Glosamos a partir de hoy las respuestas increibleblebles de Historia, empezando por las “perpetradas” por alumnos y alumnas de 4º de ESO. Recordemos, para los aún no familiarizados con el sistema educativo actual (es decir, “los más viejos del lugar”) que se trata de estudiantes de 15 años en adelante. Veamos hoy lo referido a la Historia Moderna.
Como he comentado anteriormente, el gran problema actual de los estudiantes, y en especial en lo referido a la historia, es que intentan memorizarlo todo ahorrándose el esfuerzo de la comprensión. Y es que cómo han cambiado los tiempos; ahora les parece menos trabajoso memorizar que comprender. ¡Por ellos como si volvemos a la lista de los Reyes Godos! (lista que yo no me tuve que aprender, ¿eh?, que no soy tan viejo). El resultado de esta memorización, en especial cuando su vocabulario se reduce a menos de la mitad de las palabras que conocemos y usamos generaciones anteriores, es a menudo bastante cómico.
Así, en lo relativo al arte, El éxtasis de Santa Teresa de Bernini se convierte en “La elipsis de Santa Teresa” o “La expansión de Santa Teresa” (¿ande iría?); el Obradoiro en “el Obradujo” (hombre, no es tan feo); Los desposorios de la Virgen de Rafael en “El depositario de la Virgen” (¿y el interventor?); y Las Meninas de Velázquez en “Las Mininas” o “Las Medinas” (bueno, lo de “las mininas” es un clásico).
Si les cuentas que el filósofo Baruch Spinoza era pulidor de lentes, por arte de birlibirloque se convierte en “partidor de leyes” que es mucho mejor, claro. O si les hablas del Leviatán de Thomas Hobbes, alguno lo bautiza como “Deimotiv”, estableciendo no sé qué tipo de relación. Igualmente, a pesar de que la realiza Lutero, el alumno, avispado él, no se deja llevar por las apariencias y habla de la “Reforma Gluterana”. Y aunque en el examen les preguntes por el Despotismo Ilustrado, sabiendo la afición del malvado profesor por confundirle, otro de los estudiantes le enmienda la plana al falaz docente renombrando a tal sistema político del siglo XVIII, el “Despósito Ilustrado”.
Imaginaos entonces cuando se reúnen algunos términos “sospechosos”, como en el caso de la definición del Debate de Leipzig que Lutero estableció con el teólogo católico Johann Eck. Ante la petición por parte del Papado de la retirada de las tesis luteranas, Lutero lejos de retractarse se reafirmó en sus postulados. Veamos cómo lo expresaba un alumno:
“Debate de Leipzig: es un debate que se hace en la reforma alemana de Lutero y Lutero lejos de retratarse hace una contramesa”
Ya se sabe que el bricolaje es una buena forma de relajación, pero… ¿una contramesa? ¿Eso qué es? Eso sí, esta respuesta enlaza con aquella mítica que decía que Lutero fue excomulgado por no querer hacerse una foto (por lo de retractarse, claro).
Porque ojo, el profesor tiene muy mala leche y busca confundirnos. Por eso si nos cuestiona sobre el Tratado de Tordesillas no hay que fiarse de las apariencias…
“Tratado de Tordesillas: fue en Toledo…”
Pero los hay más confiados, que saben que uno se puede fiar en aquel que les da clase, y conocen su predisposición a que aprueben deslizando subrepticiamente ayudas para responder con éxito a las cuestiones. Por eso, lo mejor es responder lo más razonable, aunque no se tenga ni idea. Es el caso del médico y astrólogo Teofastro Paracelso, que si el amable y bondadoso profesor te lo pone en el examen, lo mejor es contestar de la siguiente manera:
“Paracelso: es donde los celsos se paran”.
O más sencillo aún:
“Contrarreforma: es cuando vuelven a hacer la reforma”
¡Contra, pues va a ser que no!
Incluso si te preguntan por una institución que permitió el control de la población indígena por parte de los colonos españoles como es la Encomienda, aunque no hayas estudiado lo mejor es responder las cosas como son:
“Encomienda: es aquello que se necesita y se trae de otros lugares”
Se ve que al chaval alguna vez le han “encomendao” que le traigan algo de algún viaje; asociación de ideas que no es tan descabellada, la verdad, pero no demasiado "científica" históricamene hablando.
Esto de las respuestas increibleblebles es realmente gracioso. Todos nos equivocamos y confundimos alguna vez y nos obcecamos en ello, afortunadamente nadie nos lleva la cuenta.
ResponderEliminarCreía que nunca ibas a hablar de la elipsis de Santa Teresa. Tengo que decir que un amiguete y un servidor estuvimos buscando esta escultura por Roma y al llegar a la Iglesia más Barroca de las iglesias barrocas, tengo que decir que nos decepcionó. Quizá por el hiperbarroquismo del entorno.
ResponderEliminarHombre, saluda a Paco de mi parte. Y a mí, más que la elipsis, me gusta lo de la expansión, pues supongo que se refería a la de tipo espiritual, claro. Yo ésta en concreto no la vi en mi viaje a Roma, precisamente porque dado que tenía poco tiempo, a mí el Barroco me echa pa atrás y preferí optar por lo clásico y renacentista. Eso sí, recomiendo a todos los que vayan a Roma que no se pierdan ni Santa María de Trastevere ni, sobre todo, San Clemente y sus tres niveles de ocupación.
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