La situación política y económica actual sin duda ha ensombrecido el debate educativo. La decisión adoptada por el gobierno (bueno, por el presidente del gobierno, y no sabemos si "impulsada" por "agentes externos") el pasado miércoles nos pone ante un panorama realmente complicado. Este recorte del gasto social, sin parangón en la historia de nuestro país, no sólo demuestra la mala administración de nuestros actuales gobernantes, sino que nos hace temer por cuál será la realidad financiera del Estado, pues difícilmente te puedes fiar de quien dice hoy blanco y mañana negro con total descaro y desvergüenza. Más aún cuando continúan faltando al respeto a los ciudadanos (otra cosa es que los ciudadanos se lo tengan merecido) asegurando que "no se tocan los pilares básicos del Estado del bienestar". Sin embargo, hagamos un repaso de los ministerios a los que afecta esta medida.
Nos encontramos con el ministerio de Sanidad y Bienestar Social(recorte farmacéutico, fin del cheque-bebé y sueldos de enfermeros, médicos y personal sanitario en general), el de Educación (recorte de sueldos de docentes), el de Interior (recorte de sueldos de las fuerzas de seguridad del Estado), el de Justicia (recorte de sueldos en la adjudicatura y a los funcionarios que trabajan en tribunales, ya en condiciones muy precarias), el de Trabajo y Asuntos Sociales (congelación de pensiones y retirada de la retroactividad en las ayudas de la Ley de Dependencia), y el de Fomento (recorte en su partida presupuestaria). Así las cosas, no se ven afectados por el "plan de ahorro" el Ministerio de Vivienda (cuando las competencias en estamateria son de las CCAA), el Ministerio de Cultura (la subvenciones a los amigos de la SGAE, el "Nunca Mais" y la ceja ni tocarlas), el Ministerio de Igualdad (sin palabras), el de Defensa (perdón, la ONG que no participa en guerras y que está en Afganistán dando cursillos de buenos modales), el de Industria (Sebastián y sus ideas brillantes pero de bajo consumo, claro), el de Medio Ambiente y el de Ciencia e Innovación (¿pero existe un ministerio para esto?¿y qué hace?, porque los resultados no se ven por ningún lado). Dejo aparte el de Trabajo e Inmigración que bastante tiene con negar el número de parados reales que tenemos (porque ojo, hay muchos que no los cuentan y lo están, como los de los "cursos de formación", y muchos que no lo están y no los cuentan, como los cientos de miles que trabajan "de strangis").
Echen un vistazo y si eso no es recortar el gasto social y afectar a los ministerios más importantes para el Estado del Bienestar, que baje Dios y lo vea (uy, lo siento, un dios laico, en todo caso).
Como decía al principio, el debate educativo queda en segundo plano ante esta situación, ante la que sólo podemos decir, "por favor, por favor, que me quede como estoy" porque parece que hablan más sus silencios (o mentiras directamente) que sus palabras. Mal asunto si olvidamos tan pronto la necesidad de una reforma de la educación, más en concreto teniendo en cuenta que gran parte de los males que asolan España seguramente son provocados por la deficiente formación, a todos los niveles, de gran parte de la juvetud. Bien es sabido que una juventud atontada y aborregada (no hay dinero para las pensiones ni para los sueldos de los funcionarios, pero sí para seguir subvencionando todos los festivales de verano en España, no sea que los pobres "críos de entre 15-35 años" se aburran y les dé por leer o directamente pensar) favorece al poder, y en ello se afanan unos y otros desde hace 20 años, pero los daños colaterales de esto son la falta de formación, la molicie, la ineptitud, la vagancia, y en casos extremos el vandalismo. Y así estamos. Precisamente ahora que un ministro parecía que quería encaminarnos hacia una solución, o al menos tomar conciencia del problema, van "los otros" y hacen saltar por los aires el primer intento sincero de acuerdo en dos décadas. Cojonudo. Al enemigo ni agua, ¿no?. Aunque las víctimas sean las nuevas generaciones de españoles ("Nuevas generaciones", qué paradójico) y la sociedad en general. Un ejercicio más de irresponsabilidad por parte de nuestros políticos, en este caso, del PP. Y más sangrante aún es que seguramente fuese la última oportunidad de llevarla a cabo. Porque si algún día el PP gobierna y quiere hacer de nuevo una reforma educativa, no se lo van a a permitir como ya hiciron hace unos años, pero esta vez teniendo excusa y coartada.
Pues estos son nuestros políticos. Bueno, políticos y no políticos, que ahí tenemos a los sindicatos. Era casi cómico ver la reacción de los líderes de UGT y CCOO ante el decretazo de ZP. Porque claro, los hombres tenían que parecer enfadados, por lo que había hecho el presidente(no sólo la cuestión de los recortes, sino pasarse por el forro de los mismísimos todos los acuerdos con los sindicatos de un tiempo a esta parte), pero en realidad les da igual, pues mientras los tenga paniaguados y mantenga sus subvenciones y sus liberados, ellos tan contentos. ¿Se imagina alguien que este decretazo lo hubiesen hecho "los otros"? ¡Arde España!¡El apocalipsis! Pero claro, no es bueno morder la mano que te da de comer. Ahora van y proponen una huelga el 2 de junio... ¿pero cómo vamos a secundar una huelga promovida por los que han sido cómplices de esta situación? ¡Si lo que tendríamos que hacer es una huelga contra los sindicatos! Qué cara más dura, madre mía.
Pero eso sí, continuamente escuchamos estos días que qué malos son los políticos, y los sindicatos, y los periodistas... Pues oye, estoy de acuerdo, pero tampoco pongo el grito en el cielo porque tenemos los que nos merecemos. Así de claro. El problema no son sólo ellos, sino la propia sociedad española. Porque ahí están, y los hemos educado, formado, votado, tolerado y alentado. Y ahí siguen. Y hay quien aún se cree que la culpa es de "los especuladores", cual conspiración judeo-masónica en tiempos de Franco se tratase, y quien piensa que con unas elecciones anticipadas todo arreglado. Ilusos. El problema es España, esta sociedad de mierda donde la falta de respeto, el egoísmo, la impunidad, la picaresca, la mentira, la irracionalidad, la ideología vacua y el hedonismo campan a sus anchas y se han convertido en nuestra enseña nacional. Y todo empieza en la escuela, qué digo, antes aún, en las casas de cada cual, enseñando a cada españolito que viene al mundo los vicios y las virtudes del ser humano, travistiendo los unos en los otros habitualmente como podemos apreciar en esa ventana al mundo que es la televisión, o en ese elemento potencial de libertad que se ha tornado en realidad de estupidez y borreguismo masivo como es internet.
Increiblebleble.
Un poco pesimista para alguien que está a punto de ser padre, podréis pensar. Pues sí, razón tenéis. Pero me lo planteo como una terapia. Estoy exorcizando los malos espíritus, echándolos de mi persona, para que cuando llegue ese momento sólo lo mejor de mí esté presente. A ver si soy capaz. Eso espero. Creo que algo he conseguido ya. Vamos, que me he quedado más a gusto. Pues eso. Hala, un saludo.
¡Enhorabuena!, nobel padre Wayne. A ver si tus chicas te siguen permitiendo tanta dedicación a este fantástico blog por la cuenta que nos trae (a los lectores). En cualquier caso, si nos dejas un poco de lado a cambio de tenerlas a ellas (Victoria y Rían, mira ya la pongo en segundo lugar...) en palmitas, creo que yo al menos lo podré soportar. Beso enorme para esta nueva familia amiga.
ResponderEliminarGracias. Aún estamos en el hospital y en cuanto tengo un poco de tiempo (la jodía es una llorona que lleva sin dejarnos dormir sus dos noches de existencia, de momento 100% de efectividad) a ver si vuelvo a mis ocupaciones habituales y relato algo de la experiencia.
ResponderEliminarUn saludo a todos.