jueves, 19 de julio de 2012

Verano 2012: de mentirosos, desalmados y tontos (y miedo, muuucho miedo)

Más abandonado no se puede tener el blog, cierto es. Causas: la multiplicación por dos (o más) de mis deberes paternales con la llegada de la pequeña (y guapísima) Sofía, mi nuevo y casi obligado esfuerzo por aprender inglés, y el desencanto con la situación española, que me tiene sumido en una especie de depresión del guadiana, es decir, que viene y va según el día y la hora, pero que no me anima nada ni a denunciar las animaladas de este gobierno de mentirosos ( y a las pruebas me remito) e inútiles (igual hago) ni a ocuparme de otras cosas que siempre habían sido una vía de escape y disfrute como escribir sobre historia (nuevo objetivo: escribir sobre la monja hispana del siglo IV Egeria, una mujer adelantadísima a su tiempo), deporte (me recordaban hace poco mi compromiso de publicar un "cerca de las estrellas" sobre Jordan) o música. Empero, hace unos días, un buen y viejo amigo, y seguidor del blog me hizo una petición: escribe alguna entrada nueva para no tener que verle el careto a Marcial Marín cada vez que entro a ver si has actualizado algo. Y hoy me he dicho, pues voy a hacerlo, aunque sea brevemente, y de foto, aunque no tenga nada que ver, pongo una bonita playa, cosa que yo no veré este año (y los que queden) por los recortes (y que tó sea esto, que tampoco es que a mí la playa me vuelva loco), puesto que me estoy pasando la vacaciones en casita, pasando calor. Pues hala, ahí va mi entrada de actualidad político-económica de hoy.

¿Cómo puede un país progresar con unos gobernantes que desprecian al 90% de sus gobernados? ¿Cómo va a mejorar la administración pública si tiene al frente a un ministro que insulta, vilipendia y humilla a todos los trabajadores públicos cada vez que abre la boca? De inútiles y desalmados está este gobierno lleno (no seré yo quien se acuerde del anterior, al que ya aludí en su día, pero YA NO ESTÁN, y, por tanto, los de ahora son los responsables de sacarnos del hoyo, y si no, que se vayan), por ejemplo en el caso de CLM la propia presidenta ("Cospedal te odia" se podía leeer el otro día en unas pegatinas reivindicativas de grupos "alternativos", y que en este caso, y aunque no sea lo habitual, bastante acertadas) o el impresentable del consejero de Sanidad Echániz. Pero para tonto, tonto, el ministro de Hacienda, del que yo, tonto como él, tenía en buena estima antes de ser ministro.

Repasemos los hechos:
18 de julio de 2012. Declaraciones de Cristóbal Montoro: "No hay dinero para pagar las nóminas de los empleados públicos"

19 de julio de 2012. Subasta de deuda pública española: "España paga los intereses más altos de la era euro, que no se conocían desde 1997"

¿Es tonto o no es tonto el "ministro lumbreras" diciéndole a lo mercados (algo falso, por otra parte) "préstenme ustedes dinero que no tengo ni pa pagar a mis empleados"? Porque a renglón seguido, éstos mercados, que serán malvados o no, pero lo que no son es tontos, pensarán: "coñe, si no tiene pa pagar a sus empleados, ¿me voy a fíar de que lo que le preste me lo va a devolver"? Pues eso. España, tontocracia, sinvergüenzocracia y aborregamiento general. Y según pasan los años, más.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Muchas gracias por actualizar el blog para no ver el careto del Marcial Marín que tanto asco me da.
De acuerdo contigo en todo.No me explico como algunos personajillos tan inútiles pueden llegar a ser ministros y altos cargos en los partidos. Tanto con el anterior gobierno como con este.
No es sino una muestra de lo corruptos que están los partidos. Donde prima más el amiguismo que los méritos.
Fdo: Man.