93 personas (ahora dicen que algunos menos, mejor si es así) han sido asesinadas en Noruega por un loco (y no valga este adjetivo para eximirle de culpa pues bien sabemos de lo que es capaz un hombre de hacerle a otro sin necesidad de padecer ningún tipo de enfermedad mental), sobre el que todo el peso de la ley debe caer, pero no soy yo quien dicta las leyes y mucho menos las noruegas, aunque una idea de lo que yo haría sí que tengo, pero no la voy a contar porque no viene al caso. Esto es lo importante: un individuo ha inundado de muerte y dolor todo un país. Ahora vayamos con lo accesorio.
Los que bien piensan en nuestro país, no osaré llamarles “progres” porque estiman que lo hago con menosprecio, han cogido esta noticia y han desentrañado el verdadero significado de esta matanza aludiendo a las ideas políticas de este inmundo asesino. Así, han llegado a acusar a mandatarios extranjeros como Sarkozy y Cameron de estar cerca de algunos planteamientos que también compartiría el homicida Anders Behring Breivik y, por ello, de alentar situaciones como la ocurrida. Y, como digo, como ellos son los bienpensantes (estos opinadores progresistas, digo), se quedan tan anchos los tíos soltando semejante barbaridad y sinvergonzonería. En resumen, querido lector que atiende las líneas de este infame bloguero, todo aquel que no piensa igual que ellos es proclive a convertirse en un asesino de masas. Los miles de jubilados que ven las tertulias de Intereconomía, los cientos de miles de lectores de El Mundo y el ABC, los oyentes de la COPE y de algunos programas de Onda Cero, por no hablar de los escuchantes de Federico… todos ellos, que no comulgan (con perdón) con el pensamiento único progresista, tienen una predisposición especial al asesinato y la masacre. No, no es que no se pueda pensar distinto, es simplemente que haciéndolo eres cómplice de los asesinos en masa, cuando no uno en potencia; una especie de agente durmiente del fascismo internacional que sólo espera una orden que haga activarse el mecanismo inserto en el subconsciente por medio de las emisiones de El gato al agua y los editoriales de Pedro J. Quizá, piensan otros, es algo biológico, genético, una tendencia natural de todo aquel que es de derechas (entiéndase como “de derechas” aquel que no es de izquierdas, o en todo caso, no esté de acuerdo con las convenciones tradicionales de la izquierda bienpensante; y funcionan como sinónimos, claro está, fascista y facha), algo parecido a lo que les pasa a los curas, que como demuestran los estudios sociológicos encargados por el Ministerio de Igualdad, son todos unos follaniños; o a los blogueros empeñados en llevar la contraria, que lo que les ocurre es que la tienen pequeña.
Por cierto, que según he leído por ahí el sádico noruego éste también era ecologista y masón, pero como esos son movimientos “guaisernaisers” propios de bienpensantes, pues no vale la pena ni mencionarlo, porque el problema era otro, era que el tipo éste no es que fuese islamófobo, no, es que era un vil sujeto que no creía en la multiculturalidad ni en la alianza de civilizaciones, como pasa con los del PP, Sarkozy, el Papa, los conservadores británicos, algunos laboristas como Blair, el 99% de los norteamericanos, y si me apuráis la mayoría de los del Madrí (Mou el primero), y de ahí al asesinato en masa ya se sabe que no hay más que un pequeño paso.
Menos mal que tenemos al 15-M para regenerar la política, una vez que han decidido sacrificar al otrora gran sacerdote del pensamiento único ZP y atender a la voz del pueblo, reflejada en las multitudinarias manifestaciones pacíficas (ilegales también, pero pacíficas primero) de este espontáneo movimiento “apolítico” (si a la fuerza de repetirlo nos lo vamos a creer). Jamás un movimiento social ha tenido mayor apoyo de los medios de comunicación, sobre todo de los también “apolíticos” como El País, Público y La Sexta, que prestos a la petición de socorro del pueblo (“pueblo español” ya es facha, sólo pueblo vale, y si acaso, ciudadanos), dan cobertura y bautizan como “gran esperanza blanca” (perdón por la metáfora por lo que de racista pueda tener, es que no tengo remedio) a este “fenómeno social” (mira, como Gran Hermano o la Esteban) que tiene las ideas muy claras de lo que hay que hacer con España (perdón, “Estado español”), y que sólo por casualidad, sus propuestas se parecen muchos a las de la izquierda más casposa, estatalista, reaccionaria, autoritaria, antidemocrática y, sobre todo, irracional. En las imágenes del pasado domingo, una pancarta cerca de la cabecera de la manifestación hacía gala de lo clarito que tienen todo, del profundo análisis que han hecho de los problemas reales de este conglomerado de naciones y sensibilidades nacionales que algunos llamamos país, y cuáles han de ser las soluciones: “Policía, temed la rabia del pueblo”. Como se ve esto seguro que lo escribió un jubilado, un ama de casa o un padre de familia parado. Seguro.
Al hilo de esto, la pancarta que encabezaba la "manifa" decía, "no es una crisis, es el sistema", pero después se niegan a que les llamen antisistema. No lo entiendo.
Que sí que seguro que hay gente muy razonable y verdaderamente preocupada que simpatiza e interviene en ese movimiento, pero desde luego la imagen que se proyecta de ellos es, a mi entender, bastante radical y lamentable. Espero que esos "indignados" (bueno, yo también estoy indignado con muchas cosas, espero que no hayan conseguido el copyright del término para ellos solos) de buena fe y con dos dedos de frente sepan encauzar de mejor manera sus argumentos y sus propuestas, soltandose el lastre perriflauta y extremista.
Pero vamos, a lo que íbamos al principio, que me enrollo más que una persiana, que la culpa del atentado de este indeseable hijo de puta, ya se sabe, es, por riguroso orden cronológico, de Aznar, de Bush, de Franco, y de la Iglesia.
Hala, ya podéis empezar a llamarme facha.
Ah, y saludos a Alfredo, que seguro que está leyendo esto (ya lo dijo él hace unos años: “Yo lo sé todo, y de todos”). Qué ilusión me hace que el principal impulsor junto a Maravall de aquella ley tan extraordinaria, que hizo entrar a España en la modernidad, llamada LOGSE sea el candidato del PSOE a la presidencia y pueda convertirse en Presidente. Lagrimones de emoción se me caen de sólo pensarlo. Y es que la tarjeta de presentación es única, oigan.
Bueno, vale ya, que me tiro casi un mes sin escribir y luego pasa lo que pasa, que le disparo a tó lo que se menea.
lunes, 25 de julio de 2011
Bienpensantes
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4 comentarios:
Algo de razón puedes llevar pero...tu les tienes ojeriza, reconocelo
Llevas mucha razón, realizas un análisis profundo y sincero que nos deja un mal sabor de boca y una mala leche por lo que vemos y observamos todos los dias.
Estoy de acuerdo contigo en lo que plasmas en tu vivo escrito, sin embargo, hay algo que me llama la atención y quiero proponer a debate. Tras analizar la situación existente, ¿que soluciones podemos dar para regenerar la sociedad de nuestra España?
Llevas mucha razón, realizas un análisis profundo y sincero que nos deja un mal sabor de boca y una mala leche por lo que vemos y observamos todos los dias.
Estoy de acuerdo contigo en lo que plasmas en tu vivo escrito, sin embargo, hay algo que me llama la atención y quiero proponer a debate. Tras analizar la situación existente, ¿que soluciones podemos dar para regenerar la sociedad de nuestra España?
Hombre, con lo que cobran los patetipolíticos, los periodilistos, y analistas varios, no seré yo el tonto que les dé la solución gratis. Espero ofertas...
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