Quién sabe, quizá en algún momento algo que digamos quede para la historia y pase al inventario general del habla popular como una frase de uso común. Podremos decir entonces, “eso lo dije yo cuando…”, pero nadie nos creerá, claro.
“No hay tu tía”. Esta expresión se utiliza para expresar que algo es imposible, que no tiene remedio. Viene de la palabra árabe tutiya, que significa sulfato de cobre. Éste era un elemento muy utilizado antiguamente para tratar enfermedades oculares. Así, el término “tutía” se utilizó en el habla común como sinónimo de remedio o medicina, y de ahí el sentido que tiene actualmente la frase “no hay tutía” (lo correcto sería escribir “tutía” así, junto), “no hay remedio”, “no hay manera”.

“Con la Iglesia hemos topado, amigo Sancho”. Esta frase se suele utilizar para declarar la dificultad que entraña enfrentarse al poder en general, y al de la Iglesia como institución en particular. Como todo el mundo sabrá, tiene su origen en el Quijote, sí, pero el sentido que se le da actualmente es totalmente ajeno a Cervantes. En la novela Quijote y Sancho topan (dan) con la Iglesia, sí, pero se refiere a la Iglesia como edificio, como construcción, y no como institución. Sancho contó a Don Quijote que, como él le había pedido, le había entregado una carta a su querida Dulcinea. Esto, por supuesto, era invención de Sancho, pero por no llevarle la contraria a su amo, convino en ir con él al Toboso, pueblo de su amada, y buscar a Dulcinea, a la que Sancho supuestamente había visto (Don Quijote, como bien sabéis, no la conocía) y sabría dónde encontrarla. Llegaron de noche al pueblo, y Don Quijote encomendó a Sancho dar con el Alcázar o Palacio donde vivía su señora. Sancho, en cambio, decía que él la había encontrado en una casa pequeña, en un corral. Don Quijote se mofaba de las palabras de su escudero, asegurando que si la casa era pequeña, más bien sería un pequeño apartamiento que ella tendría adosado al palacio para su solaz, y que lo que él llama corral, teniendo en cuenta su poco mundo y escaso seso, cualquier caballero lo reconocería como un patio de armas o solariego. Así, siguieron hacia el edificio que parecía más grande. Llegando al mismo, por la sombra que su torre dibujaba en el suelo amla luz de la luna, determinaron que se trataba de la Iglesia del pueblo, y no de un palacio. “Con la iglesia hemos dado, Sancho” es la cita literal. Ha sido el uso de la misma el que ha llevado al sentido que tiene actualmente, y que nada tiene que ver con el que se le da en la famosa novela.
“Esto parece la Casa de Tócame Roque”. Esta frase expresa una situación caótica, donde reina el alboroto. Tócame Roque no era fue una persona, sino que fue eso, una casa de vecinos, una de esas antiguas “corralas” de Madrid, que al parecer se hizo famosa por los desórdenes y la agitación que se vivía en la misma. Quien la inmortalizó para la posteridad fue don Ramón de la Cruz (1731-1794)en su sainete La Petra y la Juana o el buen casero. Aunque dicha casa fue derribada en 1850, aún hoy se recuerda dónde estaba situada.


Irse por los cerros de Úbeda significa divagar sin llegar al meollo de la cuestión pero en esta historia, origen de la frase, el amigo Alvar Fañez creo que si llega a dicho meollo.
ResponderEliminarPues sí, es una manera de verlo, sin duda. Simplemente se trata de ordenar las prioridaes, y casi todos tenemos la misma en la cúspide, jejeje
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