viernes, 5 de diciembre de 2008
Increibleble
Increiblebleble. En una de las más míticas películas de los 90, “Las Aventuras de Ford Fairlane” (Renny Harlin, 1990), ésta era la expresión con la que el protagonista manifestaba su estupefacción ante la estupidez humana (expresión válida tanto con dos como con tres “-bles”), o, al menos, así lo hacía en el sinpar doblaje al castellano que hizo Pablo Carbonell del cómico norteamericano Andrew Dice Clay. Increibleble. Esta expresión me viene que ni al pelo (que por cierto se me está cayendo, cosas de la edad) para abrir este espacio en la web, que pretende sobre todo ser eso, una expresión de asombro ante multitud de temas y asuntos en donde se hace patente la falta de lucidez, reflexión y sentido común (“el menos común de los sentidos”) del que hace gala la especie humana. Increibleble. Mejor no tomarte las cosas muy en serio, porque de lo contrario podríamos caer en la más absoluta locura. O en una depresión. Más vale pensar que todos esos que nos gobiernan, que escriben en los periódicos, que salen en la tele y las radios, no son de verdad. Deben ser la herencia malvada de Jim Henson. De lo contrario, sería demasiado terrible la existencia. Increibleble. Palabra (¿palabro?) terapéutica, que nos permite ver la realidad con cierta distancia, y tomarla quizá como lo que es, una broma de dimensiones cósmicas. Un bálsamo para aquellos momentos en que te gustaría, de nuevo citando al gran Ford, que la industria de la música (cambiad esto por la persona, entidad o colectivo que queráis en cada momento) y el resto del globo te tocasen la minga dominga.
Sin embargo, no serán sólo las opiniones sobre la actualidad y la crítica reflexiva y pausada unas veces, cínica y maléfica otras, e irónica y desenfadada las más, lo que ocupe este espacio. También tendrá cabida la educación (a eso digo que me dedico, o al menos por eso me pagan), la historia, el cine, los cómics, los libros, el deporte… Esto… mira, en resumidas cuentas, lo que se me pase por la cabeza. Lo que me dé la gana, vamos. Y, por supuesto, no esperes que esté puntual en esta cita. Este blog irá desarrollándose como un reflejo de mi propio yo: lenta y pausadamente, con tranquilidad, pero con momentos acelerados, vertiginosos, que supongo frenarán en seco, y volverá el ritmo parsimonioso que me caracteriza. Qué se le va a hacer.
Y poco más. Dejémonos ya de este egocentrismo internetero, de este onanismo omBLOGueril (de ombligo y blog, jeje… los chistes malos también son parte mía, ¿qué pasa?)
Pues eso.
Qué excusa más barata para lo de que se puede decir con dos o tres bles, di la verdad, di que con dos ya estaba pillao. Por cierto, ¿por qué has puesto la foto de Cesar Vidal con Super Coco?
ResponderEliminarTe voy a denunciar por difamación.
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