Una semana. Eso cumple mi hija Victoria esta noche. Y la verdad es que es difícil de creer. Siete días que han pasado volando. Aún me parece increible que haya nacido, que ya esté aquí, y que seamos tres en la familia. Además, esta tarde se van mis suegros, que nos han acompañado desde el nacimiento, con lo que ya entraremos en la "rutina" normal, es decir, mi mujer, mi niña, y yo. Y a ver cómo nos va. De momento no puedo tener queja. Y digo no "puedo" porque, como quejica absoluto que soy, digno seguidor de "Don erre que erre", quejarme, pues sí, a vece me quejo, aunque no tenga derecho a ello. Lo digo porque por suerte y gracias a Dios tanto la madre como la hija están estupendamente de salud y ánimos, y teniendo esto no se puede pedir más. Pero claro, para alguien como yo, cuyo parecido con Sheldon Cooper, el coprotagonista de Big Bang Theory, va más allá de la afición a los cómics, la irrupción de una personita, tan adorable como impredecible y de comportamiento inexpicable... me cuesta, me cuesta. Eso sí, poco a poco me voy haciendo a la situación.
Pues nada, que la niña cumple una semana, y Wayne otra como papá, claro. Y todo esto os lo cuento porque llevo días sin subir nada al blog, pero es que me falta tiempo y sueño. Una vez me vaya acostumbrando a mi nuevo status vital, a ver si retomo el ritmo de producción "blogueril".
Termino con algo que no es demasiado agradable recordar, y menos teniendo en cuenta el feliz cariz de las últimas entradas del blog: no se permiten comentarios anónimos con intención de criticar o molestar al autor de este blog, o a cualquiera. Quien tenga algún reproche lo puede hacer dándose a conocer, pero no demostrando su cobardía guareciéndose en el anonimato. Y, además, creo que quien quisiera hacer tal cosa ha tenido un año y medio de existencia de este blog para llevarla a cabo, y no esperar a situación tan dichosa y alegre como la que estoy viviendo. Pero vamos, quien lo haya hecho, amén de ser borrado su comentario en cuanto lo he detectado, únicamente manifiesta su vileza y pobreza de espíritu.
domingo, 23 de mayo de 2010
Mi hija aún no lee mi blog
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2 comentarios:
Enhorabuena Hipólito, por esa niña tan preciosa y tranquilo con lo de ir adaptándose a la nueva situación familiar, es cuestión de días...o de meses!! Chiao!!
Gracias, Inma, nos vemos en dos semanas... esperemos que para entonces la niña y yo hayamos cuadrado hoarios... ¡y duerma por las noches, no por el día como ahora!
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