavitud en 1865.

El mundo del deporte en general, y del boxeo en particular, no fue una excepción a la regla. El primer campeón del mundo de los pesos pesados de color, Jack Johnson, logró el título en un combate celebrado en Australia en 1908, puesto que en EEUU los negros tenían prohibido participar en el circuito profesional y mucho menos se permitía un combate interracial. Precisamente este título de Jack Johnson enojó de tal manera a la élite blanca norteamericana que no pararon hasta verle desposeído del mismo, en 1915, tras un calvario personal que le llevó a exiliarse primero y cumplir condena en prisión, por dudosos motivos, después.

Joe Louis, nuestro protagonista, fue el siguiente campeón del mundo afroamericano de los pesados en 1937. Pero empecemos por el principio.

Joseph Louis Barrow nació en 1914 en un campo algodonero de La Fayette (Alabama). De familia pobre, quedó huérfano de padre a los cuatro años. Con diez años se trasladó a vivir con su familia y su padrastro a Detroit, donde trabajó de repartidor de hielo y aprendiz de ebanista. Pronto empezó a frecuentar un gimnasio, donde le vieron aptitudes para el boxeo.

Tras una exitosa carrera como amateur, Louis disputó su primer combate profesional el 4 de julio de 1934, derrotando a Jack Kracken en el primer round. Durante ese año, Louis disputó 12 combates ganándolos todos, diez de ellos por k.o. En un principio, el que fuera su primer entrenador, Jack Blackburn, quería que Louis sólo combatiese contra boxeadores de raza negra, pero su pupilo pronto desoyó sus consejos y comenzó una fulgurante carrera siendo considerado el primer afroamericano en condiciones de lograr el campeonato tras la retirada de Jack Johnson. Esta circunstancia le convirtió en el ídolo de la comunidad de color de los EEUU.

1935 fue un gran año para Joe Louis. “El bombardero de Detroit”, como fue bautizado, logró vencer a contrincantes de gran renombre, como los ex-campeones Primo Carnera y Max Baer, o al español Paulino Uzcudun, que hasta ese momento jamás había sido vencido. A partir de entonces se convirtió en el principal aspirante al título que ostentaba en ese momento el sorprendente James Braddock (apodado “Cinderella Man”; sobre su vida existe una película de 2007 protagonizada por Russell Crowe y Renée Zellwegger, polémica por lo maltratada que es la figura de Max Baer, al que Braddock arrebató el título ). Antes de optar al mismo, le quedaba un nuevo combate con otro ex-campeón de los pesados, el alemán Max Schemeling.

Max Schmeling (Klein-Luckow, Alemania, 1905) había conseguido en 1930 el campeonato frente a Jack Sharkey, por descalificación de éste al propinarle un golpe bajo. Era la primera vez, y ha sido la única, que un boxeador proclamaba campeón por descalificación del contrincante, lo que unido a su condición de extranjero hizo de Schmeling una figura antipática para el público norteamericano. Al ser fotografiado con Hitler, Schemeling cargó también con la fama de ser militante nazi, cuando en realidad jamás se afilió al partido y nunca abandonó a su manager Joe Jacobs, judío, a pesar de las presiones de los más altos dirigentes nacionalsocialistas, especialmente del mismísimo ministro de propaganda Joseph Goebbels. En 1932 perdió su corona contra el propio Sharkey a los puntos, en una decisión muy polémica y que fue entendida como un robo por parte de todos los allí presentes. Tras cuatro años, su regreso a los EEUU sería contra la nueva gran figura norteamericana, Joe Louis. En un moderno planteamiento, Schmeling y su entrenador estudiaron las películas de los combates de Louis, y encontraron un fallo en su defensa: cuando soltaba el jab de derecha, bajaba su mano izquierda.

El primer combate entre Joe Louis y Max Schmeling se celebró el 30 de agosto de 1937 en el Yankee Stadium. Todos daban como favorito al bombardero de Detroit, y las apuestas se centraban más en adivinar el asalto en que caería el campeón alemán que en el desenlace final del combate, que parecía seguro. Sin embargo, saltó la sorpresa y gracias al estudio que de su rival había hecho, Schmeling, tras conectar un directo en el cuarto asalto que hizo caer a la lona a Joe Louis por primera vez en su carrera, logró noquear definitivamente a su rival en el decimosegundo asalto. El desconcierto fue mayúsculo, ni los asistentes ni los periodistas que retransmitían la velada para todo el país se lo podían creer. Fue considerada una de las dos o tres sorpresas más importantes de la historia junto a la de Braddock frente a Baer en 1935 y la de Buster-Douglas frente a Tyson en 1990.

La Alemania nazi, que en principio se había negado a que “su” boxeador se enfrentase a un contrincante negro, al que consideraban un inferior, y que había presentado el combate más como un espectáculo circense que como una velada de boxeo, utilizó la victoria de forma propagandística. La superioridad de la raza aria sobre los inferiores negros había quedado demostrada. Y, por ende, la de Alemania frente a los corrompidos Estados Unidos, en manos de judíos y negros. A pesar, como se ha dicho, de la poca simpatía de Schmeling hacia el nazismo, no pudo renunciar a su condición de héroe nacional (que en realidad fue de “héroe racial”; por cierto, que Schmeling era bastante moreno y alejado de los estereotipos arios). Fue recibido por las masas enardecidas en Berlín, y adoptado como el campeón del régimen nazi.

El siguiente paso para Schmeling era combatir por el título frente a Braddock, pero éste al parecer se negaba a boxear con un púgil nazi y adujo una lesión en la mano. Así, la pelea por el título se organizó posteriormente con Joe Louis de aspirante, que a pesar de su última derrota llevaba una impecable carrera y había demostrado ser merecedor de una oportunidad. Incluso Braddock, mostrando una clara visión empresarial, y sabiendo que aunque le ganase ese combate Louis era la gran estrella del futuro del boxeo, negoció con sus managers que a cambio de darle esa oportunidad Braddock recibiría el 10% de las ganancias de Louis durante los diez años siguientes.

Joe Louis pudo resarcirse pronto de la derrota ante el gigante teutón y conseguir el sueño que compartía con toda la comunidad afroamericana estadounidense: el título de campeón del mundo de los pesos pesados. En la pelea frente a Braddock, en el Madison, pasó momentos complicados, llegando a ser derribado en el primer asalto, y a pesar de que el campeón dominó casi todo el combate, Louis conectó una serie de golpes en el octavo que terminaron con “Cinderella Man” en la lona y con el Bombardero de Detroit como nuevo campeón del mundo. Aunque había obtenido el título, Joe Louis no se sentiría campeón hasta haber derrotado a Schmeling.

(Continuará)
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Yo no estuve allí: Joe Louis y Max Schmeling (y II)

La revancha se disputó el 22 de junio de 1938. Alemania se había anexionado Austria y presionaba a Checoslovaquia para que entregase la soberanía sobre la región de los sudetes. El ejército de Hitler atemorizaba toda Europa, y el partido nazi exhibía por doquier la supremacía racial aria. Mientras, los EEUU aún no había salido totalmente de la Depresión, contemplaban con estupor lo que ocurría al otro lado del Atlántico, y necesitaban de una figura que les diera esperanza en los principios y valores que habían hecho de su país una gran nación. Durante meses, esta esperanza tomó la forma de Joe Louis. Poco antes de la pelea, el presidente Franklin Delano Roosevelt recibió a Louis en la Casa Blanca, y le dijo: “Joe, necesitamos músculos como los tuyos para derrotar a Alemania”.

Si las autoridades nacionalsocialistas habían intentado que la anterior confrontación pasara desapercibida negándole legitimidad y sólo a raíz de la victoria del alemán habían reclamado el triunfo como propio, en este caso desde el principio publicitaron el combate como la definitiva prueba de la superioridad aria. Durante meses Schmeling se vio introducido en el círculo íntimo de Hitler, como “símbolo ario” que era, a pesar de que ni el boxeador comulgaba con las ideas del dictador, ni éste sentía simpatía por el púgil, más aún cuando la amante de Hitler, Eva Braun, bebía los vientos por Schmeling.

Cuando en un Yankee Stadium abarrotado la campana dio inicio al combate entre dos púgiles, Louis y Schmeling, para la mayoría se escenificaba la lucha entre el fanatismo y la libertad. Joe Louis, aquel día, luchaba por su país y por su raza. Como el cómico Dick Gregory diría después: “fue la única vez que un negro se convertía en la gran esperanza blanca”.

Millones de radioyentes asistieron a través de las ondas a la temprana victoria de Louis, que noqueó a Schmeling en el primer asalto. Aunque el alemán se quejó de un golpe ilegal, no cabe la menor duda de que el norteamericano era mejor boxeador, y esta vez no iba a dejarse sorprender. La victoria de Louis fue celebrada por todo el país, especialmente por la comunidad afroamericana, que veía a uno de los suyos, dos años después de que lo fuese Jesse Owens, subido al pedestal de héroe nacional y azote del racismo.

EEUU celebró el triunfo de su boxeador como un éxito nacional; Alemania lo sufrió como una vergonzosa derrota. Schmeling seguía siendo considerado un execrable nazi en Norteamérica, y ahora era despreciado por sus propios compatriotas como un indigno pelele fracasado. Hitler no se lo tomó tan mal después de todo, al fin y al cabo ese bruto no le caía nada bien y su fracaso le permitía vengarse de los desplantes sufridos. Pronto sería obligado a alistarse en el ejército, pero antes, jugándose la vida, salvó a dos judíos de caer en manos de las SS durante los aborrecibles sucesos que han pasado a la historia con el nombre de la Noche de los Cristales Rotos (noviembre de 1938). Ocultó a estos jóvenes judíos, los Lewin, en la suite de su hotel, y posteriormente les ayudó a salir del país. El campeón defenestrado mantuvo tal suceso durante mucho tiempo en secreto; sólo muchos años después salió a la luz, al ponerse en contacto uno de los dos hermanos con el ex-boxeador, a fin de darle las gracias. Schmeling fue distinguido por tal hecho por la Fundación Raoul Wallenberg, premio que aceptó agradecido, en contraposición a lo que hacía años había hecho con los galardones ofrecidos por los nazis, los cuales varias veces se negó a recibir. Esta actitud de resistencia pasiva ante los dirigentes nacionalsocialistas le llevó a servir en la guerra como paracaidista, y a serle encomendadas sucesivas misiones suicidas. La consigna parecía ser que Schmeling desapareciera. Pero Schmeling siempre volvía. Terminó la guerra, y a pesar de todos los peligros a los que se vio arrojado por sus mandos, el bravo y humanitario púgil alemán sobrevivió.

Su contrincante Joe Louis también se alistó en el ejército. En este caso, de forma voluntaria, y su destino no fue el mismo que el de su rival y posteriormente amigo alemán. El bombardero de Detroit fue utilizado en campañas de publicidad que llamaban a los jóvenes americanos a alistarse y protagonizó giras en las que animaba y entretenía a los soldados con discursos y exhibiciones. También se mostró crítico con su gobierno, al condenar que los soldados afroamericanos sirvieran en batallones segregados de los blancos. “Hay muchas cosas malas en Norteamérica, pero Hitler no nos las va a arreglar”, solía decir.

Tras la guerra, Joe Louis conoció el lado oscuro de la fama. Tras defender su título en dos ocasiones, pretendía retirarse del boxeo como campeón, y así lo hizo en 1949. Sin embargo, su excesiva generosidad y tren de vida le llevó a perder casi todo el dinero que había ganado en los años anteriores, viéndose obligado a subir de nuevo al ring para pagar las deudas. Primero fue derrotado por Ezzard Charles a los puntos, y posteriormente apalizado por un joven Rocky Marciano, que posteriormente se convertiría en el único boxeador que se ha retirado imbatido. Ésta fue la tercera derrota en toda la carrera de Joe Louis, y el fin de la misma. Resultado, 72 combates, 69 victorias (55 por K.O.) y 3 derrotas. Ostentó durante 12 años el cetro de campeón del mundo de los pesos pesados.

Schmeling y Louis entablaron una gran amistad durante los años posteriores. El alemán se convirtió en el representante de Coca-Cola en su país, y se hizo millonario. Louis, en cambio, inició una caída personal que no tendría freno. Intentó ganar dinero vendiendo su imagen, siendo contratado por el Caesar´s Palace de Las Vegas como “maestro de ceremonias”. También se hizo luchador de lucha libre americana, lo que ellos llaman “wrestling” y aquí conocemos como “pressing catch”, más cercano al espectáculo y a la interpretación que al verdadero deporte. Durante esto años, y casi arruinado, recibió la ayuda económica de su amigo Schmeling desde el otro lado del charco. Pero lo peor estaba por llegar. Tras coquetear con la cocaína, estuvo un tiempo ingresado en un psiquiátrico y una operación quirúrgica lo dejó postrado en una silla de ruedas. Sólo la ayuda de algunos amigos, Schmeling entre ellos, le permitió salir adelante, hasta que en 1980 falleció de un ataque al corazón en un Hospital de Palm Springs. Fue enterrado con honores militares en el cementerio de Arlington por expreso deseo del presidente Reagan. Los funerales los pagó su otrora enemigo y desde hacía años amigo Max Schmeling.


El campeón alemán murió hace relativamente poco, en 2005, a la edad de 99 años, homenajeado por un pueblo alemán que siempre le tuvo en alta estima,y por toda la gente del boxeo, que siempre le admiró.

Como en el caso de Jesse Owens, el deporte demostró con Joe Louis que sólo el trabajo y la valía personal diferencian a las personas, y que ni la raza ni la nacionalidad sitúan a nadie por encima de otros. Como en el caso del atleta de Alabama y su contrincante y posterior amigo alemán Lutz Long, la amistad de Louis con Schmeling, después de haberse partido la cara dos veces en el ring y haber sido enfrentados como los estandartes de dos visiones del mundo que llevaron a la segunda y más terrible confrontación mundial, nos expresa bien a las claras que por encima de las ideas, por encima de los partidos, por encima de los gobiernos, siempre están las personas y su capacidad para amar y hacer el bien.

Aquí tenéis los vídeos de los dos combates que disputaron Louis y Schmeling (abstenerse espíritus sensibles porque se dan ----ias como panes).




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viernes, 17 de febrero de 2012

La mejor/peor peli de ninjas

Como la actualidad está como está, vamos a abstraernos un poquito de la mala leche con este video que me descubrió el otro día un compañero de trabajo. Se trata de la mejor/peor película de ninjas de la historia y el propio video incluye todas las explicaciones necesarios en castellano suministradas por un bloguero muy divertido, no como yo. Disfrutarlo, porque es pá mear y no echar gota. Hala, a reir un rato.



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jueves, 26 de enero de 2012

El problema no es estructural

No dudo de las buena intenciones, pero el problema de la educación en España no es estructural, es decir, la solución no puede pasar por un cambio de estructura. Es mucho más profundo, y hasta que alguien no quiera analizarlo y reflexionarlo desde todos los puntos de vista, de forma valiente y consciente de lo que supone a todos los nievles, no habrá remedio. Me temo que los cambios estructurales que plantea el nuevo ejecutivo sólo traerán más incomodidades y desorden al sistema, pero no solucionarán nada. No es el camino. Ojalá lo fuera, pero no es el camino Leer más...

miércoles, 11 de enero de 2012

Giro educativo de 360º

Mal. Muy mal. Requetemal. Después de pasar 7 años (más en CLM) donde la educación era contemplada como un vivero de consignas ideológicas que desde el principio se mostraron tremendamente dañinas, causa del gravísimo déficit formativo y cultural de nuestra juventud, hemos pasado a un nuevo tiempo en el que lo que prima es la reacción y lo reaccionario, en el sentido de considerar que todo lo anterior era horrendo (y no todo lo era, aunque casi, casi) y situarse en las antípodas ideológicas y procedimentales, lo cual nos lleva a caer en los mismos errores y a seguir sentenciando a nuestro país a la más profunda y eterna estulticia.

En lugar de preocuparse por acabar con las medidas contraproducentes y escuchar a los que conocen el sistema educativo, en vez de analizar qué falla para que la ingente inversión realizada no dé los resultados esperados, las nuevas autoridades, especialmente regionales, han decidido que los males de la educación pasan porque los docentes son un atajo de progres izquierdosos que no se merecen ni el aire que respiran y con los que hay que acabar de una vez por todas dejando en manos de la educación “de calidad” (para ellos, la privada)el sistema educativo regional, sin ningún tipo de análisis ni razonamiento. En conclusión: seguimos igual (o peor, por la pérdida de esperanza que ello conlleva), con unos dirigentes que administran la educación siguiendo doctrinas ideológicas (antes unas, ahora las contrarias) sin entrar en mayores complicaciones sobre cuáles son los verdaderos problemas de la educación y sin tener un objetivo claro de qué educación queremos tener (ahora más que nunca, pues es la única manera de salir de la crisis). Además, todo ello lo hacen con un vocabulario falaz parecido al de los de antes, invocando torticeramente vocablos como libertad, calidad e igualdad. Vamos, que no es una huida hacia adelante, como las que continuamente proponían los socialistas empeñados en mantenerse firmes en los errores (se mantenían más firmes en sus errores incluso que en sus principios), pero es dar vueltas sin ton ni son sin solucionar nada y dejando que la situación empeore, cuando no contribuyendo directamente (quiero pensar que no conscientemente) a ello.



De entre los mejores sistemas educativos del mundo sobresalen dos: Suecia y Finlandia. En ambos, la inmensísima mayoría de la educación es pública, pero de calidad, apostando por el esfuerzo y el trabajo del alumno y del profesor, y con la colaboración de los padres, claro está, pero igualmente del resto de la sociedad, especialmente del Estado.


Me parece un hecho revelador de la desorientación y banalización actual, al menos en CLM, que se incida tanto, por ejemplo, en el bilingüismo en la escuela, algo que ya comenté en una entrada anterior (conseguirán que en vez de hablar mal un idioma, hablen peor aún dos idiomas), sin entrar en las deficiencias reales de la educación en general, teniendo en cuenta, además, que en los países en los que se habla inglés como segunda lengua de forma casi natural (Holanda, Alemania, los mentados Suecia y Finlandia) se reconoce como elemento principal la inmersión lingüística audiovisual, es decir, las películas y series en inglés, se escuchan en V.O. y no se doblan, por lo que los niños escuchan y hablan el idioma de Shakespeare desde practicamente bebés, y no unas horas en clase que, como casi todo lo que se aprende dentro del aula, luego (por desgracia) no tiene continuidad en la vida social y familiar del alumno fuera del centro, perdiendo así toda la potencialidad de esos aprendizajes. Verbigracia, está claro que si nuestros jóvenes hablan un pobre y deficiente castellano es porque escuchan un pobre y deficiente castellano, y no precisamente en la escuela. Pero claro, eso supone un esfuerzo de cambio social y cultural, a menudo impopular, que ninguno de los políticos abocicaos al cargo que germinan en esta España de mal presente y peor futuro está dispuesto a acometer. Y esto sólo es un ejemplo.

Otro, la estúpida insistencia en potenciar desde los poderes públicos la educación privada y concertada, actitud irracional a todas luces, y sólo entendible desde el ánimo de la administración de renunciar a sus responsabilidades. En la actualidad, las únicas causas reales y efectivas que pueden llevar a unos padres a elegir un centro privado por encima de uno público no tienen nada que ver con la calidad de la educación, ni con la formación del profesorado, ni con las instalaciones, sino con el alumnado. Hablando en plata, como los centros privados-concertados “eligen” a su alumnado (supuestamente no lo pueden hacer, pero lo hacen, igual que supuestamente no pueden cobrar a los padres, puesto que ya paga el estado el concierto, pero lo hacen “bajo cuerda”) no hay ni gitanos ni inmigrantes (o al menos, inmigrantes “indeseables”… para algunos). Que no digo yo que no se una razón para los padres (en mi caso quizá también lo sería), pero es una tristísima realidad y algo que los poderes públicos no deben permitir, sobre todo cuando esos centros cobran del estado (los privados-privados, me parecen muy bien, oigan, con su pan se lo coman).

Así que, elegid el refrán: de Málaga a Malagón, de la sartén a las brasas, o alguno similar. Ya he perdido la esperanza en reformas educativas vengan de donde vengan, porque al fondo del asunto nadie se va a querer meter. Normal, por otra parte, puesto que nuestros problemas educativos son síntomas de una crisis de civilización, de una sociedad enferma cuyos dirigentes son también síntoma de esa podredumbre social y cultural. Sería insólito, por tanto, que los que son parte muy importante del problema puedan ofrecer la solución. En fin, dejémoslo, que me deprimo más aún. Sólo queda una esperanza: ¡Poder de la varaaaaaaaaa!

Pd: como siempre ilustro el artículo con un magnífico ejemplo de humor gráfico de faro (su web, aquí)

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