domingo, 11 de septiembre de 2011

Ni impuestos para ricos ni leches: aquí siempre pagamos los mismos

Un artículo para huir de demagogias sobre ricos e impuestos, que descubre con datos muchas cosas que o desconocemos o no nos hemos parado a pensar y que incide en una de las cuestiones a las que somos más sensibles los ciudadanos de a pie y, por ello, más fácilmente manipulables. Ante la vuelta a la demagogia de "que paguen los ricos" por parte de alguien que declara tener en su cuenta más de 600.000 € (¿Quién es rico? ¿Dónde ponemos el nivel de "ser rico"? Si lo ponemos muy alto, ¿de qué sirve que unos pocos paguen más impuestos?, si lo ponemos bajos, ¿no estaremos dañando en realidad a la clase media que tiene que crear riqueza?), creo que es muy clarificador leer estas línea que os enlazo aquí

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sábado, 3 de septiembre de 2011

Condena para los sospechosos habituales: dos horas más

Pues nada nuevo bajo el sol. Tras la victoria del PP en las elecciones regionales albergué esperanzas de que algo cambiaría en la educación de CLM, pero no era este precisamente el cambio que esperaba. Dejo claro desde el principio que no me parece muy gravoso impartir dos horas lectivas más desde el punto de vista docente, siempre y cuando sea algo extraordinario y se hubiese pedido de una forma adecuada dada la situación que atravesamos en la región. En cambio, es un verdadero drama en lo laboral para más de 3000 personas que se quedan en la calle (algunas ya se quedaron con recortes más velados, pero conocidos por los que nos dedicamos a esto, con la anterior administración). Pero ni siquiera esto, y que me perdonen los afectados por mi poca sensibilidad, me parece lo más importante. Lo que me parece lo básico de la nueva medida de la presidenta Cospedal es que, de nuevo, los docentes somos los sospechosos habituales, como lo éramos para la administración Barreda (si bien esta consideración la ponía en práctica de puertas adentro, obviando las opiniones de los profesores para cualquier reforma y actuando en contra del docente en cualquier conflicto con el resto de la comunidad educativa, mientras se gastaba millones en publicidad diciendo lo buenos que éramos y la magnífica educación que teníamos en CLM).

Como decía, otra vez se nos considera unos vagos caprichosos, acomodados y con demasiadas vacaciones. Y por eso se nos hace pagar los platos rotos de la situación económica en que se encuentra la JCCM. Podrán aprobar leyes que nos conviertan en autoridad pública, si quieren, pero será como los anuncios de Barreda, actos de cara a la galería que nada tiene que ver sobre lo que piensan de nosotros de verdad. El problema no es tanto el tema de las dos horas lectivas, sino la demagogia con el que se defiende (bien es cierto que esto lo ha hecho sobre todo la Espe en Madrid) esta decisión, argumentando que veinte horas semanales siguen siendo muy pocas en comparación con el resto de trabajadores. Eso es demagogia de la peor calaña. Vamos a ver, ¿los taxistas entonces sólo trabajan cuando llevan pasajeros? ¿Los policías cuando arrestan a alguien? ¿Los actores cuando están sobre el escenario? ¿Y los políticos? ¿Sólo cuando están reunidos en algún organismo oficial? Porque entonces sí que son pocas horas.


Aparte de la imbecilidad patria de considerar el mejor trabajador al que más horas echa, algo impensable en países civilizados como Alemania o Dinamarca, donde prima la productividad y la solvencia sobre el tiempo trabajado (se ve con malos ojos, por ejemplo, a los que hacen horas extra porque se considera que si necesitan más horas es porque no hacen bien su trabajo), de nuevo poner en la picota al estamento docente demuestra que la clase política en particular, y la sociedad en general, no consideran realmente la educación como la base del progreso y el bienestar de una sociedad. Y ojo que en esto incluyo a los que hacen demagogia con la “destrucción del Estado del bienestar” ante esta medida, que es negativa pero no apocalíptica, salvo para los pobres interinos que se quedan sin trabajo. Como digo, más que la incidencia de la medida en sí, que tiene el pro de ahorrar dinero a las arcas públicas cuando parece que no hay mucho, y los contras de despedir a miles de trabajadores y cargar con algo más de trabajo a unos docentes que (no es mi caso, yo tengo suerte, pero sí el de miles de compañeros) a menudo están al borde del colapso por las condiciones en las que tienen que desempeñar su trabajo (carencias materiales, masificación en las aulas, falta de interés de alumnos y familias, negativa consideración social, agresiones verbales y físicas…), en el fondo, lo que demuestra es que éstos que han llegado tampoco se toman esto en serio, porque el lugar donde han decidido meter primero la tijera, ha sido precisamente en la educación. Éste es el sambenito que tenemos los funcionarios “docentes”, que el apellido nos pierde, porque los funcionarios de pata negra, los de verdad, los que se van a tomar café dos horas, los que nunca están y vuelva usted mañana, los que entre cinco hacen el trabajo de uno, a esos ni tocarles un pelo, que menudos son. Quizá es que son lo más parecido a los políticos, y entre bomberos no hay que pisarse la manguera (hablando de bomberos, ¿sólo trabajan cuando están extinguiendo incendios?)

Fíjense que otras medidas de ahorro me han parecido muy adecuadas, por los excesos estúpidos de la administración Barreda (no es importante gastar el dinero en educación, sino en qué lo gastas, y los anteriores gastaron mucho en estupideces y en colocar amiguetes lejos de las pizarras y de las aulas, dedicándose luego estos enchufados que llevaban años sin pisar un aula de verdad a decir a los maestros y profesores lo que tenían que hacer), como la reducción de los CPR (yo hubiera dejado uno por provincia, y no sólo uno regional, pero bueno) , la eliminación de la Oficina de evaluación de Alcázar, verdadero sanedrín de pedagogos demagogos idéologos de la LOGSE que llevaron durante veinte años a la educación a estar donde está, o, ya en general, y no sólo en el ámbito educativo, la reducción de liberados sindicales, lo que es hasta de sentido común en esta España donde cada vez hay menos gente trabajando (tendrían que crear la figura del parado liberado, que los parados no tiene quienes les defiendan y representen). Está claro que hay que tomar decisiones drásticas, de eso no hay duda, incluso el alcalde de Toledo García Page (próximo presidente de CLM a no mucho tardar) ha dicho que Barreda hubiera recortado también pero de forma distinta (desde luego con el control que tenía sobre los medios de comunicación y la legión de fundamentalistas nacidos tras 30 años de gobierno del PSOE hubieran sido alabadas y catalogadas de nuevo milagro de Fátima), pero ni el sector más afectado ni la forma en que se ha hecho son las más adecuadas, y denota que, para éstos también, la educación es simplemente un arma electoral, y no confían en la misma como el motor del cambio y del progreso de nuestra región.

En definitiva, este gobierno lo ha dejado claro, la educación es importante, pero sólo de cara a la galería, y los docentes, como siempre, sospechosos habituales.

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lunes, 22 de agosto de 2011

Hail, Benedicto

Leo en prensa digital que Rubalcaba confirma que Elena Valenciano será su número dos. Hae unos días, la directora de campaña de A.P. Rubalcaba, ante los enfrentamientos entre anticlericales furibundos y fascistas y pregrinos de las JMJ, y con intención de justificar la "marcha laica" (te cagas...), esta señora Tuiteaba lo siguiente en respuesta a un seguidor que le aseguraba que los incidentes los habían provocado los peregrinos (y es que con esas pintas de macarras que traían, no me extraña): “Me dicen que había banderas nazis. Es verdad??”.

Ahí estaba pues la nueva número dos del PSOE, buscando banderas nazis entre los millón y pico de peregrinos, jóvenes católicos que venían a ver al Papa (bueno, y a más cosas, supongo, alguno hasta vendría a ver si pillaba cacho, que se puede ser católico pero uno no es de piedra, salvo San Pedro). Justo lo que necesita España, sí señor. Una nueva versión de buscando a Wally. Eso sí, me temo que para la interfecta cualquier cruz es una cruz gamada, igual que suso que supiera el 70% de dónde eran el 60% de las banderas que portaban los preregrinos. El día antes tuiteaba la señora Valenciano (heredera y que me temo convertirá en lumbreras de la poítica y epítomes del sentido común a las vestales del zapaterismo Aido y Pajín): “No estoy en Madrid, pero creo que hay mucha gente en la mani…”. ¿A qué "mani" se refería? ¿A los pocos cientos (los de siempre, por otra parte, que al final les pondrá un sueldo y todo) de Sol, o al millón y medio largo de Cuatro Vientos? Pues eso. Por cierto, que ante las cargas de la policía contra los "nuevos propietarios de la puerta del Sol", el nuevo grito de éstos fue: "Con Rubalcaba, esto no pasaba". Jejeje. Fuera caretas, amigos. Ya parece que lo de "no, si nosotros no somos políticos" va pasando a la historia. Me alegro.

Y es que lo flipo encontrándome a mí mismo diciéndole a ZP: "otros vendrán que bueno te harán..." ¡Madre de Dios! (expresión, como véis, muy propia de estas fechas). Visto lo visto, hasta mi admirado Pérez-Reverte, en su última columna en XL Semanal, se va a terminar equivocando con su juicio sobre el "muerto viviente" (políticamente, se entiende) ZP. Aunque no estoy de acuerdo en algunas cosas, la verdad es que es un disfrute leerlo. El enlace, aquí.

Vamos, venga, panda de vagos, a buscar banderas nazis en las Iglesias, y en las casas de los curas, y en las de los monaguillos, y en los conventos, eso, eso, ¡y quememos los conventos! Total, pa cuatro monjas que hay, y les faltan dos telediarios...!

Me despido hoy con la noticia que ha abierto los telediarios: "El gobierno presenta medidas para luchar contra el déficit". ¡Y pensar que hace tres años estos mismo decían que eliminar el déficit del Estado era antisocial! Cosas veredes, amigo Sancho...
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viernes, 19 de agosto de 2011

Sociedad y educación actual: ejemplo y análisis (desahogo por escrito de un profe encabronao)

Me he pasado el verano corrigiendo ejercicios de alumnos suspensos y que deben presentarse en septiembre. Me los mandaban por e-mail después de anunciar yo en el blog de la asignatura que realizándolos eliminarían materia del examen final y tendrían una consideración "subjetiva" muy positiva a la hora de valorar la nota final si estaban realizados de manera satisfactoria. Así, desde principios de julio me han llegado estas actividades, y las he ido corrigiendo exhaustivamente con el fin no sólo de percibir quién se las ha tomado en serio o no, sino de detectar los fallos y comunicar a los interesados no sólo que debían rehacerlos, sino el cómo. Ha habido gente que los ha hecho bien, muy trabajados, pero con otros he tenido que intercambiar hasta seis correos con correcciones y recorrecciones a fin de que me los mandasen bien. Los más remisos a hacerlos correctamente, y con los que más he tenido que insistir, han sido con alumnos de 4º ESO que se han pasado el curso sin hacer absolutamente nada en mi asignatura, no pasando del 2 en los exámenes (en realidad, casi nunca del 1) y no realizando los trabajos que se les pedían (los deberes, vamos). Ahora, con la cercanía de poder titular, les entran las prisas, aunque ello no significa que pusieran mayor empeño en realizar lo que les pido, sino que, muy al revés, los primeros envíos de ejercicios estaban hechos con desgana, saltándose preguntas y soltando respuestas a voleo frecuentemente sin nada que ver con lo que les preguntaban. Vamos, que estoy seguro de que la mayoría pensaba que ni me los iba a mirar (ya se sabe, "cree el ladrón...").

Hoy he terminado la última "rerrerrerrecorrección" (espero) y me he sorprendido a mí mismo contestando a mi alumna, claro ejemplo de persona que ha pasado de la materia durante todo el curso, con esta parrafada que os voya transcribir en la que creo que resumo mi opinión no sólo sobre el sistema educativo actual sino sobre la sociedad en general que hemos construido y en la que nos vemos obligados a vivir. A pesar de los numerosos artículos que he escrito sobre educación en este mismo blog, creo que en estas pàlabras espontáneas y fruto de un calentón provocado por el encabronamiento que por diversas circunstancias (ésta entre ellas) tengo en los últimos tiempos, es donde mejor resumo mi pensamiento y análisis del tema, y por eso os hago partícipes del mismo.

Como antecedente decir que lo único que le pedí a la alumna, como envío final aunque tenía varios ejercicios realizados de manera deficiente, fue que explicase cómo los nobles lograban el control sobre el trabajo campesino en la sociedad del Antiguo Régimen. La respuesta de la interfecta fue un "espero que sea esto" para a continuación copiar dos párrafos del libro. Mi sincera respuesta fue la siguiente:

No se trata de que "sea esto", sino de que entendieses el sistema socio-económico propio del Antiguo Régimen, pero parece que no, ya que es difícil analizar estructuras históricas y entender las características de las mismas si durante un curso entero se ha pasado de la asignatura y de lo que estudia e intenta explicar. Simplemente el hecho de que tu respuesta la hayas "buscado" y copiado literalmente, como si mi deseo de que respondieses fuese un capricho, una especia de tesoro que buscar entre palabras y frases sin significado, refleja que el mínimo objetivo de la asignatura, el entender el devenir histórico y analizar las diversas estructuras que lo han formado, ni lo has alcanzado ni hay tiempo para ello. Esto sería suficiente razón para no aprobar la asignatura, pero el deficiente sistema educativo que tenemos, y así nos va, permitirá que si memorizas algunas cosas que para tí no tienen significado y las plasmas medianamente inteligibles en el examen (cuya inteligibilidsd deberé yo intepretar de manera harto indulgente, engañándome a mí mismo asegurando que quieres decir cosas que no dices), consiguiendo de esta forma, y tras una corrección poco rigurosa que enfatizará los "aciertos" y despreciará los errores y barbaridades, una valoración cercana al 5, yo me vea obligado a aprobarte, aunque el conocimiento histórico y la capacidad crítica que se pretende que alcanzéis sea nulo. Esto por otra parte te servirá para aprender que el esfuerzo diario, el conocimiento y análisis crítico de la sociedad y el verdadero interés por crecer como persona son absolutamente inútiles en la sociedad española de hoy en día, donde prima la picaresca, la mentira, la ley del mínimo esfuerzo, la relativización de todos los conocimientos entendiéndolos como medios para conseguir un fin, el acriticismo borreguil, y la impostura dogmática. Pero por muy Quijote que yo sea, esos molinos son demasiado gigantes como para ni tan siquiera pensar en atacarlos.

En definitiva, y perdón por la parrafada, ahora estudia y procura estar cerca del 5 en el examen para aprobar.


Sí, efectivamente, pobre chica para merecer tal tostón, pero yo, personalmente, lo necesitaba para desahogarme...

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miércoles, 17 de agosto de 2011

JMJ 2011

Bienvenidos, jóvenes cristianos del mundo. Bienvenidos.

En estos días asistimos a la llegada de cientos de miles de jóvenes unidos en su Fe (que es la mía) para la celebración de las Jornadas Mundiales de la Juventud que se celebran en España por segunda vez, el único país, por cierto, donde estas jornadas han repetido sede. En los últimos días, aquí también, en Ciudad Real, se han podido ver a grupos de estos peregrinos visitando la ciudad. Lo mismo ha ocurrido en muchos lugares de España. Esta semana se van a concentrar todos en Madrid, a la espera de la visita del Papa Benedicto XVI. Lo que en cualquier lugar sería motivo de alegría, algo que la gente de bien vería con ojos cuanto menos curiosos, aquí, en esta España dominada por la estupidez y la soberbia, por el fundamentalismo y la falta de respeto, se convierte en asunto polémico. Por supuesto, por toda la horda de “defensores del laicismo”, que no son otra cosa que anticlericales de tomo y lomo, nuevos fariseos que hacen gala de un fundamentalismo del que luego acusan a la Iglesia (a veces con razón, pero eso no los justifica). Buscando excusas para dar rienda suelta a su odio irracional hacia todo lo que suena a cristiano, y con un papanatismo muy propio de esta época donde, curiosamente, triunfa el dogma casi tanto como en épocas más oscuras, plantean objeciones acordes a su falta de rigor racional y cinismo obcecado. Que si los gastos que genera, que si pagamos todos los españoles, que si el Papa “y los suyos” atacan leyes democráticamente aprobadas (se refieren al aborto), aparte ya de alucinaciones sólo entendibles por su ofuscación malsana, el desconocimiento, promovido por este sistema educativo tan progre e igualitario que tenemos, de la historia, o por la acción de sustancias alucinógenas que muchos acostumbran a consumir. Argumentos como que el Papa es un asesino de masas, la Iglesia es una genocida, o la religión es el gran mal de la historia de la humanidad, que un juicio objetivo, realista, sincero e imparcial negarían, recordando a todos estos ignorantes desagradecidos que con sus muchos errores, difíciles de cuantificar si no somos tan imbéciles como para proyectar los valores actuales en el estudio del pasado, (cosa que los “bienpensantes”, esos nuevos sofistas fariseos, han puesto de moda), la base de la civilización actual basada en el derecho y en la igualdad de todas las personas es básicamente cristiana, pues esa defensa de la dignidad del ser humano sin distinción, con todos los matices que han impedido que sea completa hasta al menos nuestros días, pero cuya idea original se encuentra en el evangelio, y más concretamente en el Nuevo Testamento, no en el antiguo, tiene su origen y gran centro de proyección en la figura de Jesucristo.

No voy a entrar en lo de los gastos y en las incomodidades que pueda suponer para el esto de los ciudadanos la celebración de este acontecimiento, porque será que no hay festejos bastante más incómodos para todos, y más gravosos en términos de destrozos y suciedad, así como gastos a los que contribuimos cuya ideología, ética, moral e incluso utilidad y honradez son cuanto menos discutibles (¿cuántas pajillas mentales de autoproclamados intelectuales pagamos todos los españoles para que las plasmen en películas que nadie quiere ver, por ejemplo, simplemente porque se encuentran cerca de las posiciones ido-ilógicas del poder?). Ya me gustaría saber cuántas familias acogerían, como se ha hecho con los jóvenes que han venido a estas JMJ, a otros que vinieran a otro tipo de manifestaciones sociales de otro tipo: yo que sé, una manifa de “indignados”(sic) o el día del orgullo Gay, o algún festival de música. Seguro que todos estos que se quejan de la presencia de estos jóvenes cristianos y del Papa, y que claman por la discriminación con respecto a otros eventos, acogería con gusto durante días a cualquiera de esos jóvenes tan responsabilizados políticamente que acampan en la Puerta del sol o a esos simpáticos muchachotes de torso desnudo, pantalones de cuero ceñidos, pezones perforados y paquetón remarcado que cada año hacen de Madrid la ciudad más tolerante, por detrás y por delante.

Los medios de comunicación se dividen ente los que en su ideario cristiano están haciendo un seguimiento exhaustivo de estas jornadas, y los que, en su falsa posición objetiva, buscan fantasmas donde no los hay, y ponen voz a la minoría absolutista y dictatorial de la que disfrutamos en España, haciendo más eco de los movimientos “anti-Papa” (qué triste) que de la presencia de cientos de miles de jóvenes cargados de buenas intenciones para con toda la humanidad. En cambio, se han generalizado este año programas donde se nos enseña lo mejor que este país puede ofrecer, ya se sabe, chulos de playa, apología del alcohol y la vida “despreocupada”, filósofas poligoneras al sol de la costa, jóvenes en celo en plena berrea estival, etc. Vamos, lo que ha llevado a este país a estar como está, reflejado en Salvameses y Norias varias, aunque lo habitual es mirar para otro lado y echar la culpa al empedrado (llámese políticos, mercados, o al propio Papa, qué cojones).

Brillan con luz propia también, fruto de los altavoces mediáticos que los "periolistos" les ofrecen a sus portavoces, las incoherencias de estos adalides de la laicidad, que supongo que no tienen nada que hacer nada más que tocar los cojones a los demás (algo muy español que, por ejemplo, permitió sobrevivir a la Inquisición durante más de cuatro siglos). Así exigen que no se permita la entrada del Papa, “porque es un extranjero que pie la abolición de leyes democráticamente aprobadas, como la del aborto”. Primero, ¿pero no habíamos quedado en que este sistema no es democrático, que “no nos representan”, o sólo vale esto para las leyes que nos molan? Segundo,¿entonces tampoco pueden ellos criticar la Pena de Muerte, aprobada democráticamente en muchos Estados de los EEUU? Vaya, vaya, qué cosas… Por último, ¿y yo, que soy español, puedo criticar o no el aborto? Porque como “derecho de la mujer” me parece una aberración y una conculcación del derecho a la vida del ser humano vivo pero no nacido (no se qué intelectual progre-feminista decía hace unos meses que el feto “es un ser vivo, pero no un ser humano”, la madre que la parió…). ¿Puedo yo criticarlo? ¿O sólo pueden criticar, ocupar plazas, tomar la calle y arrogarse la representatividad del pueblo “los bienpensantes”?

Pues eso, jóvenes cristianos, bienvenidos. Espero que con vuesta fe, esfuerzo y buen ejemplo seáis capaces de contribuir al cambio que esta sociedad necesita, y al de la propia Iglesia, que esa es otra, más preocupada su jerarquía por mantener doctrinas y dogmas caducos e inútiles (a veces más que inútiles, contraproducentes) olvidándose de ser los “pescadores de hombres” que Jesucristo les encomendó ser.


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viernes, 12 de agosto de 2011

Los olvidos de los bienpensantes

Estoy de vacaiones caseras (es decir, en casa), pero no me olvido (del todo) del blog.

Al hilo del último tema tocado, recomiendo la lectura de este artículo de Juan Manuel de Prada en XL Semanal. Sabéis que Pérez-Reverte es uno de mis escritores y articulistas favoritos (recomiendo vivamente El Asedio su última novela, que me ha parecido la mejor de cuantas suyas he leido, y son unas cuantas), y De Prada escribe en esa revista la página de opinión siguiente a la suya. Empero, no soy demasiado aficionado a este escritor (bueno, a sus artículos y participaciones en radio y tv, porque no he leído aún ningún libro suyo), me parece pesado y altanero, vamos, que no me cae muy bien, y eso que tenemos algunas cosas en común (la defensa del cristianismo, por ejemplo). Sin embargo, el artículo de esta semana sí que me llamó la atención por tratar el asunto del genocida noruego, y dar algunas informaciones que a los periodistas bienpensantes se les olvidó mencionar, porque en su pensamiento único creen que son accesorias y sin importancia (y no convienen a la impresión que de tamaño crimen quieren dar, culpando del mismo no sólo a su autor, sino a todos aquellos que piensan distinto a sus verdades ideológicas oficiales). Pero tienen importancia, y mucha. Aunque de Prada no me caiga bien, es un magnífico escritor, reconocido por las ventas de sus libros y los premios conseguidos, y yo soy uno muy malo, así que qué mejor que dejar que sea él el que os explique esas cosas que yo también quiero decir, pero que lo haría mucho peor que él.

El artículo se llama "Ultraderecha y fundamentalismo" y aquí está el enlace. Si no os funciona, dale a "Leer más" y os reproduzco el artículo entero, con mi propio subrayado en negrita.

Se ha repetido hasta la náusea, entre el popurrí lisérgico-periodístico desplegado con ocasión de las matanzas de Oslo, que el tarado que la perpetró, el infausto Anders Behring Breivik, es «ultraderechista» y «fundamentalista cristiano», según la conocida táctica del calamar, que mientras huye alocadamente trata de ocultar su miedo en una nube de tinta. A poco que uno escarba en la biografía de Breivik, descubre que la etopeya urgente trazada por la prensa es rocambolesca e inverosímil; y que su inverosimilitud nace del temor que las sociedades occidentales tienen a enfrentarse con los monstruos nacidos y alimentados en su seno, en quienes íntimamente se reconoce. Todo intento de caracterizar a un perturbado por sus -adscripciones- resulta siempre desquiciado: Breivik, al parecer, regentaba una «granja ecológica», lo cual no puede llevarnos a concluir que quienes se dedican a la agricultura ecológica son propensos a perpetrar matanzas; pero caracterizar a un perturbado por adscripciones ficticias resulta, desde luego, de un desquiciamiento traumático que reclama una explicación freudiana. Y esto es lo que se adivina tras el intento de caracterización de Breivik como `ultraderechista´ y `fundamentalista cristiano´: el desquiciamiento traumático de las sociedades occidentales que, ante los frutos hediondos de su descomposición, no pueden hacer otra cosa sino -echar balones fuera-, proyectar su culpa sobre un enemigo imaginario, para evitarse el juicio sobre su propia degeneración.

Como `fundamentalista cristiano´, desde luego, Breivik es más bien rarito: aunque bautizado en el seno de la iglesia luterana, en su célebre manifiesto-mamotreto de 1500 páginas se define como «cristiano cultural» (esto es, como alguien que no profesa los dogmas de la fe) y aboga por una alianza de «cristianos, cristianos-agnósticos y ateos-cristianos» que reconozca «la importancia de las raíces europeas cristianas, pero también judías e ilustradas, así como paganas y nórdicas». En realidad, los únicos aspectos que Breivik salva del cristianismo son los que tienen un origen pagano; y concluye que, tras la Edad Media, el cristianismo se ha convertido en una amenaza para Europa «peor que el marxismo». A este barullete new age -que es exactamente lo contrario de lo que defendería un -fundamentalista cristiano- se suman vituperios contra Benedicto XVI -un papa cobarde, incompetente, corrupto e ilegítimo»- y proclamas sionistas (pues considera que sólo «una gran alianza de los pueblos nórdicos y los judíos» puede salvar a Europa de ser colonizada por el Islam), que mezcla con una exaltación de los caballeros templarios, entendidos al modo pachanguero-esotérico.

Breivik, además, era miembro de la masonería noruega, cuyo gran maestre, Ivar A. Skar, se apresuró a divulgar tras la matanza un comunicado por el que anunciaba su expulsión fulminante. No se nos ocurriría afirmar que la masonería es semillero de psicópatas y asesinos de masas (como tampoco lo hacemos de la agricultura ecológica); pero se nos ha de conceder que la pertenencia a la masonería no es muy propia de -ultraderechistas- y -fundamentalistas cristianos-. Tampoco lo es, por cierto, citar al pensador liberal John Stuart Mill como autor de cabecera, que es lo que Breivik hacía en su cuenta de Twitter; licencia que a cualquier -ultraderechista- y -fundamentalista cristiano- comme il faut pondría los pelos como escarpias. También se los pondrían las reiteradas afirmaciones de fe en una «democracia multipartidista» contenidas en el manifiesto-mamotreto de Breivik; complementadas, además, con condenas fervientes del fascismo y, en especial, del nazismo, al que acusa de «imperialista» y considera responsable del deplorable estado actual de Europa. «Si hay una figura que odio -concluye Breivik- es Adolf Hitler». Tales pronunciamientos no parecen los propios de un extremista de derechas, ni de un integrista cristiano; y podrían ser suscritos por cualquier político europeo, liberal o socialdemócrata, en plena recolección de votos. Breivik no es, a la postre, sino el recuelo, las escurrajas podridas de una sociedad en plena descomposición: borracho de su mismo zurriburri sincrético, de su misma pachanga relativista, de su misma petulancia ignara y neopagana; y que, al final de la borrachera, despierta enfermo de resaca, convertido en un inadaptado. No basta, desde luego, la náusea provocada por la resaca para explicar que se liase a tiros; para eso hace falta ser un tarado de tomo y lomo. Pero tratar de explicar la genealogía de su tara con adscripciones tan rocambolescas e inverosímiles es la estrategia típica de quienes no se atreven a mirar al monstruo a la cara, tal vez porque se toparían con rasgos demasiado familiares.


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lunes, 25 de julio de 2011

Bienpensantes

93 personas (ahora dicen que algunos menos, mejor si es así) han sido asesinadas en Noruega por un loco (y no valga este adjetivo para eximirle de culpa pues bien sabemos de lo que es capaz un hombre de hacerle a otro sin necesidad de padecer ningún tipo de enfermedad mental), sobre el que todo el peso de la ley debe caer, pero no soy yo quien dicta las leyes y mucho menos las noruegas, aunque una idea de lo que yo haría sí que tengo, pero no la voy a contar porque no viene al caso. Esto es lo importante: un individuo ha inundado de muerte y dolor todo un país. Ahora vayamos con lo accesorio.

Los que bien piensan en nuestro país, no osaré llamarles “progres” porque estiman que lo hago con menosprecio, han cogido esta noticia y han desentrañado el verdadero significado de esta matanza aludiendo a las ideas políticas de este inmundo asesino. Así, han llegado a acusar a mandatarios extranjeros como Sarkozy y Cameron de estar cerca de algunos planteamientos que también compartiría el homicida Anders Behring Breivik y, por ello, de alentar situaciones como la ocurrida. Y, como digo, como ellos son los bienpensantes (estos opinadores progresistas, digo), se quedan tan anchos los tíos soltando semejante barbaridad y sinvergonzonería. En resumen, querido lector que atiende las líneas de este infame bloguero, todo aquel que no piensa igual que ellos es proclive a convertirse en un asesino de masas. Los miles de jubilados que ven las tertulias de Intereconomía, los cientos de miles de lectores de El Mundo y el ABC, los oyentes de la COPE y de algunos programas de Onda Cero, por no hablar de los escuchantes de Federico… todos ellos, que no comulgan (con perdón) con el pensamiento único progresista, tienen una predisposición especial al asesinato y la masacre. No, no es que no se pueda pensar distinto, es simplemente que haciéndolo eres cómplice de los asesinos en masa, cuando no uno en potencia; una especie de agente durmiente del fascismo internacional que sólo espera una orden que haga activarse el mecanismo inserto en el subconsciente por medio de las emisiones de El gato al agua y los editoriales de Pedro J. Quizá, piensan otros, es algo biológico, genético, una tendencia natural de todo aquel que es de derechas (entiéndase como “de derechas” aquel que no es de izquierdas, o en todo caso, no esté de acuerdo con las convenciones tradicionales de la izquierda bienpensante; y funcionan como sinónimos, claro está, fascista y facha), algo parecido a lo que les pasa a los curas, que como demuestran los estudios sociológicos encargados por el Ministerio de Igualdad, son todos unos follaniños; o a los blogueros empeñados en llevar la contraria, que lo que les ocurre es que la tienen pequeña.

Por cierto, que según he leído por ahí el sádico noruego éste también era ecologista y masón, pero como esos son movimientos “guaisernaisers” propios de bienpensantes, pues no vale la pena ni mencionarlo, porque el problema era otro, era que el tipo éste no es que fuese islamófobo, no, es que era un vil sujeto que no creía en la multiculturalidad ni en la alianza de civilizaciones, como pasa con los del PP, Sarkozy, el Papa, los conservadores británicos, algunos laboristas como Blair, el 99% de los norteamericanos, y si me apuráis la mayoría de los del Madrí (Mou el primero), y de ahí al asesinato en masa ya se sabe que no hay más que un pequeño paso.

Menos mal que tenemos al 15-M para regenerar la política, una vez que han decidido sacrificar al otrora gran sacerdote del pensamiento único ZP y atender a la voz del pueblo, reflejada en las multitudinarias manifestaciones pacíficas (ilegales también, pero pacíficas primero) de este espontáneo movimiento “apolítico” (si a la fuerza de repetirlo nos lo vamos a creer). Jamás un movimiento social ha tenido mayor apoyo de los medios de comunicación, sobre todo de los también “apolíticos” como El País, Público y La Sexta, que prestos a la petición de socorro del pueblo (“pueblo español” ya es facha, sólo pueblo vale, y si acaso, ciudadanos), dan cobertura y bautizan como “gran esperanza blanca” (perdón por la metáfora por lo que de racista pueda tener, es que no tengo remedio) a este “fenómeno social” (mira, como Gran Hermano o la Esteban) que tiene las ideas muy claras de lo que hay que hacer con España (perdón, “Estado español”), y que sólo por casualidad, sus propuestas se parecen muchos a las de la izquierda más casposa, estatalista, reaccionaria, autoritaria, antidemocrática y, sobre todo, irracional. En las imágenes del pasado domingo, una pancarta cerca de la cabecera de la manifestación hacía gala de lo clarito que tienen todo, del profundo análisis que han hecho de los problemas reales de este conglomerado de naciones y sensibilidades nacionales que algunos llamamos país, y cuáles han de ser las soluciones: “Policía, temed la rabia del pueblo”. Como se ve esto seguro que lo escribió un jubilado, un ama de casa o un padre de familia parado. Seguro.

Al hilo de esto, la pancarta que encabezaba la "manifa" decía, "no es una crisis, es el sistema", pero después se niegan a que les llamen antisistema. No lo entiendo.

Que sí que seguro que hay gente muy razonable y verdaderamente preocupada que simpatiza e interviene en ese movimiento, pero desde luego la imagen que se proyecta de ellos es, a mi entender, bastante radical y lamentable. Espero que esos "indignados" (bueno, yo también estoy indignado con muchas cosas, espero que no hayan conseguido el copyright del término para ellos solos) de buena fe y con dos dedos de frente sepan encauzar de mejor manera sus argumentos y sus propuestas, soltandose el lastre perriflauta y extremista.

Pero vamos, a lo que íbamos al principio, que me enrollo más que una persiana, que la culpa del atentado de este indeseable hijo de puta, ya se sabe, es, por riguroso orden cronológico, de Aznar, de Bush, de Franco, y de la Iglesia.

Hala, ya podéis empezar a llamarme facha.

Ah, y saludos a Alfredo, que seguro que está leyendo esto (ya lo dijo él hace unos años: “Yo lo sé todo, y de todos”). Qué ilusión me hace que el principal impulsor junto a Maravall de aquella ley tan extraordinaria, que hizo entrar a España en la modernidad, llamada LOGSE sea el candidato del PSOE a la presidencia y pueda convertirse en Presidente. Lagrimones de emoción se me caen de sólo pensarlo. Y es que la tarjeta de presentación es única, oigan.

Bueno, vale ya, que me tiro casi un mes sin escribir y luego pasa lo que pasa, que le disparo a tó lo que se menea.

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sábado, 23 de julio de 2011

Increiblebleble en Twitter

Pues eso, lo que habéis leido, que el blog increiblebleble se amplía a Twitter. La dirección, ésta. Y sí, ya sé que hace tiempo que no actualizo el blog, pero... ¡eh, que estoy de vacaciones! (en casa, pero de vacaciones). Bueno, eso, y que tampoco tengo ganas ninguna de escribir nada, ya sabéis los más viejos del lugar que a veces me pasa, y a lo mejor el mes que viene asalgo a entrada por día. Nada, nada, a lo que íbamos, que también estoy en Twitter, donde por exigencias del sitio no me podré enrollar como hago aquí, jejeje. Será un increiblebleble, menos cansinaco. Leer más...